Encadenados [#e2]

Capitulo 39

Entre a la sala y me encontré con Velkan, quien estaba acompañado con Alexander; él estaba sentado en una silla con cadenas que rodean su cuerpo para que no pueda levantarse.

Apenas llegué comencé a caminar hacia ellos haciendo que el tacón de mi zapato suene contra el suelo y haga eco en la sala.

Abri mi mano y con un rayo fino de hielo corte las cadenas de Alexander liberandolo. Velkan me mira sorprendido pero luego sonríe malisiosamente

—Veo que has venido para ver cómo asesino a el padre de tus hijos. ¡Adelante, mira todo lo que quieras!—Sonrie con amplitud.—Sera un honor ver cómo te rompo el corazón.

—¿Eso quieres? —Pregunté—Entiendo, quieres romperme el corazón, por que aurrine tu maldita amistad de 207 años. ¡Genial, sí eso quieres, hazlo! —Hice un paso más—Aún que lo intentes, no podrás destruirme. Todos lo que intentaron hacerlo ahora no se encontran con vida. ¿Te seguirás uniendo a la lista?

—Ja. ¿Una chica vencerme?—Se acerca y corta la poca distancia que teníamos. Pone una mano en mi mentón y sonríe malisiosamente—No puedes atacarme—Habla mirándome fijamente

Y entonces una onda de electricidad recorrió todo mi cuerpo, haciendo que Anabella se despierte y comience a ponerse inquieta, sentí como tenía el impulso de ponerme de rodillas, sentía que todo mi ser pedía obedecer a Velkan.

—Asesine a Lucas, el puesto de rey de los híbridos es mío.—Me susurra y su aliento choca contra mi mejilla—, Me tienes que obedecer, al igual que Leah en su cierto tiempo obedeció a James.

Intriga por como sabía eso, hice un paso atrás y frunci el ceño. Me negaba completamente a aceptar mi derrota y ponerme de rodillas. Quizás hasta podía arrancar la piel de mis huesos y sacar el aire de todos los pulmones para no obedecer sus órdenes

Armó una rápido daga entre mis manos y se la clavó en su pecho, el frunce el ceño con molestia para luego hacer pasos atrás tambaleandose.

—Sé dónde está Aarón.—Esfuerza la voz con molestia—Si yo muero tú te quedas sin la ubicación de él. ¿Lo volverás a perder? Sí yo fuera tú, ya estaría curando mis heridas.

Asombrada, me quedé en silencio mirándolo. ¿Sabía dónde estaba Aarón? Nunca me puse a pensar en este corto tiempo de que había pasado con él desde que Derek me contó que estaba vivo. Pero, ¿Que me espera, al encontrarlo? ¿Al verlo, quién será? ¿Cómo me preséntare?

Dudo que pueda decirme “Oh, hola, soy Katherine Mclaren, tu hermana que pensó que estabas muerto por culpa del cáncer por 27 años”

—¿Él... Está bien?—Susurre, me había dado justo en mi punto débil y no había marca atrás; él ya se había dado cuenta sobre mi debilidad y no dudara en manipularme y lastimarme

—Sácame el hielo, Mclaren.—Ordena.

Las dagas de hielo sin bombas de tiempo, al ser clavadas en un cuerpo está daga se disuelve y un mortal líquido se desparrama por sus articulaciones .

—[...] O no veras nunca más a Aarón.

Cerré mis ojos con fuerza y solté un abrumado suspiró. Me acerque a Velkan y saqué la daga, el espero que siga pero al verme no haciendo nada continúo hablando

—¿Que esperas? ¡Haz tu abracadabra y sácame el líquido!—Exclamó

—¡Dale el reinado a William!—Exigí, el puso cara de pocos amigos —Alexander también me puede conseguir la ubicación de Aarón. Así que si quieres que te elija a tí, dale el maldito reinado.

—¡Esta bién!—Suspiro—, Yo Velkan Kendrick rey del mundo autoridad de el mal le entrego el absoluto trono a William convirtiéndome en un don nadie. —Sonreí ampliamente y él rendido volvió a pedir ayuda —¡Por favor, me está matando! Ayudame.

—Lo siento.—le sonreí con maldad—Pero elijo a mi chico.

Velkan indignado, comienza a caminar torpemente hacia la puerta pero Alexander se libera y corre en su dirección, lo tira al suelo y él se sienta sobre su pecho mirándolo

—Esto es por mi hermano.—Dice con odio, no entendí hasta que lo ví arrancarle la cabeza de un solo tirón. Ahogue un grito y mire hacia otro lado

Alexander luego de minutos se puso de pie y miró el suelo, sus manos llenas de sangre me aterrizaron. Camine hacia el con intensión de abrazarlo pero él me detuvo

—Necesito espacio.—una lágrima cayó por su mejilla—Alejate de mí, por favor, te haré daño.

—Alexander por favor, no me abandones, sé que es duro todo esto pero no me dejes ahora. ¡No me dejes sola!—La desesperación por el simple pensamiento de que él se vaya era evidente

Alexander solo me miró con sus ojos vidriosos mirándome con melancolía y nostalgia

—Lucas ha muerto.—Responde—Y siento como una parte de mí, murió.—Se lame los labios disimuladamente y continua hablando—Solo déjame unos minutos solo, solo... Déjame pensar.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.