Camila Pov
Mudarte a una nueva ciudad no es nada fácil, pero es lo que nos toca acatar, cuando eres menor de edad y dependiente en su totalidad de tus padres no hay de otra más que atacar.
Termino de arreglar mi uniforme y bajo por mi desayuno a la cocina; para ir a mi nueva preparatoria. Lo positivo de vivir en fraccionamientos, es que las rutas de transporte público, cubren hasta aquí, mal, pero lo hacen.
Siendo la 6:30 de la mañana abordo el transporte y apara mi sorpresa no soy la única, una chica de piel morena, y cabello negro se encuentra dentro ya, pago mi pasaje y me ciento en el asiento opuesto a ella. Por su vestimenta, esta estudiando en la misma preparatoria que yo.
—¡Hola!, mi nombre es Isabel—saluda después de quitarse los auriculares.
—¡Hola! —respondo el saludo—Mi nombre es Camila—me presento.
—Supongo que te vas a integrar apenas al nuevo semestre que inicia—empieza a entablar un tema de conversación—Siempre me voy en transporte publico y nunca te había visto por aquí—
—De hecho, apenas me mude—respondo—Mi mamá es periodista y tiene una mejor oportunidad de trabajo aquí, antes le tocaba cubrir la nota roja y ahora empezara como directora de la estación de radio local—
—¡Wow! —exclama sorprendida Isabel. —Es un empleo más seguro, además al parecer a tu mamá le gustan las emociones las fuertes—
—De hecho, no tanto, pero como quería ejercer su carrera, fue de lo que estuvo trabajando hasta este momento, además mi papá esta más tranquilo así—le respondo, miro como a medida que nos acercamos al centro de la ciudad, el transporte se va llenando. —Mi papá también esta empezando a abrir su taller mecánico, básicamente toda la temporada de vacaciones se concentro en establecer una clientela y lo está logrando—le comento.
—Creo que mi papá lo conoce entonces—me comenta—Llevo a penas su carro a servicio y le agrado la forma de trabajar y tu papá—dice antes de pedir la parada y bajar para cruzar la calle y entrar a la preparatoria. —Supongo que ya te asignaron un grupo, ¿No? —pregunta.
—Si, estoy en el grupo 1—respondo.
—¡Qué casualidad! —exclama sorprendida—Voy en él mismo grupo, y vas a ver que mis amigas te va a caer muy bien y tu a ellas—dice y camino junto a ella hasta localizar el salón, veo como los que a partir de este momento serán mis nuevos compañeros.
—Por fortuna aun hay butacas libres—le comento a Isabel y me siento en la que esta al lado de ella.
—¡Hola Isa! — Saluda otra chica de piel morena y de cabello obscuro pero el de ella es mucho mas largo que el de Isabel, ella lo tiene casi a la cadera.
—¡Hola Lupita! —responde igual de efusiva que cuando Lupita la saludo —Mira, ella Camila y a partir de ahora será nuestra nueva compañera— dice.
—Hola— saludo algo tímida, ya que al parecer muchos compañeros escucharon Isabel y ahora soy el centro de atención. Lo que más me molesta cuando se inicia un curso o entras a una nueva es cual es presentarme y decir que me gusta o porque elegí esta escuela.
—Yo soy Guadalupe, pero puedes decirme Lupita— me habla directamente Guadalupe.
—Yo soy Coni—se presenta una chica castaña, empujando prácticamente a Guadalupe.
—Mas cuidado no—le reclama Guadalupe.
—Como te decía me llamo Coni y ella es mi amiga Liz—señala a la chica rubia de cabello corto que no despega la mirada de su celular.
—Yo soy Camila—les digo mu nombre.
—Encantada—les respondo más por educación que por otra cosa.
—Buenos días muchachos—saluda el que al parecer es el profesor, liberándome de la presencia de Coni, no me agrada mucho esta chica. Me da la vibra de ser algo pesada ya que ni siquiera se disculpó con Guadalupe por empujarla. —Por favor, hagan equipos de 3 personas porque asignare tema de exposición— pide.
—¿Puedo formar parte de su equipo? —les pregunto a Isabel y a Guadalupe.
—Si, yo no tengo ningún problema—dice Guadalupe.
—Te anotare en la lista que debemos de entrarle al maestro—dice Isabel. —Aunque tendrás que decirme tus apellidos porque no tengo ni idea—
—Yo los anoto si gustas—les respondo.
Anoto mi nombre e Isabel se levanta para darle la lista al maestro; este la lee y deja encima de las demás.
—Muy bien muchachos, el tema principal de esta semana será sobre la historia de nuestro país. Así que dividiremos según los periodos, Desde la conquista de nuestro país hasta la expropiación petrolera—responde y la verdad me agrada este tipo de trabajos. La historia me gusta mucho.
Como tema de quipo nos toco la independencia mexicana, por suerte no somos las primeras en exponer, hay algunos equipos antes de nosotras y nos da buen tiempo para preparar el tema. La campana suena, avisando el final de la clase, miro la hoja con el horario del curso y veo que hay un espacio de 30 minutos antes de la siguiente clase.
—¿Vamos por algo a la cafetería? —pregunta Guadalupe y al parecer estoy incluida en esa invitación.
—Si, solo desayune un licuado y ya tengo hambre— responde Isabel, para después ponerse de pie y yo detrás de ellas.
Como tal, la preparatoria no tiene una cafetería como las escuelas que aparecen en la televisión o son de carácter privado; sino que hay una zona con varios locales que venden diferentes tipos de comidas.
—Hay una mesa, ¡corramos! —pide Isabel después de señalar el lugar y prácticamente corremos hasta llegar a ella. —Cuando hay una mesa libre, prácticamente hay que correr por ella, como notaras no hay muchas para sentarse a comer— comenta.
—Así es, por fortuna no siempre comemos aquí. Lo bueno de esta prepa es que podemos salir a comprar lo que queramos de comer y al ser la zona céntrica de la ciudad. Hay muchas opciones para comer—me explica Guadalupe.
—Yo iré por un café—Nos anuncia Isabel, mientras saca dinero de su monedero—¿Alguien quiere algo? —pregunta.
#20208 en Novela romántica
#3528 en Chick lit
romanance reconciliacion amistad, amor romance celos, amor juvenil rencuentros de la vida
Editado: 04.01.2022