Capitulo 5

Eran las dos de la mañana y seguía haciendo tarea. Faltar una semana a clases e intentar recuperar el tiempo perdido era agotador. Ya en sí estaba cansada y triste, mis padres seguían distantes conmigo.

Miré por la ventana percatándome de que estaba lloviendo. Guardé mis cuadernos y me animé a subir a la terraza para despejarme un poco. La lluvia está calmada y un viento abrazador golpeó mi rostro.

En medio del silencio donde solo se escuchaban las gotas cayendo sobre el suelo oí una voz varonil y tierna, era mi vecino.

Que suerte tenía su novia. Por lo que escuchaba parecía que ella tenía problemas y él trataba de animarla.

Llevaba dieciséis años viviendo allí y todo ese tiempo había pasado por alto lo atractivo que era. Eran las tres de la mañana y mientras hablaba con su novia hacía ejercicios.

Si tendré esta vista todas las madrugadas no tendré ningún problema en desvelarme y pasar frío todas las madrugadas.—pensé.

—Descansa princesa, eres la mejor.—dijo mi vecino mandándole una nota de voz a su suertuda novia.

Qué suerte tienen algunas.

Mientras mi vecino trata a su novia como una princesa a mí solo me tratan como un pasatiempo.

Ash, por estar sumida en mis pensamientos no me percaté cuando mi vecino entró, que lástima...—pensé.

Ya eran las seis de la mañana y debía de ir a estudiar. No dormí nada.

Me bañé lo más rápido que pude para ir a la escuela. Salí de casa pasando mis manos por mi ropa cuando mi vecino salió de la suya.

El chico me sonrió...¿Y yo?

Yo me congelé, esa sonrisa me paralizó completamente.

—¡Celina perderás el bus!—gritó mi madre desde la ventana.

—Oh cierto.

Subí al bus y unos chicos me sonríen pero ninguno me interesaban.

Terminó el día y yo seguía pensando en la sonrisa de mi vecino.

Vamos Celina, ese chico no se fijaría en ti jamás.—me repito mentalmente.

Pero vaya que me encantaría, él se ve diferente... él es diferente.