Rachel ya se sentía más en casa. Se había inscrito en clases de pilates, donde conoció a tres nuevas amigas, entre ellas Lisa, su compañera de paseos por el parque. Rápidamente, las cuatro mujeres entablaron una conexión, y cada día que se encontraban compartian un poco de sus vidas, sueños y rutinas diarias. Aunque sus vidas eran muy monótonas, aquellas mujeres parecían felices, algo que Rachel no comprendía del todo. Hacer lo mismo todos los días, por perfecto que fuese, le resultaba agotador.
Una noche con Ethan, decidieron tener una velada tranquila en casa y ver unas películas. Prepararon una selección de sus películas favoritas y se acomodaron en el sofá con mantas y almohadas. Mientras él se levantaba para hacer palomitas y buscar alguna bebida, su teléfono sonó. Era un mensaje. Rachel nunca había sido de las mujeres que revisan los celulares de sus parejas, pero esa vez levantó la mirada y vio que la pantalla decia "Sophi"
- Te llama Sophi.- dijo Rachael sin darle mucho interes.
Ethan saltó por toda la sala y agarró el teléfono con mucho nerviosismo.
- ¿Quién es Sophi? - preguntó Rachel, tratando de sonar desinteresada.
- Es solo una compañera de trabajo. Nada importante - respondió Ethan con una sonrisa nerviosa mientras apagaba el teléfono rápidamente.
- ¿Por qué te puso tan nervioso? ¿Es algo del trabajo? - insistió Rachel.
Ethan se dirigió a la cocina para preparar palomitas y buscar bebidas, tratando de restarle importancia al asunto.
- Sí, es solo algo del trabajo. No es nada, de verdad.
- Nunca te había visto así por un mensaje de trabajo - mientras se levantaba para ayudarlo en la cocina.
Ethan la miró por un momento, intentando encontrar las palabras adecuadas.
-Amor, de verdad, no hay nada de especial en ese mensaje. Solo que no quería arruinar esta noche pensando en trabajo. ¿Entiendes? Quería que pudiéramos disfrutar de la película sin interrupciones.
Rachel asintió lentamente, aunque no estaba completamente convencida.
Al día siguiente, la curiosidad de Rachel la llevó a buscar en Instagram a Sophi, la compañera de trabajo de Ethan. La encontró fácilmente y quedó sorprendida por su belleza. Sophi era una mujer alta y delgada, con cabello castaño largo y ondulado, ojos verdes brillantes y una sonrisa encantadora. Sus fotos mostraban una vida idílica con su esposo, un hijo pequeño y un perro adorable. Rachel se preguntó si estaba exagerando, ya que Sophi parecía encantadora y no encajaba en el estereotipo de "la otra". Decidió dejar pasar el tema y continuar con su día.
Meses después, llegó el momento de llevar a Luna al veterinario para sus últimas vacunas. Rachel no quería ir, temía encontrarse con Liam. Había sido tonto sentir algo por un hombre que apenas conocía, así que pensaba que Ethan podría ir solo.
- Rachel, tengo un almuerzo de trabajo mañana. No puedo llevar a Luna al veterinario - dijo Ethan con tono de disculpa.
- ¿No podemos cambiar la cita? No quiero ir sola- respondió Rachel, tratando de ocultar su preocupación.
- No podemos. Me costó mucho conseguir esa cita para ese día. Por favor, llévala tú - insistió Ethan.
- Está bien, Ethan. La llevaré yo - dijo finalmente, aunque la inquietud seguía creciendo en su interior.
Esa noche, Rachel se acostó sumida en sus pensamientos, reflexionando sobre su encuentro pasado con Liam y su evasión constante de esa situación. Mañana sería el día en que se volverían a encontrar, y no sabía cómo enfrentarlo. Pensaba en lo absurdo de sus sentimientos por alguien que apenas conocía, pero no podía negar la chispa que había sentido.
Mientras la oscuridad de la noche la envolvía, Rachel se encontró atrapada entre el temor y la anticipación. ¿Qué significaría este reencuentro para ella? Con estas incertidumbres llenando su mente, Rachel se sumió en un sueño intranquilo, preguntándose qué le depararía el encuentro con Liam al día siguiente.
#1023 en Joven Adulto
#8053 en Novela romántica
monotonía, dudas despedidas y amor verdadero, amor infidelidad
Editado: 01.07.2024