Enamorándome del dolor.

Capítulo 6.

Compañeros.

—Por favor, por favor, por favor, ¿Si?—

—Sarah, ya te dije que no y no me sigas insistiendo—

—¿Por qué no?—

—Sabes muy bien que no soy buena para los deportes y por más que estés insistiendo no voy a entrar al equipo de voleibol—

Ha pasado una semana de escuela y es momento de que escogemos que actividades realizar mientras estudiamos. Los más famosos son los de deporte, ya que es el equipo que representa a la escuela.

—¿Y a cual vas a entrar? ¿A ajedrez? A nadie le gusta eso—

—No sé para esto tengo que ir a preguntar qué actividades están desocupadas—cierro el casillero—Nos vemos luego—

Me voy caminando para la oficina de actividades escolar y encontrar algo que sea bueno para mí y que no tenga nada que ver con deportes, soy pésima en los deportes. Al llegar y ver que está solo, toco la puerta para poder entrar.

—Hola, buenos días. Vengo para inscribirme—

—Buenos días. Como vera muchos ya se han estado registrando y quedan pocos lugares—

—Está bien, ¿Y qué lugares quedan?—

—Déjeme ver—saca una carpeta y empieza a buscar entre algunas hojas—Tenemos cupo de consejo estudiantil, asesorías y en biblioteca—

—Mmm—no son todas de mi agrado pero creo que biblioteca ha de ser como en mi trabajo—Voy a entrar a biblioteca—

—Pon tu nombre y tu firma para que estés oficialmente inscrita—me pasa las hojas—Empezarías mañana a las 10 y la bibliotecaria te dará las demás instrucciones

—Está bien, gracias—

Al salir del lugar, saco el celular y veo que estoy retrasada por 10 minutos. Intento caminar rápido esperando que todavía no haya llegado la maestra o que no se enoje por que llegue tarde a su clase.

Al llegar a mi salón veo que está cerrada y sé que ya ha comenzado la clase. La maestra Isabel de física es un poco preguntona cuando se llega tarde a su clase, así que me preparo para sus preguntas y toco la puerta.

—Señorita Hickling, ¿Qué desea?—

—Poder entrar a su clase—

—¿Y porque usted llega tarde?—

—Estaba ocupada con lo de las actividades y cuando salí vi que estaba llegando tarde—

—¿Por qué no fue después de que acabara mi clase?—

—Quería tener algo asegurado. No volverá a pasar—

—Pase y cierre la puerta—

Al entrar veo que todos ya están sentados en equipos. Siempre me he sentado junto a Sarah pero esta vez la veo que está sentada junto a Nathe.

—Señorita Hickling, se puede sentar—

Busco un lugar disponible y me encuentro uno cerca de una ventana. Está ocupado por un hombre que nunca había visto antes.

—Como les comentaba antes, esta materia es fácil siempre y cuando ustedes pongan de su parte, ya saben mi forma de evaluar y con respecto a su compañero de mesa, se sentaran así todo el semestre hasta que se acabe mi materia—dice agarrando un marcador—Hoy vamos a ver un tema fácil, los tipos de corriente.

Deje de escuchar a la maestra desde que dijo que mi compañero va ser el mismo siempre.

Gire mi cabeza para poder ver a mi nuevo compañero. No me acuerdo de alguna vez haberle hablado. Es blanco, muy blanco ¿Cómo podría alguien llegar a ser muy blanco? Pareciera que siempre esta enfermo, su cabello está un poco largo y despeinado, su nariz es un poco larga pero bonita y sus pestañas son cortas.

Estoy en mis pensamientos viendo su perfil, hasta que veo que voltea a verme. Sus ojos son de color café pero su mirada es tan hipnotizadora, que te puedes quedar viendo sus ojos sin decir nada, sus labios son delgados y está arrugando el ceño ¿Por qué me está mirando y arrugando el ceño? Y como si me cayera agua fría, reacciono volteándome y tratando de ocultarme con mi cabello, lo había estado viendo y ni siquiera le pude disimular un poco.

Al escuchar que suena el timbre para el descanso, guardo todo rápido y espero a Sarah y a Nathe, al caminar por el pasillo les cuento lo que sucedió.

—¿Así que te le quedaste viendo un rato y él te descubrió?—comenta Sarah divertida por lo que pase

—Si—

—Tú haces cosas sin querer, así que probablemente ese chico piense que estabas acosándolo pero ni siquiera se hablan, así que se le olvidara con el tiempo—escucho que está hablando Nathe—Aparte tú eres un poco rara a veces—

—¿Gracias?—no sé si tomármelo a bien o mal

—Emma estará haciendo una fiesta este fin de semana, ¿Van a ir?—Escucho que comenta Sarah

—Yo no sé, depende si tenga ganas de ir y la hora—comenta Nathe

Dejo de escuchar la conversación al ver a mi compañero de física sentándose solo y con los audífonos puestos, ¿Acaso no le hablara a nadie? ¿Siempre se sentara solo? ¿Por qué tiene un aura de misterio?

—Cora, ¿Estas escuchando?—oigo la voz de Sarah y veo que me está mirando

—¿Qué?—pregunto un poco confundida

—¿Qué si quieres salir un rato en la tarde?—

—Está bien—

—Y por cierto, ¿A qué veías?—

Volteo a ver dónde estaba sentado mi compañero pero noto que se ha ido, el lugar se encuentra solo.

—A nadie—le respondo con una sonrisa

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- Mind S.



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En el texto hay: adolescentes, amor, suspenso

Editado: 16.11.2019

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