—bien…entonces —me recogí el cabello dejando un ponpon en alto, para luego frotarme los ojos, ya siento que tengo lijas bajo los parpados. —Clarence Lovelace, mi madre, mantenía la paz entre las diferentes casas de hechicería, eran el pilar, hasta que Thomas Rothlow decidió lo contrario. —fruncí el ceño intentando imaginar la escena de ese hombre loco el cual no podía ver si cara. —aja —la calma de Lucien solo deja espacio al silencio. —pero, siendo todo magia y hechizos… ¿Cómo es que una manada de hombres lobo entro a casa? —la cara de Lucien es un poema, no recuerdo bien esos detalles por más que busque en mi memoria. —bueno… tienes una buena pregunta y… lo que se me ocurre es…—se perdió en sus pensamientos —familias rivales o envidiosas —dije sabiendo que al menos por el alto grado de hechizo que Lucien sabe, todo apunta a que alguien tuvo que tambien invertir muchos hechizos de al menos magia oscura para que lograran entrar a la casa. Lucien incluso tiene los mapas de lo que era el castillo donde vivía, porque si, esto parece un castillo enorme. Escuchamos pasos venir del otro salón, cuando vemos que aparecen Bobby y Walter con expresiones adoloridas e incrédulas. —buenos días rayitos de sol —sonreí al ver la hora, no hemos dormido nada, pero sí que hemos comido cosas muy extrañas y un té que ni al caso mencionar. Me quede viéndolos como ambos parecían analizar su entorno, estoy en la misma mesa redonda de ayer pero ahora hay una cantidad absurda de libros abiertos en páginas específicas que leímos; temas sobre historia, jerarquías, licántropos, mapas de este lado del mundo porque si fui a la escuela, pero al parecer los humanos no saben que esta clase de cosas existen, aunque ahora que escucho nombres hay varios hombres lobos en el poder, así como vampiros y brujas. —¿no han dormido? —negué varias veces. —tenía que aprender muchas cosas y llegamos a una conclusión —ellos se acercaron a la mesa con duda. —¿Cuál? —pregunto Walter intentando verse calmado, es obvio que despertaron del lado incorrecto de la cama. ¿estarían preocupados? —hice bien en jamás desarrollar mi magia —respondí con labios apretados intentando que saliera una sonrisa. —¿Por qué? —pregunto casi ofendido Walter, desde que lo conozco parece que todo lo que diga que no compagine con el siempre esta ofendido. —vamos, tu padre no entro solo a mi casa y masacro a mi familia por si solo —me cruce de brazos viendo que ahora si se hacia el más ofendido ¿Qué? ¿delicadito? —eso es cierto, pero ¿lo recuerdas? —pregunto Bobby con duda haciendo que Walter tambien le echara una mala mirada. —no necesito mis memorias para eso, es más que obvio que algunas brujas no estaban de acuerdo con la mezcla de especies —por las cosas que leí y retuve en mi memoria, es más que obvio que no solo entre lobos esta unión era algo desagradable (para no empeorar las cosas), las brujas y vampiros tambien se tienen sus reservas con respecto a los Lovelace. Como siempre en los libros de historia pintan todo tan bonito que si no viviste ese momento escrito en la historia es más que obvio que algo no están contándonos. Nadie puede ser tan bueno. —en realidad tiene mucho sentido, pero ¿Quiénes arriesgarían todo? —Lucien parece que le bajo a su cafeína y podía ver mis preguntas como algo más probable que algo imposible. Lucien conocía bien el temperamento de las casas de hechicería en otras regiones, la teoría no es loca, pero la pregunta seguía ¿Quién era más malicioso de entre todos como para unirse a los lobos y matar a mi familia? —es obvio —todos me miraron. Puse los ojos en blanco. —pudo ser alguien que no estuviera satisfecho con mi madre o con mi familia en general, tuvo que planear esto demasiado bien como para deshacerse no solo de los descendientes de la familia Lovelace, sino desaparecer del mapa a cualquiera que se les opusiera. —lo dices tan —la manera en que me miraba Walter es todo un poema, es obvio que el no ha pensado en ello, estos alfas… —¿Cómo quieres que lo diga? —en mi vida antes de llegar a trabajar con las sombrillitas tambien me fui alguien más racional y según todo lo que he leído siempre es alguien que menospreciaron. —ahora que se todo esto —puse mis manos sobre las hojas de un viejo libro. —es obvio que tengo que tener ojos hasta en mi espalda —si de niña los tenia, ahora tengo que aprender magia para defenderme de otros hechiceros y brujos, genial. Creo que en esta vida tampoco podre ser feliz. —pero no lo digas así —Lucien hizo un puchero mirándome. —ahora que estas aquí, si ambos se casan podrán recuperar el territorio que está dividido. —el entusiasmo de Lucien me da un grado de ternura. Tendremos que derramar sangre innecesaria para que todo esto suceda y eso lo veo en los ojos de Walter. Después que me defendió esa noche según Lucien, Walter la paso mal, su padre lo trato tan mal mientras vivían bajo el mismo techo que se vio obligado a mudarse e incluso ya no tenía derecho a ser el alfa en el futuro, no al menos que él se enfrentara a su hermano Levi que seguro después de lo que paso correrá la voz de que estoy vivita y coleando, y que planeamos unirnos para enfrentar la profecía y ¡BOOM! Una nueva guerra. Necesitamos un plan. —necesitamos un plan —escuche a Bobby regresar con lo que parecía ser alcohol en un vaso ofreciéndole otro a Walter, este dudo un momento antes de tomarlo y beber todo el contenido. —tenemos que casarnos —lo mire casi con incredulidad. —¿Qué? —me levante de golpe de la silla. —¿casarnos? ¿acaso escuchaste lo que dije hace un momento? —su mirada marrón sobre la mía me lo dice, está decidido. —si lo hacemos, tendremos el favor de la diosa —me miraba como si eso explicara todo. —eso no evitara que nos maten —replique. —no… no, él tiene razón —ahora todos parecen perder la cabeza.
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