Enseñame a amar

Capitulo 27 ("Karaoke")

“Karaoke”

Tyler

No podía estar más feliz en este punto de mi vida. Emma por fin ha aceptado ser mi novia, lo que me pone de buen humor; tanto que he decidido dejar de investigar la muerte de mi abuelo. Me di cuenta de que debo dejarlo descansar en paz. Además, en este momento Emma era toda mi vida, solo me mantenía centrado en nuestra relación ya que quiero que las cosas entre nosotros en verdad funcionen.

Hace tanto tiempo que no me sentía en paz conmigo…

A veces pienso que lo nuestro fue tan inesperado, que nos encontramos sin buscarnos.

Cuando la conocí, supe lo difícil que sería si surgía una relación entre nosotros. Pero decidí arriesgarme, y creo que de eso se trata el “amor verdadero”, de conocer los riesgos y aun así tomarlos y perseverar en el nombre del amor. Tengo fe en que el amor que emitimos Emma y yo perdurara.

En este momento solo tengo ganas de tres cosas…

Verla

Abrazarla

Y besarla

Y como si Emma estuviera leyendo mis pensamientos entra al salón vacío.

-Hola amor- me da un beso en el cachete como saludo y se coloca sobre mi regazo. El día de hoy se ve radiante, como siempre.

-Hola cariño- mis manos están colocadas en su cintura subiendo y bajando suavemente, cosa que parece excitarla.

-No hagas eso- gruñe.

La Universidad se encontraba sin alumnos debido a que no habrá asistencia por tres semanas.

-¿A qué viniste?- digo separándome de ella para guardar algunos papeles.

-Vine a secuestrarte- su expresión es siniestra.

-Tengo trabajo, todavía me falta corregir algunos exámenes para poder publicar las notas de este periodo.

-Pero… por favoooor…!- insiste

-Sabes que no te puedo decir que no si pones esa cara- Hace puchero- Bien- sonríe triunfante al ver que había conseguido que yo aceptase- ¿A dónde iremos?

-¡Hoy iremos de Karaokee!!- me sorprendo al ver una Ginger muy contenta entrar al salón y seguido de esta Chase, con lo que parece ser ¿Un acordeón?

-¡Siii!- exclama contento haciendo una especie de ruido extraño con el instrumento que lleva en manos.

-¿Esta bien…? Pero, ¿no piensas llevar era cosa, verdad?- digo refiriéndome al acordeón.

-Claro que si

-Claro que no- dicen Ginger y Chase al unísono.

-Ya hablamos de eso y quedamos en que no lo ibas a llevar- protesta Ginger.

-No, tu quedaste en que no lo iba a llevar, yo nunca estuve de acuerdo- refuta Chase- ¡Por nada del mundo dejare a Petunia!

-¿Petunia?- pregunta Ginger incrédula.

-A si se llama- contesta Chase con orgullo

-¿Quién diablos le pone Petunia a un acordeón? ¡Es más! ¿Quién diablos nombra a un estúpido acordeón?

-¿Acabas de ofender a Petunia?- Chase se muestra indignado.

-¡Solo es un estúpido acordeón! SU-PE-RA-LO

Y así es como comienza una guerra de insultos entre el primo de Emma y su mejor amiga.

-¡Bueno, ya!- interviene mi novia- ¡Dejen de discutir que Luke y Leo nos están esperando!

Minutos más tarde nos encontrábamos en un club. Era un nuevo lugar que se había inaugurado recientemente, hace un par de días. Emma me había comentado algo acerca de ese lugar, por eso sé que es muy difícil que te dejasen entrar a un sitio como lo era aquel. Eso despertó mi curiosidad.

-¿Cómo fue que conseguimos entrar en un lugar como este tan fácilmente?- pregunte a los chicos- Digo, ni siquiera tuvimos que hacer fila.

-El dueño de este lugar es un buen amigo mío- Chase contesta con un aire de despreocupación- lo conocí en Nueva York hace un par de años, luego vino aquí a Los Ángeles California, pero nunca perdimos el contacto.

-Eso es asombroso hermano- Luke estaba impresionado

-Claro… pudiste conseguir llevarnos a uno de los Clubes más populares de Los Ángeles, pero no pudiste comprarme un regalo decente- Emma responde en un tono irónico.

-¡Te dije que lo sentía!

-¡Me regalaste UN JABÓN!- comenta indignada- ¡Y ni siquiera olia a frutas!- se cruza de brazos y frunce el ceño enojada. Inclina su espalda hasta dar con el espaldar del sillón en el que se encontraba sentada completando su rabieta.

-¡Ya chicos! Hagan  silencio que quiero escuchar- Ginger presta atención a un chico de más o menos unos treinta años de edad que se había colocado encima del pequeño escenario.

-¡Buenas Noches! El dia de hoy nuestro Club Las luciérnagas- ese era el nombre de aquel famoso club- estará presentando una noche exclusivamente de Karaoke- mire a mi alrededor. Las luces eran azules y cambiaban a rojo y verde, provocando que los objetos color neón brillasen.

El anfitrión continúo con su introducción mientras nosotros charlábamos.

 -Quiero bailar- comento Leo mientras se paraba y tomaba a Eiza de la mano. Leo se llevó a mi hermana a la pista de baile. No me molesto para nada ya que mi hermana ya es adulta y sé que sabe cuidarse sola.




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