Encantada [#e4]

Capitulo 30

—¿Qué hacemos aquí?

La niebla abrazaba nuestros cuerpos; la media luna no lograba iluminar ni siquiera nuestros pies. Allen había causado que caminé entre el bosque por durante cinco minutos, teniendo en cuenta que yo no camino ni siquiera para ir a la parada del bus.

Una vez que habíamos llegado, Allen me miraba fijamente a los ojos analizandome. No entendía que le sucedía, en absoluto, me desesperaba podría decirse.

—Se abrió una dimensión paralela, significa que podrás cruzarte con rostros conocidos pero no justamente los mismos a los que conoces.—Suena tan concentrado que me sorprende.—Emily es muy buena con sus planes

—Lo sabemos. Pero Katherine volvió a cruzar el portal; está aquí, y lo único que quiere hacer es acabar con su gemela

—¡No puede!—Grita

Frunzo el ceño

Miro su cuello, Ruthless necklace no estaba ubicado allí

«–Podrás cruzarte con rostros conocidos pero no justamente los mismos a lo que conoces.»

—¡Oh por Dios, no eres Allen!—Retrocedo rápidamente. Busco en mis bolsillos algo para defenderme, lo que sea que pueda conseguir. En mis bolsillos encuentro la pequeña daga que Allen había guardado en mi bolsillo antes que nos adentramos al bosque. La sujetó firmemente entre mis manos pero no paro de retroceder

—Por milenios, hemos vivido en una dimensión donde lo más sobrenatural que ha existido fue un anciano que llegó a más de 100 años de existencia. Hemos sido completamente normales; luchando con enfermedades, sobreviviendo a personas completamente igual que han intentado dominarnos, la normalidad apesta y ahora; nuestra líder Emily nos traerá una inmortalidad fiable y una vida digna de nosotros.

Mi espalda choca contra un árbol, lo tenía solo a centímetros de mi cuerpo. Sin embargo, no era capaz de poder atacarlo, algo de mí lo impedía completamente y eso me asustaba. Quizá por que es el rostro viviente de Allen, o por qué en mi interior realmente tengo intenciones angelicales.

—Sé lo que es sentirse humana, impotente y débil como una rosa creciente en el bosque frío. La inmortalidad solo traerá más caos—Mi voz tiembla—Sé lo que es estar débil, y te entiendo pero viniendo a esta dimensión no logras nada. Aquí, solo hay constantes guerras y muertes aseguradas

—La única muerte, será la de ustedes, Mclaren Williams.—Susurra lentamente, envolviendome entre sus palabras venenosas en cada suspiro.—Lo bueno de ti, angelito, es que tú no tienes el coraje de atacarme y yo, tengo el coraje de matarte

Y entonces su boca se abre como un plato, sus ojos se agrandan hasta casi salir de sus lugares, lleva sus manos lentamente a su pecho y de su boca comienzan a caer hilos de sangre, rápidamente observo como su chaqueta se comienza a llenar de sangre

—Es una lastima cariño, pero yo estoy llena de coraje.—La voz muy poco reconocida de la auténtica Katherine Mclaren hace que todo el bello de mi nuca se erice, pocos segundos después el cuerpo de Allen sale volando por los aires hasta chocar fuertemente con un árbol. Miro hacia al frente y la veo... Tan hermosa pero herida a la vez

Su ropa estaba totalmente destruida, podía hasta ver su ropa interior y más de la mitad de su brasier. Estaba descansa y sus pantalones desgarrados, tenía sangre cayendo de allí por lo cual supongo que ha estado peleado. Su cabello está atado con un moño desprolijo mientras que su rostro está todo sudado e incluso lastimado, tiene hematomas que parecen ser de hace días y otros que resultan ser de solo minutos. Cortes por sus mejilla derecha y tiene 3 garras marcadas profundas en el cuello.

—Hola mamá.

Suelto un suspiro agobiado y la daga en mis manos cae al suelo al mismo tiempo que corro a abrazarla. Ella ríe envolviendome en sus brazos, comienza a besar tus mi frente y cabello, bruscamente como si se estuviera despidiendo.

—Hola cariño.

Me separo de ella y tocó con las yemas de mis dedos son heridas, ella hace muecas cerrando los ojos; apretando fuertemente sus párpados, notoriamente mi toque le duele

—Se te infectara, puedo curarte. Quién hacia de mi madre era farmacéutica, conozco los primeros auxil...

—Estoy bien.—Interrumpe—Cuando me cortaban profundamente me ahogaban en una bañera de alcohol hasta dejar mis pulmones sin aire, y así revivirme con descargas de alto voltaje.—Gime—El alcohol era ardiente pero estoy más que segura que ya no se me infectara nada.

—¿Todo eso durante ocho años?

Ríe—Si, pero tranquila. Soy Katherine Mclaren, puedo hacerles algo peor.

—Así vestida no, estás prácticamente desnuda.—Comienzo a sacarme mi chaqueta, bueno, la chaqueta de Allen que me dió gracias a que olvide la mía.

—No, deja cariño.—Me interrumpe—Solo a una chica le quiero sacar la ropa, y créeme que mi gemela estará encantada de dármela, si quiere que yo no le quite su preciosa mandíbula.

—Aún debo cerrar el portal—Susurro mirando mi brazalete. Ella traga en seco

—Aún no lo hagas, primero quiero averiguar quién fue que abrió el portal y me tiró por el.—




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.