Engañada, humillada pero más fuerte que nunca.

Capitulo 4

Narra Lavinia.

 

-¡¡¡Pero que mierda haces!!!- Lo empujó con algo de fuerza para que no se de cuenta de mi poder. -¡¡ Eres estupido o que yo no soy de nadie, te ha quedado claro!! -Le dije gritandole a la cara.

 

Cojo mis cosas, las chicas se levantan conmigo y salimos de la cafetería confusas, demasiado confusas. No me puedo creer que ese chico me haya reclamado como suya delante de todo el mundo. Eso quiere decir por alguna forma que es mi alma gemela, pero algo dentro de mi me dice que lo envíe lejos después de todo.

Un hombre lobo es mi alma gemela no me lo puedo creer, por una parte mi corazón salta de alegría pero por otra tengo un mal presentimiento que no se va de mi cabeza.

 

-Lavinia, oye estás ahí, estamos hablando contigo nos oyes- La miró fijamente.

 

Estado tan absorta en mis pensamientos que ni cuenta me dado de que me estaban hablando las chicas.

 

-¿Qué habéis dicho chicas?

 

-Lavinia ese chico dijo que eras suya, sabes lo que significa eso. ¡¡Heres su maldita alma gemela Lavi!!- Dice Hirune desesperada.

 

-¿Qué te pasa Hiru? ¿no debería ser genial?, por fin encuentra a su persona predestinada aquí en este mundo.- Dice Katixa con efusividad.

 

-Chicas ese chico es un Alpha lo e sentido, os acordáis son una híbrida siento a los lobos y seres naturales, Hello- Hirune pone los ojos en blanco exasperada.- A ti no te ha reconocido como algo porque tu olor no influye en lo que eres, Katixa y yo si ocultamos nuestro olor para que no averiguaron que somos o de donde provenimos. La mayoría de los estudiantes aquí son hombres lobos y nada más ni nada menos que de la manada Black Moon donde rechazaron a mis padres.

 

-Ya decia yo que la gente nos miraba demasiado raro- Dice Katixa con la mano en la cabeza.

 

Mi boca llega al suelo, no puede ser que esa persona pueda ser el alpha de esa horrible manada que rechazó a los padres de una de mis mejores amigas. ¿Qué hecho para merecer esto? Lo mejor será apartarme de él bien pero bien lejos, no quiero saber nada de ese tipo de personas que no tienen sentimientos por los otros y no saben gobernar con sabiduría.

 

-Chicas debemos mantenernos juntas, ninguna separación, terminar y largarnos no pienso permitir que os hagan daño a ninguna de las dos. - Digo decidida.

 

Las dos me contemplan y asienten efusivamente con la cabeza. Oímos que vuelve a tocar el timbre, nos despedimos y nos dirigimos a nuestras clases.

Vibra mi móvil en mi bolsillo, lo veo y es un mensaje de mi hermano.

 

“Renacuaja, a la salida de la universidad os espero para llevaros al apartamento, no os retraseis de acuerdo.”

 

Me río en mis adentros, siempre me llamara renacuaja aunque tengo 400 años de edad, siempre dice lo mismo tu siempre serás mi pequeña te guste o no.

 

“Vale, vejestorio. Besitos”

 

Le envío ese mensaje de vuelta.

Las clases pasan lentamente aburridas, sobre todo al pensar en ese chico de la cafetería, he decidido cerrar mis sentimientos a ese chico y así los cumplire no quiero errores. Ahora debo informarme atentamente sobre lo de ser mates. No se mucho de ellos y no me gustaría llevar una tragedia de ante manos.

 

Por fín toca el timbre de fin de clases. Salgo del aula donde ya están las chicas esperándome, pero me fijo que unos ojos me observa intensamente la espalda y me giro para ver quien puede ser. Es ahí donde me choco con sus ojos verde zafiro observando atentamente de arriba a bajo, pero siendo sincera no me da mucho gusto como me mira, parece que me desnuda con la mirada y no me mola para nada. 

Gracias a mi oído escucho las palabras claramente que salen de su boca indicando a sus amigos.

 

-Ella será mía - Dice con orgullo - Estará en mi cama y me rogara por más.

 

Dejo de escuchar la conversación, sinceramente no me interesa, le lanzó una mirada con asco para luego seguir andando hacia la salida. Pero para mi sorpresa choco de cara con un pecho bien fuerte, subo la vista y es Adriá mi hermano.

 

-Como no salías, vine a buscarte para meterte prisa pequeñaja.- Me dice con una sonrisa en el rostro.

 

Me lanzo a sus brazos y me cuelgo de su cuello como un monito feliz de verlo. Es algo normal en nosotros, nuestro lazo fraternal es muy fuerte incluida con Danae. Si no fuera que está embarazada también estaría aquí con Adriá.

 

-Sabias que eres un sol mi vejestorio favorito.- Me mira con el ceño fruncido, pero se le pasa rápido dándome un beso en la cabeza.

 

De repente oímos un gruñido que se escucha por toda la universidad de lo fuerte que ha sido, como reclamando su territorio. Pero no señorito yo no soy de nadie y menos me va rabiar porque le de un abrazo a mi hermano, a no, el no manda ni mandara nunca en mi.

Se acerca ami furioso, sus ojos ahora son amarillos y lo paró con una mano levantada, sabiendo que quiere atacar a mi hermano.

 

-Ni se te ocurra tocarle un pero a Adriá si no quieres enterarte de lo que soy capaz idiota.

 

-Tú eres mía, nadie te puede tocar que no sea yo. -Me dice enfurecido.

 

-Primero yo no soy tuya y nunca lo seré- Le digo enseñándole mis dedos como si contara con ellos- Y dos paso de tu cara.

 

Cojo a mi hermano del brazo para salir, las chicas nos observan y nos montamos en su coche. Todo el camino al piso estamos en silencio, hasta que mi hermano suelta una sonora carcajada, lo miramos las tres como si las neuronas se le hubieran fundido del todo.

 

-¿Qué mierda te pasa Adriá?

 

-Enserio Lavi, en serio me preguntas eso cuando has dejado en total ridículo a tu alma gemela.- Empieza a pegarle al volante mientras carcajea. - Eres imposible Lavi. El es tu alma gemela y tú vas con todo tu carácter y le hablas así. Estoy flipando. 



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En el texto hay: dioses, mates, amor d

Editado: 24.03.2021

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