—He dicho que te alejes de ella, Philips.—Dijo en un tono alto Alexander, me sentía indefensa y la sombra no se encontraba cerca.
Taylor me sujeto de el brazo y se río, hice una mueca y al sentir su fuerza sobre natural.
—Debo admitir que Katherine es igual a Jackie... Tan indefensa a lado de su depredador.—Dice mirándome con deseo.—Escuchó su corazón latir rápida mente y... No es el único—se ríe para luego sujetarme de la cintura y atraerme a el—Su sangre me llama, es un canto tan celestial...
—Le tocas un pelo y te juro que te haré pedazos.—Dijo Alexander haciendo pasos para adelante pero Taylor lo interrumpió.
—Un paso más y el cuello de Katherine tendrá dos amigos—Dije mostrando sus colmillos. La impotencia me estaba matando y deseaba con todas mis fuerzas irme de este maldito lugar junto a Alexander.
—Sombra— Susurre al sentir su presencia cerca, derrepente siento como me sacan de los inmundos brazos de Taylor de un tirón y al el recién nombrado lo acorrala contra la pared.
—¡CON KATHERINE NO!—Gritó la sombra, sorprendida hice un paso hacia atrás. Alexander me abrazó fuertemente. La sombra golpeaba sin parar a Taylor quien solo recibía los golpes—¡Nunca te metas con mi gente!¡Nadie se debe meter con Katherine!¡Nadie!¡Nadie la lastimara mientras yo este aquí!—Todo lo decía a gritos, yo lloraba sin parar por aquello. Asta que Taylor cae al piso inconsciente. La sombra agarra un palo y mira a Taylor.—Esto te sucede por mentirle.—Sin darme a reaccionar, la sombra clavó el palo en su corazón quitándole la vida. La Sombra gritaba y eso era desahogarse, por que solo yo pude escucharlo.
Alexander me abrazaba fuertemente mientras que con su mano derecha me agarraba la cabeza para que no mirara.
Yo lloraba como nunca en sus brazos. Sentí un golpe en mi hombro. Giré y estaba la sombra; No nos podíamos abrazar ni hacer nada. Solo mirarnos y llorar en silencio.
—Perdón, perdón por una estúpida tonta humana sin cerebro. Perdón por ser tu carga y no escucharte. Perdóname por favor sombra, perdóname. Siempre tuviste la razón
—Perdóname, estaba enojado tu no eres una estúpida tonta humana sin cerebro. Eres valiente, tienes sentimientos... eres mi hermana, quizás no de sangre por que yo soy mucho más guapo, pero si sentimental.
—¿Mucho más guapo? Eres una sombra.—Conteste limpiando mis lágrimas
—Una sombra sexy.
Alexander me abraza por la espalda y me sonríe. Le devolví la sonrisa débil mente.
Creo que ya es hora de volver.
(...)
Estaba sentada mirando un punto ciego de la habitación, la sombra se había ido a la habitación de alado y yo solo me quedé con Alexander quien está acostado con mi mano entrelazada a la de el.
—Entiendo que estés mal... Pero tranquila, estarás bien.—dijo Alexander dándome caricias en mi mano.
—Si, lo sé.—Susurre en respuesta.—Solo que... Confiaba en él, se comió a todo un grupo de 30 personas Alexander... Me llamaban líder, y ¿Donde estaba yo? Estoy cansada de ver gente morir.
—Katherine, cariño.—Alexander se sienta al frente mío y me mira a los ojos—No has visto a tanta gente morir, solo... Lo superaras.
—Mate a tu padre y vi a 30 personas desagradas en solo dos días, quizás es poco para ti. Pero para mi no, es doloroso. En la etapa de celo yo estaba siendo atacada por ustedes tres, me encontraba en el campamento del grupo y yo solo podía pensar que no iba a salir con vida, Taylor me quería chupar la sangre pero no pudo por que una anciana con un palo de escoba lo golpeó.—Alex sonrió amplia mente—Todo el grupo salió de sus escondites y me defendieron. Eso fue lealtad por que no estaban obligados a salvarme ni tampoco éramos amigos, nada. Yo era su líder y ellos me seguían. Los dejé con Taylor pensando que ellos estarán bien con alguien como el.—Las lágrimas no tardaron en salir—Ver el cadáver de la anciana alado de un palo de escoba lleno de sangre fue la imagen más fuerte que termine de ver allí. La anciana que me salvó murió. Y fue por mi culpa,¡Yo no estuve para salvarlos!
—Te estás torturando sola, Katherine.—Dijo Alexander abrazándome. Mire un punto ciego de la habitación por encima de su hombro
—Estoy cansada.—Susurre. Ya no quiero Ver gente morir sean humanos o seres míticos. Ya no quiero despedirme de nadie ni tampoco desconfiar de todos. Solo quiero estar junto a Alexander y la sombra... Feliz. Con una vida normal.
—Yo igual.—Contestó en mi oído abrazándome aún más fuerte.—Yo también estoy cansado, Katherine.
—Entonces para con esto, domina de otra forma... Puedes, puedes aún dominar el mundo pero sin reglas y sin matar a los humanos. Puedes sacar el toque de queda, la regla de no escuchar música o reír a carcajadas.—Ofrecí, me separé de el y lo mire—Yo te ayudaré a dominar el mundo. Yo seré la reina y tú el rey como vos querías desde el principio... Pero sin atormentar a nadie, sin calabozos, sin cadenas, sin miedo, permitiendo que los seres míticos y los humanos vuelvan a ser felices.