Encadenados [#e2]

Capitulo 40

Me siento vacía.

Tengo un hermoso hombre a mi lado, unos ideales hijos, unos divertidos amigos, un mundo en mis manos, aún así teniendo todo lo que yo quiero conseguir, teniendo a quien quiero y deseo de mi lado, me siento tan sola como un perro abandonado.

Podría decirse que estoy pasando por un “shock de maduración” como dijo Nick, o un “Colapso temporal de sentimientos” como expuso James, o quizás un “agobiamento de problemas” como me susurró Adara. Pero no, no tenía nada de aquello

Y estaba segura, de que nadie en ese maldito castillo —Aparte de Leah y Alexander— sabían como verdaderamente me sentía. Lucas había sido uno de mis primeros amigos en el castillo, que aparte de burlarse y reírse de mis intentos de escape o chistes anticuados y poco ingeniosos; él estuvo ahí y me ayudó en lo que necesitaba.

Flashback

Un chico se acercó ami y yo empecé a gatear hacia atrás con miedo

—Tranquila, soy Lucas Cunningham, soy el mejor amigo de alex—me sonrió transmitiendo paz.  —Yo te ayudaré.

Fin flashback

Recordaba aquellos momentos, él día que Ryan me había atrapado y convertido en un ser mítico, él me saco de allí para que no corra peligro.  Mientras que él me cargaba en sus brazos y yo descansaba en su hombro. Increíblemente me llevó a una tienda para comprar acondicionador.

¿Como olvidar cuando en mi cumpleaños me llegó un paquete a Forks y dentro había un pack de acondicionadores y una carta?

Flashback

—Mira, el señor Antoni nos trajo este paquete hoy.—Leah entra a la casa y me lo entrega—Viene de Amsterdam, es para ti.

Abri en paquete y observé que había potes de acondicionadores, entre ellos había una carta

“Katherine, haz cumplido ya 23 años, estás toda una vieja ya, recuerdo cuando me preguntaste que acondicionador usaba y yo me negué completamente en decirte. Bueno aquí está; este es un acondicionador que lo deja sedoso y manejable. Me lo preparan especialmente para mí y el único que lo usa soy yo, así que siéntete honrada. Te quiere pero no mucho, te extraña pero no lo suficiente, te odia pero ni un poquito. Cuningham Lucas.

Fin flashback

Solté una lágrima y deje que caiga por libertad en mi mejilla, en cual otro momento me la hubiera sacado rápidamente así nadie podía verme pero eso era lo que menos me interesaba en estos momentos.

—El puesto de rey nuevamente es de Alexander.—Murmure—Mi coronación será en unos días, Alexander está preparando todo. Pero claramente todos sabemos que lo hace para dejar de pensar en ti.—Me senté a su lado y lo mire—No te supera, y no lo hará, 207 Años de mejores amigos no se puede hechar a la basura.

—Lo tienes que ayudar.—Lucas me contestó sin dejar de mirar el césped

—No puedo.—Confese—Está en estado de negación, aún cree que volverás a casa y él... Él podrá verte de nuevo. No se ha despedido de ti y no está tranquilo por eso. Te extraña demasiado y estoy comenzando a pensar que es gay y te ama.—Solté un suspiro y recargue mi espalda contra los barrotes del banco—Tienes que volver.

—Sabes que no puedo, reina.

—¡Lo sé! Pero... Las cosas se salen de descontrol, Leah está deprimida y se niega en cuidar a él bebé que tiene en su barriga. Alexander está apunto de apagar la humanidad. Los gemelos preguntan por tio acondicionador. ¡Te necesito! No solo por ellos, sino también por mí. Has sido mi confidente por mucho tiempo. Has estado siempre a mi lado. No te puedo perder con tanta facilidad.

Lucas me sonrió forzadamente y puso una mano sobre mi rodilla

—No pueden saber que estoy aquí. ¿De acuerdo? Sí lo saben tardarán más en superarme. —Sus ojos se ponen vidriosos y suelta las lágrimas acomuladas—Cuida al frijol que lleva Leah, dile que la amo y que nunca parare de hacerlo. Cuida a tu hombre, dile que aún qué no me haya despedido siento que las cosas entre nosotros quedaron más que bien. Dile que es, fue y será el mejor hermano que te tenido en toda mi vida.

—Lucas...

—Y tú... Katherine eres la más fuerte, por eso te he contactado.—limpia mis lágrimas con su pulgar y luego me sonríe—Tienes que guiarlos hacia un buen camino, debes ayudarlos con sus obstáculos, debes ser fuerte. Y esta vez no solo por ti, ni por los gemelos, por ellos. Has pasado toda tu vida protegiendo a los humanos, tus hijos, a ti misma, es hora que los protejas a ellos

—Yo no puedo ...

—Si puedes.—Contestó como si fuera lo más obvio de la vida—Eres Katherine Mclaren, consigues todo lo que te propones.

—Te voy a extrañar mucho.—Lo abrace fuertemente y me separé de él




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.