Catraoine
Esta mañana desperté en esos días en los que no sabes nada de ti misma, donde no sabes cómo sentirte o si realmente sientes algo. Me sentía vacía no sé si fue debido a que la noche anterior discutí por teléfono con mi madre quien no paraba de comparar sus sueños con los míos y que realmente nunca sentí que quisiera que los míos propios se hicieran realidad.
- ¿Importante? ¿Acaso no tengo suficiente en mi propia vida para preocuparme? Estoy ocupada, Catraoine. –suspiro al escuchar a mi madre enojada detrás de la linea, esto siempre pasa cada que entablamos una conversación-
- Lo sé, mamá, y lamento molestarte, pero necesito que me escuches. Estoy terminando mi carrera no puedo irme solo para estar contigo y seguir solo tus decisiones, estoy tratando de construir mi futuro, y necesito tu apoyo, -la escucho suspirar antes de responder-
- ¿Otra vez con tus sueños? ¿Cuándo vas a darte cuenta de que esos sueños son solo fantasías? No tienes el dinero suficiente para terminar. Solo acepta que no naciste en una familia rica ¿Por qué no sigues un camino más realista como el que yo elegí? –esas palabras solo hacen que me enoje, cosa que no pasa seguido, ya que digo y hago cosas de las que no me siento orgullosa como lo que solté después de escucharle decir eso-
- ¿Cómo el tuyo Mamá!!!? ¿Quieres que me dedique a mendigar el amor y dinero de los hombres que lo único que digan de mi es que soy una zorra mentirosa? –me detengo en seco cerrando mis ojos con fuerza casi mordiendo mi lengua al soltar esas palabras que ni siquiera procese ni pensé al decirlas- Mamá perdóname, pero todo esto me frustra. Sé que no compartimos los mismos sueños, pero eso no significa que debas menospreciar los míos. Estoy luchando por algo que realmente amo y que me hace feliz. ¿No quieres eso para mí?
- No se trata de lo que quiero para ti, Catraoine. Se trata de lo que es realista y seguro. No quiero que te ilusiones con algo que no puedes lograr.
Sacudo mi cabeza saliendo de ese recuerdo de anoche pensando en los errores que cometí al decir esas palabras, pero el sentimiento que me causaron las palabras de Mariana, mi madre, me llevan al limite y me recuerda que, qué más puedo esperar de una persona que sufrió sus propios daños en la infancia y que no sabe cómo ser una buena persona por que en su vida nunca fueron buenos con ella.
Sin ganas de nada salí de mi cama, fui directo al baño, hice mis necesidades, mi aseo personal y me dirigí en busca de ropa al armario para irme a la universidad, no sabía que ponerme hoy, no amanecí muy conforme con mi cuerpo, digo, no es que no me acepte a mí misma, porque por si no lo saben tengo una etiqueta que me impuso la sociedad, es una palabra que muchos odian, pero yo amo ya que es lo que soy y es gorda. Es una palabra que está muy satanizada la verdad. Elijo algo casual, un vestido azul con mangas muy estilo primavera, me pongo unas medias bucaneras blancas y unos zapatos bajos, caí en la moda aesthetic no me culpen. Para el cabello simplemente me hice un recogido con un moño hermoso blanco, me maquillé sencilla y me dispuse a ir por mi café colombiano como todas las mañanas de mi vida antes de entrar a clases.
Entré en la cafetería con paso decidido, siempre me creo lo que soy, una reina, a la mierda eso de que por tu físico no puedes ser bonita o segura de ti misma. Como siempre mis ojos curiosos exploran cada rincón del lugar. El aroma tentador del café recién hecho se mezclaba con el suave murmullo de las conversaciones, creando una atmósfera acogedora y familiar. El lugar estaba decorado con paredes de ladrillo expuesto, estanterías llenas de libros y sofás cómodos donde los clientes se relajaban mientras disfrutaban de su café. The Soul es la cafetería soñada de Arambuc la capital donde vivó desde hace 2 años que inicie mis estudios universitarios. ¿Por qué digo que soñada? O sea, mírenla, no solo venden café, también es como una biblioteca y es una floristería. Okey voy a morir ahora mismo, y más porque hoy pasara algo que cambiara mi vida para siempre –suspiro emocionada creando mil fantasías en mi cabeza mientras sigo observando el lugar-
La suave iluminación de las lámparas colgantes creaba una sensación de intimidad, y los murales de arte contemporáneo en las paredes añadían un toque de creatividad al ambiente. The Soul es un lugar de encuentro para estudiantes, profesionales y artistas por igual, un microcosmos como lo llamo yo, en el que se gestan historias y se comparten momentos de inspiración.
Si todo esto observé mientras formé parte de la fila junto a una joven con cabello azul y piercings en la nariz y los labios con la cual mientras esperábamos pacientemente nuestro turno, entablamos una breve conversación sobre nuestras elecciones de café y nuestras pasiones compartidas por la escritura y la música. La energía creativa en el aire era palpable, y el intercambio de ideas y sonrisas fugaces entre los clientes creaba una sensación de comunidad.
Finalmente, llegó mi turno. Miré el menú con atención, sin importar que me lo sabía de memoria, contemplando las opciones antes de decidirme por un cappuccino con un toque de canela. Con una sonrisa, le di mi pedido a Tony el barista
-No entiendo porque siempre te formas, llega tu turno y comienzas a leer el menú por más de cinco minutos cuando al final siempre me terminas pidiendo lo mismo de siempre. –suelto a reír, la segunda risa sincera en la mañana, la primera fue con la chica de la fila-
- Bueno eso es porque amo hablar con diferentes personas todos los días e intercambiar gustos e historias de vida. Lo del menú es porque sueño con que algún día agreguen algo nuevo –le saco la lengua divertida mientras observé cómo preparaba mi bebida con destreza y cuidado. El sonido del vaporizador de leche y el aroma embriagador del café llenaron el aire, añadiendo un toque de magia al lugar.
Mientras esperaba mi cappuccino, escuché el sonido de una risa gruesa cargada de muchas cosas indescriptibles atrás de mí, automáticamente me di la vuelta dispuesta a enfrentar a quien se estaba riendo de ¿mi? Y lo primero que veo es a un hombre alto y atractivo, mierda su cabello castaño oscuro estaba perfectamente peinado hacia atrás, y su barba bien cuidada acentuaba sus rasgos masculinos. Vestía una camisa blanca que resaltaba su bronceada piel y unos vaqueros que enmarcaban sus fuertes piernas.