La fiesta continuaba y yo estaba tensa, Alexander no me dejaba ni un minuto sola, tenía la idea de hablar con Alicia y que me ayude para escapar de esta bestia, pero no me deja en privado ni un jodido minuto
—Alexander, hijo—Se acerca un hombre, tenía cierto parecido a él. Junto a una hermosa mujer.
El padre y la madre.
Jo-der.
Miré a mi alrededor rápidamente, si Alexander es un sádico de alguien tuvo que sacarlo. ¡Debo buscar a Alicia!
—Hola padres—Saluda respetuosamente—Ella es Katherine Mclaren, mi mujer—Sonríe ampliamente
Ya quisieras que sea tu mujer...
—Una... Humana—Dice el hombre mirándome de pies a cabeza—Bastante sexy, tienes suerte— muerdo el inferior de mi mejilla para evitar decir algo estúpido
Sexy el puñetazo que te daré, cariño.
—Wow—Me Besa la mejilla la madre—Es hermosa, debe igualmente transformarse su raza es muy inferior—Me mira fijamente, yo miro a Alexander y achino mis ojos él entiende lo que digo
—Claro, Señora William, en problema es que... Siendo humana tengo más conocimiento y podré saber los lugares y secretos de los rebeldes que ustedes los moust...—siento como Alexander aprieta mi agarre—Ustedes los lobos no sabrán nunca—Sonreí—Pequeñas estrategias
Los hombres me miraron neutros por unos segundos, hasta que aceptaron con la cabeza
—Me parece genial, es muy buena forma de pensar—Hablo el hombre—Me alegro demásiado que seas tan calculadora y atenta—Mira hacia donde esta Alicia—Iré a ver a tu hermana—Dicho esto se va, Alexander se pone al frente mío con una gran sonrisa
—¿Me dirás los lugares secretos de humanos?—Pregunto emoción, parece un niño al cual le entregan un dulce. Por un pequeño segundo lució inocente.
—En tus mayores sueños Alexander William—Confieso con una sonrisa
Su rostro se pone tenso, me mira furioso y sus ojos cambian de un repentino color amarillo.
—Ni en tus mayores sueños cuando lleguemos a casa seguirás siendo humana Katherine Mclaren—Dice en el mismo tono que yo.
¿Sabe mi apellido?
Lo mire furiosa, mi única defensa en éstos momentos era esto; le clave el tacón de mi zapato fuertemente en su pie, él me miro neutro.
Mi fuerza humana apesta.
—¿Ya terminaste de hacer idioteces humanas?—Pregunta en tono molesto
Gruñi, le di una cachetada que en todo el salón sonó, la música paro de sonar y todos nos miraban boca abierta, un dolor en la muñeca de mi mano me invadió, él con la cabeza aún inclinaba hacia un costado gracias a la cachetada-Que si le dolió- y un pequeño mechón de pelo que se le coloco en su frente giro a verme con sus ojos amarillos.
Acabo de sentenciar mi propia muerte,
¿Esto es suicidó, verdad?
(...)
—Empiezas a colmar de mi paciencia, Katherine—Grita mientras entramos a la habitación y me jala hacia adentro de ella, yo caigo sentada mirando a Alexander furiosa—¿Podrás dejar de ser un poco menos idiota?—Medio grito, me miro a los ojos y yo copié su acción—Baja la cabeza si no quieres recibir un golpe—Dice agarrando de mi brazo y llevándome de un movimiento brusco y seco
Sigo mirándolo a los ojos fríamente, el eleva su mano izquierda para golpearme mientras que con su mano derecha me sostiene del brazo fuertemente y me junta a su pecho.
Él me mira y sus ojos se tornaron en amarillos, bajo la mano despacio mirándome aún con enojo
—Agh, no puedo hacerlo—Gruñe soltándome, yo hago pasos para atrás disimulados—Ni un paso más Mclaren—Gruñe, yo asentí
—Me sacaré el vestido—Digo agarrando ropa y prácticamente corriendo hacia el baño.
Comencé a sacarme este incómodo vestido y me puse ropa cómoda, me mire al espejo, estoy pálida y tengo un poco de maquillaje corrido, me lavo la cara y me saco todo el maquillaje que tengo, me siento en la esquina de la habitación, mi mano duele a horrores siento como si me hubieran roto todos los huesos.
—Katherine apúrate—Ordena Alexander al darse cuenta que estoy tratando demasiado.
—¡Estoy cagando!—Grité
Apoyo mi cabeza en la pared y cierro los ojos intentando mantener la calma, siento como una lágrima traicionera resbala por mi mejilla y llega a mi mentón
—¿Katherine?—Pregunta nuevamente, tapo un ruidosos llantos con mis manos mientras cierro los ojos intentando dejar de llorar
La puerta se abre, Alexander al verme, se acercó ami y me miro unos segundos, lo veo sentarse a mi lado pero sin decir absolutamente nada
—Me estás matando Katherine—Susurra, yo limpio mis lágrimas y lo miro fijamente
—Déjame irme, Solo quiero volver con mi gente—Suplico, el niega con la cabeza—Pero... Déjame amenos un día salir del castillo, Por favor—el se queda en silencio—Por favor.
—¿Cuando?—Pregunta derrepente, sonrió ampliamente
—Mañana,—