Encuentros bajo la lluvia

Capitulo 27

La tarde estaba soleada, cálida, el azul cielo era hermoso y con ese bello paisaje que disfrutaba desde mi ventana seguía pensando en las palabras de mi madre.

 

"Nos mudaremos"

 

Ayer pasé el peor episodio de mi vida,Petter me rescató y mi madre lo único que quería era separarme de él.

 

El timbre de casa sonó haciendo que me exaltara.

 

—¡Yo voy!—dije de camino a la puerta.

 

—Preciosa, vengo a robarte toda la tarde.—dijo Petter parando frente a mí y yo no entendía a que se refería.

 

—Tengo una carrera hoy y quiero que vengas conmigo, ¿puedes?

 

Al momento me emocioné , iría a ver a Petter sabía que era un buen conductor pero nunca lo había visto competir.

 

Dani está con mi abuela y mis padres están trabajando, supongo que me puedo ir sin que lo noten.—pensé así que acepté gustosa.

 

Me puse algo cómodo pero de acuerdo con la ocasión y nos dirigimos a la carrera. Pensé que íbamos a la pista donde corría cada semana pero me llevé una sorpresa.

 

—¿Qué pasa Celi?—preguntó Petter viendo mi inconformidad.

 

—¿Carreras clandestinas Petter? ¿Desde cuándo?—pregunté molesta cuando vi que llegábamos a una carretera solitaria.

 

—Hoy es la primera vez que vengo, un colega me invitó.—me explicó pero a mí aún no me agradaba la idea.—Hoy correré contra Jorge, Celi y la apuesta es la titularidad de la portería para el próximo partido del colegio, no haré nada ilegal.

 

—Es una carrera clandestina ¿y me dices que no es nada ilegal?—dije frunciendo el ceño.

 

—Vamos mi enojona, tengo una carrera que ganar.—dijo mi Petter mientras tomaba mi mano y nos guiaba hasta todos los demás.

 

Habían muchos chicos y algunas chicas en el lugar, los chicos nos saludaron amablemente excepto uno.

 

—Llegó el riquillo de Petter Carrera y con una hermosa compañía.—dijo el castaño con intención de saludarme pero Petter me hizo a un lado.

 

—Dijeron que no estaría Damián.—reclamó Petter a sus amigos, incluido Jorge.

 

—Nadie invitó a Damián.—respondió otro de los chicos ,y yo no sabía que pasaba entre mi novio y ese chico pedante que no dejaba de mirarme.

 

—La carretera es para todos.—respondió alguien llegando en una moto, al momento reconocí esa tediosa voz... Carlos.

 

Petter apretó mi mano, sabía que estaba intentando controlarse. Por obvias razones no soportaba a Carlos, pero aún desconocía que sucedía con el otro chico.

 

—Yo me largo.—dijo Petter mientras caminábamos de regreso.

 

—Claro, acá no está la gente de tu papi y sin ellos no eres nada Petter Carrera. Si, mejor vete.—ese chico hizo que Petter se regresara y yo siguiera sin comprender de que hablaban.

 

—¡Damián, siempre te gano en todo y no tiene que ver por quién sea mi familia, soy mejor que tú, acéptalo! Supera todas las carreras que he ganado.—no entendía nada de que hablaban, definitivamente no conocía del todo la vida de Petter.

 

—Demuéstralo Petter.

 

—¿Qué quieres Damián?

 

—A tú chica.

 

—Petter se enfureció al escuchar lo que Damián quería.

 

—Eres imbécil, Celina no es una apuesta.—Petter trató de golpearlo pero Jorge y los demás lo detuvieron.

 

—Tienes miedo de perderla porque sabes que  te ganaré.—insistió Damián, Carlos lo apoyó.

 

—Una carrera por los autos.—propuso Petter alzando una ceja, yo lo vi con desaprobación.

 

—No puedes apostar tu auto.—susurré pero el me ignoró.

 

—Petter venimos en plan amistoso.—le recordó Jorge pero también lo ignoró.

 

—Hecho.—respondió Damián subiendo a su auto.

 

—¿Petter me trajiste a ver cómo apuestas tu auto con ese chico que no entiendo por qué te odia, pero es amigo de Carlos y es evidente que es como él?—reclamé casi quedándome sin aire, estaba muy molesta.

 

—Celi, siempre le gano a Damián en todo y el asegura que lo hago por ser un Carrera .Aquí no hay gente de mi familia, déjame a demostrarle que soy mejor que él en donde sea.—pidió Petter haciendo pucheros, no tuve otra opción más que apoyarlo.

 

—Gana esa carrera Petter.—dije finalmente dándole un beso.

 

—Por ti preciosa.

 

La carrera comenzó, estaba muy nerviosa a pesar de que Petter llevaba la delantera. Venían de regreso y Petter estaba ganando. Jorge y los demás celebraban, pero cantaron victoria antes de tiempo.

 

El auto de Petter comenzó a detenerse y Damián tomó la delantera.

 

¡Oh no!

 

Damián llegó a la meta antes que Petter.

 

—¡Eres un maldito tramposo!—gritó Petter.

 

—¿De que hablas? Te gané sin la gente de papi, no podías ganarme.—dijo Damián entre burlas haciendo que Petter se le fuera encima.

 

Comenzaron a golpearse pero Jorge los detuvo.

 

—Manipulaste mi auto para que fallarla, si no se hubiera tenido yo hubiera ganado.—reclamó Petter.

 

—¡Acepta que ganaste!—gritó Carlos.

 

—¡Tú no te metas! ¡Claro, tú fuiste quién arruinó mi auto antes de llegar!—lo acusó Petter.

 

—Carlos, Damián, saben muy bien que las trampas no se perdonan.—les reclamó Jorge.

 

—Aquí todo se vale. Dame las llaves, yo gané.

 

—Voy a recuperar el auto y a ti te romperé la cara.—amenazó Petter mientras lanzaba las llaves.

 

—¡¿Petter, le darás tú auto así!?—dije exaltada.

 

—Celina, así es esto, pero voy a recuperarlo.—Petter me respondió fríamente.

 

—Te dije que no compitieras con él, no te enfades conmigo no fue mi culpa.—grité molesta.

 

—Disculpen pero no discutan frente a nosotros, a mí me encanta el chisme.—dijo Jorge intentando calmar el ambiente pero sin embargo recibió que lo fulminase con la mirada, el entendió y se alejó.




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