Capitulo 3

Narra Ethan

Suena mi despertador a las 6:00 de la mañana avisando que me debo de levantar ya, abro los ojos lentamente para que la luz que entra por mi ventana no impacte directamente a mis ojos. Me levanto de la cama como mi madre me trajo al mundo, no mentira llevo unos boxers, al menos por si entran mis padres no darles la sensación de vergüenza absoluta.

Volteo a ver la habitación cuidadosamente y me doy cuenta que se ha ido, gracias a la diosa, no me gusta que intentan quedarse a dormir después de una noche de sexo. Les das un polvo y ya se creen que van ha ser la futura de la manada, cuando ese apodo solo pertenece a mi mate.

Llevo buscandola desde mi primera transformación a los 16 años, pero todavía no la encontrado. Hasta que la encuentre no significa que tenga que ser virgen y esperar una eternidad, prefiero disfrutar de mi vida sexual al maximo y mis fiestas antes de encontrarla.

Sueño con que mi mate sera una gran loba con carácter, capaz de llevar a la manada con orgullo ya que mi lobo es muy poderoso y necesito a una chica con carácter.

Me levanto, voy al baño hacer mis necesidades y me observo al espejo, ayer salimos de fiesta mi beta y mi delta. El alcohol no afecta a los licántropos sobre todo a un alpha, necesitamos litros de alcohol para emborracharse. 

Me ducho y me visto con unos pantalones vaqueros, una camisa pegada al cuerpo, botas de cuero y la chupa de cuero. Me observo en el espejo y se lo atractivo que soy.

Salgo de mi cuarto y me dirijo a la cocina donde estás mis padres Fiona y Julian y mi hermana menor Berenice.

-Buenos días mi vida, ¿como amaneciste?- Me dice mi madre con una sonrisa en el rostro.

-Bien mamá, ¿qué hay para desayunar? tengo un hambre que me muero- Me acerco a mi madre y le doy un beso en la mejilla.

-Huevos y bacon- Me lanza una sonrisa arrebatadora.

Me siento alado de mi hermana, ya que me mira con una mirada asesina que no lo entiendo la verdad, que hice ahora para que me mire asi. Se acerca mucho a mi oído.

-Ethan como mama y papa se enteren de las tipas que vienen a casa por tus encuentros te la vas a cargar.- Me mira con reproche- Al Menos la que debes traer a casa es a tu mate no ha cualquiera y lo sabes.

Me giró a verla con los ojos en blanco, ya que ella siendo la pequeña me está regañando a mi. Sinceramente si fuera al revés me enfadaría lo máximo ya que soy demasiado sobreprotector y hasta que aparezca su mate no le dejaré que se acerque nadie a mi pequeña hermanita con carácter.

-Primero hermanita esta es MI casa, no la tuya ni la de nuestros padres, entonces puedo traer a quien yo quiera- Le digo para que entienda las cosas correctamente- Segundo, aquí venís todos los días a comer porque me gusta estar en familia pero te recuerdo que cada uno duerme en casas diferentes desde que cogí mi puesto de alpha, ¿ok?

Me mira enfurecida y decide pasar de mi. Pero todo lo que le dicho es verdad, desde que mi padre me entregó su puesto de alpha yo he convivido solo, ya que mis padres decidieron irse para quitarse un poco el estrés de la manada, aunque ellos me dieron la condición de comer siempre todos juntos en familia. Yo en realidad no me quejo pero a veces es agobiante oír los discursos de mis padres acerca de los mates.

Perdón no me presentado, soy Ethan M’Canne y soy el alpha de la manada Black Moon una de las manadas más poderosa de todas.

Miro la hora y me doy cuenta que debo irme a la universidad, en verdad intentó estabilizar mis horas de la universidad con el trabajo de alpha para no estresarme más de lo que hacen mis padres.

Me despido de todos, voy hacia el garaje a coger mi jeep para ir a la universidad pero antes tengo que pasar por Joel y Héctor mi beta y delta.

Los recojo donde siempre quedamos y vamos directos a la universidad. La mayoría somos hombres lobos en la universidad aunque hay como unos 10 simples y insignificantes humanos que saben lo que somos y nos respetan más bien por miedo.

-Chicos sabéis que vienen tres chicas humanas nuevas a la uní- dice Joel con interés.

-Nos podríamos divertir con ellas y dejarles las cosas claras o que creía- Dijo Héctor con una sonrisa en su rostro.

-Más humanos que repulsivo puede llegar a ser, pero estoy de acuerdo contigo dejemos ver quien manda y cómo deben ser las cosas- dije con despareció.

Nunca me gustaron los humanos son seres insignificantes que no valen nada. No tiene ni fuerza ni potencial absoluto, pero la universidad a veces acepta algunos para que nos divirtamos un rato ya que ellos temen el daño que les podamos hacer y son como sirvientes para nosotros.

Llegamos a la universidad después de estar charlando y riéndonos de todo lo que le haríamos a esas insignificantes humanas.

Cuando salgo del coche alguien se lanza a mis brazos y resulta que es Vanessa mi supuesta “novia”, mejor dicho después de acostarme con ella tantas veces, ya se cre la Luna de la manada, sinceramente más estúpida no puede ser, es la más operada de toda la uni y detrás de ella siempre lleva a sus secuaces cabeza hueca.

-Hola mi amorcito- Cada vez que oigo esos tipos de apodos de su boca me da bastante asco, al menos sabe echar buenos polvos que digamos -Acabo de ver a las nuevas humanas, no puedes saber lo repugnante que es verlas reír. Estoy esperando que las pongas en su sitio como a todos esos asquerosos.

-Y eso haré Vaness, tenlo por seguro.

Oímos que toca el timbre y nos dirigimos cada uno a nuestras clases.

Pasan como 4 horas para el almuerzo y nos dirigimos todos a la cafetería, pero veo como Tailer mi lobo está muy inquieto.

“Tailer que mierda te pasa, estas muy movido y me esta empezando a doler la cabeza joder.- Le digo exasperado.