Encadenados [#e2]

Capitulo 35

ALEXANDER POV

Había perdido absolutamente todo, por ella.

Pero no iba a dudar entre su vida o mi reinado. ¡Ella obviamente! No me imagino una vida sin mí indomable, sarcástica, enojona, castaña qué hace qué sonria cada día.

Estamos todos en silencio, los guardias nos rodean y la presión en mi pecho aumenta cada vez más al pensar que mi pequeña está indefensa alado de él.

James, Nick, Aleckseï, Leah, Lucas y Adara están sentados en el suelo alado mío en ronda, todos estamos siendo amenazados por pulsantes armas.

—Escucha amigo.—Escucho la voz de Nick—Estas buenísimo, pero no vivirás mucho si sigues así. ¿Enserio crees que el reinado de Velkan dudara? Ja'—Se río. El guardia le puso un arma en su nuca y Nick suspiro—Venga, tranquilo, solo quería sacar el ambiente tenso.

Tenía unas enormes ganas de chocar mi puño en el rostro de Nick por pensar en tonterías mientras que todos pensamos en como escapar de aquí. Y no lo golpeaba porque era el que más estaba siendo vigilado.

No tienen la culpa, no debes atacarlos con Ruthless necklace » me repetía internamente gracias a que Katherine me hizo entrar en razón. Si no ya hubiera matado a todo ser de esté castillo.

Pero, claro, ellos aún son mi gente.

—Hermano, únete al lado oscuro.—Siguió hablando el rubio—Aquí todos somos Team-Alexander.

Un guardia entró con una café en sus manos y se sorprendio a verme de rodillas en el suelo amenazado por todos los guardias. Rápidamente corrió en mi dirección y de un fuerte movimiento me arrancó las cadenas que me dejaban inmóvil.

—¡Es el rey! ¿Estais locos?—Gritó el guardia a sus compañeros.

Se ve, que este hombre no estaba informado de mi retirada.

Antes de que alguien pueda hacer algo rompo las cadenas de Nick primero y este se pone de pie con energía.

La única razón por la cual lo desate primero es por qué su magia puede darme más tiempo.

Desate a Lucas y Aleckseï y ellos se encargaron de desatar a los demás.

Los guardias no tardaron en atacarnos pero Nick y James se encargaron de ellos mientras que nosotros buscábamos una salida.

Leah rápidamente movió junto a Adara todos los muebles para ponerlos contra la puerta así evitar que entren otros guardias.

Cuando todos los hombres estaban derribados y los únicos bien que estábamos éramos nosotros, búsque con la mirada una salida.

Pero evidentemente no la había.

—Mierda, no podemos salir por la puerta, tendríamos que matar a más soldados y ellos solo reciben órdenes, son nuestra gente...

Nuestra gente...
Nuestra gente....
Katherine.

—Katherine—Exclamamos Lucas y yo al mismo tiempo.

Katherine siempre protegio a su gente, con todo su esfuerzo y al decir “Nuestra gente” es inevitable no recordarla.

Ella buscaría una salida, si no hay ventanas, buscaría una forma de salir, sin importar si tiene que ser por cielo y tierra...¡Eso es!

—Él conducto del aire.—Señale el techo—Seguramente resistira el peso de nosotros, pero debe ir uno a la vez.

Me subí encima del escritorio y al llegar lo suficiente alto le saqué la tapa y meti un poco mi cabeza al ver los pasillos.

—Iré yo primero.—Informo. Tengo que encontrar a mi chica lo más antes posible.

KATHERINE POV

Me desespere a mi misma al sentirme tan mareada por causa del fuego, a lo lejos pude ver cómo los vecinos ayudaban a que todos salgan del preescolar. Pero no lograba ver a los gemelos.

Unos brazos me rodearon rápidamente y me presionaron contra su pecho. Sentí menos el calor. Al ver quien era el ayudante, pude ver a Derek mirar los edificios con preocupación.

—Papá...—Lo llame asombrada, el tenso sus alas y me miró sorprendido

Pero mi vista se guío a los edificios, muchísimos ángeles se encontraban ayudando a las personas y otros apagando la catástrofe. No podría creer qué vea a tanto ángeles juntos.

Pero me sorprendi al ver que nadie los podía ver, solo yo.

—He traído ayuda. Supongo que mi hija la necesitara más seguido ahora

Cortando el abrazo y con mis fuerzas, —Casi—, mejor comencé a correr hacia el preescolar. Al llegar veo a todos lados, los vecinos eran muchísimos y estaban acomulados con los niños. La multitud no me dejaba ver nada y sentía como mi mundo se caía a mi alrededor

—¿Matthew?¿Dylan?—Grité mis ojos se llenaron de lágrimas y solté un suspiro rendido al ver a la maestra de los gemelos mirarme con pena—¿Donde están?

Ella simplemente negó con la cabeza cabiz baja.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.