Encantada [#e4]

Capitulo 20

—¿Qué mierda haces aquí?—Escupo mis palabras con veneno mientras observó que no haya nadie a nuestro alrededor para poder escucharme—¡Mierda Allen!

Me había costado una locura sacarlo de mi casa para poder hablar en privado. Los gemelos se abalanzaron sobre él pero Travis y Austin los sujetaban y los alejaban, sabían que sus portadores estaban débiles y no tenían sus sentidos activados por lo cual era obvio que la pelea iba a ser injusta. Alexander, parecía querer su cabeza entre sus colmillos casi al instante, se mostró totalmente enojado pero su beta, peón o mejor dicho mi tío, lo detuvo diciendo que Ruthless necklace estaba aún activado y me dañaría, siendo mitad humana ese maldito collar puede acabar conmigo.

—Como todo un acosador observé la pelea, activaste Ruthless necklace y la casa explotó, me puse medio tonto por el ruido pero cuando ví al Rey levantar su puño...—Cierra sus ojos, sus palabras comienzan a arrastrarse—Solo quería salvarte de ese golpe, era lo único al cual pensaba.

—Que romántico—Ironica rodeo los ojos—Katherine ya debe estar en camino, debes irte.

—¿Y dejarte con un lobo golpeador, un Gwahanol con problemas de ira, otro Gwahanol temperamental, un chupasangre que se siente atraído a tu sangre y una loca de titanio que juro matarla algún día? Yo me quedo.

¿Matthew tiene problemas de ira?

—¡Allen!—Regaño—Mierda, solo vete yo me las arreglo, son mi familia.

—No te volveré a ver en un hospital, sabes que esa gente que es tu familia no es nada normal. Ellos están acostumbrados a la violencia y brutalidad, en cambio tu eres una humana normal. Entiende que no puedes protegerte sola.

<¿Desde cuando esté cucharachón tiene sentimientos?>

Ni puta idea.

—Tan manipulador...—Katherine camina hacia nosotros, con una sonrisa desafiante e incluso aterrorizante. Se lame el labio, a su espalda estaba toda mi familia, preparados para cualquier movimiento—El Allen que conocí nunca haría esto, recuerdo como te hacías encima cuando Alexander ponía los ojos en ti.—Carcajea—Ahora te has vuelto tan audaz.

—Amor, cuando te conocí salvé tu vida.—Escupe con repugnancia Allen, por el rabillo de mi ojo pude ver como él sacaba una daga lentamente.—Estabas moribunda e impotente, casi muriendo por deshidratación. te brinde toda mi ayuda y a cambio solo me mataste con tu sangre demoníaca en mi sistema.

—Pobrecito...—Se ríe lentamente—Mika también es igual a ti. Se cree poderosa pero frente a mi... Es inútil.

Allen se tensa al instante, Katherine parecía tan calmada que me asombraba, fruncí el ceño notoriamente. ¿La había capturado? La única vez que la ví dijo que iba a ser peor que mi peor pesadilla pero... Se veía tan ruda y experta que creí verla invencible. Que ingenua.

—Si no me das a Mika...—Allen se intenta abalanzar sobre ella, me pongo en el medio y con fuerza desconocida lo empujó hacia atrás y lo mantengo lo más alejado posible. Katherine no es capaz de mover ni un solo pelo, en cambio, sujeto a un desesperado chico—¡Acabaré contigo perra!

—¡Genial, si!—Grita—Acaba conmigo, iré al cielo, tomaré el poder de todo desde haya arriba y  haré trizas tu mente. Viva o muerta sigo siendo la Reina

» ¡Quería lo mejor para ti, Vieenself! Pero me estás poniendo las cosas muy difícil y si asesinarte hará que mi hija se una a mi imperio, yo misma me haré cargo de tu entierro.—De su mano, se arma una daga, parecía ser de hielo al cual era increíblemente asombroso—Ya no vas a meterte en mi camino.

—¡Soy el maldito verdadero amor de Amelie!—Exclama, incrédulo—¡Mierda, hasta me estaba empezando a agradar su compañía!

Miro a Katherine a los ojos, deseando que se retracte, pero en su mirada solo podía ver deseo por poder, anhelo de sangre y satisfacción de desesperación ante la muerte. Me causaba náuseas el simplemente pensar que ella lo mataría, él... Él es... Ejerce un poder tan fuerte en mi que me hace sentir cosas inexplicables.

No lo puedo perder.

—Eso, a mi ya no me importa—Entonces, camina con seguridad en nuestra decisión, siento un brusco golpe en mi brazo y luego siento caerme al suelo. Observó cómo Allen me corrió del medio, me miró velozmente para saber que no me había lastimado y luego se preparó para atacarla

Los gemelos rápidamente me sujetan de los brazos, me dejan inmóvil en el suelo y gritó de frustración y desesperación al ver como Alexander encaminaba hacia Allen, también con una daga de plata.

Él ya estaba rodeado.

No podía moverme, no podía ni siquiera sentir parte de mi cuerpo dado a la brusquedad al cual me pegaban al césped. Grito aún más fuerte pero eso no parece ser molestia para alguien.

¡Ayúdame!

<¡No puedo! ¡No puedo! Estoy en el cielo no puedo mover cosas en la tierra como Deffems lo hacía, solo puedo ver!>




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