La verdad es sincera, honesta, dura, tajante e incómoda.

La verdad suele ser más cruel que satisfactoria, más amarga que una dulce mentira pero la verdad siempre es menos perjudicial que una falacia inventada por cualquiera y más real que un espejismo del desierto.

La verdad es la correspondencia entre lo que se sabe, se siente o se piensa de un hecho. Se dice que algo es verdadero cuando coincide con la realidad. Como que una hora tiene 60 minutos, un minuto tiene 60 segundos o que 2 + 2 son 4.

La verdad abarca los valores como La honestidad, La sinceridad y la franqueza.

La verdad es un valor vinculado a la honestidad, que implica la actitud de mantener en todo momento la veracidad en las palabras y acciones. Ser sincero es decir siempre la verdad. Parece tan sencillo, pero resulta difícil para algunas personas.

En resumen, la honestidad porque no se puede hablar con la verdad si no se es honesto, menos pretender decirla sin hablar con sinceridad y franqueza ante los demás.

Es lo opuesto a la falsedad, o la mentira, ya que la mentira es una expresión o manifestación que es contraria o inexacta a aquello que se sabe, se cree o se piensa, es ser deshonesto, es decir lo que no se piensa, es expresar sentimientos que no se tienen y muchos practicamos ese antivalor en circunstancias que consideramos poco importantes, como decir que hemos terminado una tarea, cuando aún no hemos comenzado, o inventar cualquier excusa para justificar que no hemos hecho algo.

Algunos piensan que la verdad es la mentira que cada quien escoge creer pero una pequeña mentira llevará a otra más grande, una más y más grande y así sucesivamente. Muchas veces no decimos la verdad por "El qué dirán" de los demás.

Las mentiras blancas tampoco existen, no hay algo cómo una blanca y tierna mentira para evitar las consecuencias; al final de cuentas el poder evitar eso tan trágico se hace inminente y hasta más perjudicial que antes de tomar la decisión de mentir para salvarnos inicialmente.

Como Pablo Picasso dijo: "El arte es la mentira que nos permite darnos cuenta de la verdad".

¿Por qué es importante decir la verdad? 
Decir o hablar con la verdad, tiene la mayor de las recompensas en crecimiento personal y profesional; la confianza que generas en los demás, la infinita honestidad interna, verán en ti una persona respetable y sincera, evitarás el temor de ser descubierto por no decir la verdad, simplemente te sentirás más feliz y cómodo contigo mismo. Nuestra conciencia misma estará limpia y sin ningún temor de ser descubierta en algo incorrecto o indebido; como ya antes se dijo estaríamos actuando no solo con verdad sino también con una serie se valores que nos darían pase a una enorme plenitud existencial, libre de grandes temores.

"La verdad es sincera, honesta, dura, tajante, incómoda pero siempre deja la consciencia tranquila, la mente limpia, el cuerpo sano, el alma sin condena y el corazón contento"