—Comienzo a pensar que eres insoportable—Pongo mis manos en mi cintura y hago una mueca.
Me estaba lavando los dientes y cuando giro el estaba ahí, mirándome seriamente como si es su mente pensara cinco mil cosas a la vez
—Venga, me pondré un chip de rastreo así sabes donde estoy—hago una mueca, miro mi pie aún encadenado, aún que gracias a todo ser existe no me puso su estúpida mordaza y cadenas en las manos y que las cadenas sean suficientemente largas como para caminar por aquí
—No es mala idea—Susurra mirando el piso—Necesito saber quién te ha chupado la sangre—Señala mi brazo
Viendo como me quedaron dos agujeros profundos en el, me quedo callada y levanto la cabeza para salir de el baño chocando con el hombro de Alexander
— Katherine Mclaren, te juro que te haré algo muy malvado si no me dices quien te marco el brazo—
—¿Existe algo peor que me encadenes los pies y estés las 24 horas del día atrás mío?—Me río—Mira, hay algo que se llama 'códigos' yo prometí callarme a cambio de romper las cadenas, por lo cual ¿yo que haré ahora? Callarme.—Sonrió
—Buscaré por las cámaras de seguridad—Observé las habitación por todos lados en busca de una—Aquí no hay, pero en los pasillos si—Bufo, miro por el reloj colgado en la pared, las 7:39 de la mañana,
—Por una extraña razón...—muevo mi cabeza inclinandola aún lado, con el reloj en la vista—¿Hay alguna forma de que pueda faltar a aquella 'Fiesta'?
—No lo creo, por 3 razones—Alzo una ceja—Primero; Quiero que vayas. Segundo; Eres la reina, tienes que ir. Tercero; Se me antoja que vayas, me encantará verte con un bonito vestido bailando conmigo será una sensación única—Me sonríe
Tengo muchas ganas de matarlo ahora mismo,¿Como se atreve a llevarme a aquella fiesta, sabiendo que aquello es un insulto para los humanos?
—Alicia vendrá dentro de poco—Observa su reloj—En 15 Minutos debe estar aquí—Afirma—Te traerá el vestido que usarás, ella lo eligió así que supongo que es algo...—Mueve sus manos en el aire buscando la palabra indicada—Solo... En la fiesta no te alejes de mi—Dicho esto se va de la habitación.
«–En la fiesta no te alejes de mi» sus palabras sonaron repetidas veces en mi cabeza, será un lugar con mucha gente, la verdad que quizás pueda escapar, eso sería genial.
Aún que primero tengo que buscar una escusa para alejar a Alexander de mi lo más rápido posible.
La puerta sonó y yo camine hacia ella para abrirla pero mis cadenas llegaron al límite ya no podía acercarme más, sentí un nudo en mi garganta y mire mis pies con frustración
—¡Pase!—Grite, una chica rubia con una sonrisa gigante aparece con la puerta, me mira y sonríe aún más fuerte, tiene un cierto parecido a Alexander.
—Hola, soy Alice William, tu debes ser Katherine Mclaren, mi hermano me habló de tu... Forma de ser—Me sonríe ampliamente mientras en su mano tenía un vestido pero no lo lograba ver gracias a que había una gran capa blanca cubriéndola
—Oh, si ¿eres la hermana?—Ella asintió, sus ojos eran esmeralda, bastante bonitos e iluminados
—Venga, mi hermano tenía razón cuando me dijo que tú mirabas directamente a los ojos—Sonríe incómoda, mira hacia las cadenas y pone los ojos en blanco—Él nunca aprende.
Saca de su bolso negro una llave y se agacha a la estatura de las cadenas, me las saca y yo alzo una ceja
¿Me las saca sin nada a cambio?¡Se hubiera presentado ayer! Tuve que darle mi sangre a un vampiro para hacerlo.
—Mi hermano no confía mucho en las mujeres, en hombres tampoco, pero igual—Se ríe—Yo confiaré en ti, traje tu vestido, Alexander me dijo que tenías un carácter fuerte por lo cual tengo un vestido qué te quedará genial por si haces un escándalo.
—¿Crees que haré un escándalo?—Alce una ceja
—Nose, yo lo haría... También soy humana y también creo que esa fiesta es un total insulto para ambas, pero es nuestro deber ocultar esos sentimientos Humanos y mostrarnos como fuertes conquistadores.
—¿No eres loba?—Pregunto mientras me tocó mi adolorido pie, quien tenía una marca roja
—Soy adoptada—se encoge de hombros—Anda, ya te diste una ducha por lo que veo—Señala mi pelo mojado, asentí—Bien, ponte el vestido—Me lo entrega, hice una mueca y ella río amistosamente—También odio los vestidos pero no me resistí a ese—Lo señala en mis manos—Dios, te quedará perfecto, ¡ve!¡ve!
(...)
Salí del baño con esta estúpido vestido, era rojo y acampanado llamativo y con su pecho apretado.
El vestido es llamativo y encima incómodo, me hizo ponerme unos estúpidos tacones de 20 cm aproximadamente de altos, tambien rojos.
Alicia ya estaba con su vestido turquesa apretado en su pecho y acampanado en la falda, como el mío pero menos acampanado.