Romain Devent
No entendía por qué había dicho eso.
"Quedémonos en silencio y escuchemos nuestras respiraciones". Eso sonaba muy estúpido, no comprendo cómo Levina pudo hacerme caso y quedarse callada mientras estábamos en el carro. La miré de reojo y me llevé la sorpresa que se había quedado dormida, no sabía su dirección y por la tanto no sé dónde carajos queda su casa. ¿Y si la llevo a mi departamento? Okey, eso suena más idiota que mi comentario anterior, creo yo que todavía no nos conocemos lo suficiente como permitir que nos quedemos a dormir a nuestros departamentos por más tarde que sea.
Toqué sus dedos cuidadosamente para despertarla, ella no me hizo caso. Inclusive empezó a pronunciar algunas palabras, abría y cerraba la boca constantemente. Sin más remedio decidí que era mejor ganar un poco de tiempo y dejarla dormir, por lo tanto iba a irme a mi departamento e iba a sacar unas cuantas cosas, supongo que en ese trayecto Levina ya habría despertado.
Manejé en silencio aproximadamente diez minutos hasta que llegamos a mi casa, Davis todavía no había despertado ¿tanto sueño puede tener una mujer? Opté por bajar del auto y dejarla ahí. Quizás después se despierte sola y se altere al ver que está sola, abriría los ojos tan grande que pareciera que se saldrían de la órbita.
Reí ante mis pensamientos y abrí la puerta, caminé directo a mi habitación y busqué lo que necesitaba, al encontrarlo regresé a la sala y salí de allí.
Al entrar al auto de nuevo me lleve la sorpresa de que Levina seguía dormida, esta vez traté me moverla un poco fuerte y ella abrió los ojos levemente, fue ahí en donde aproveché el momento para preguntarle donde vivía, ella susurró la dirección media inconsciente y al terminar se durmió de nuevo. ¡Qué dormilona!
Como no conocía mucho esas calles por donde vivía Davis decidí que era mejor programar el GPS sino me quería perder. Manejé siguiendo las indicaciones y descubrí que su casa estaba muy cerca a la mía. En cinco minutos ya habíamos llegado y traté por tercera vez despertarla. Esta vez mi movimiento resultó ser un éxito ya que ella abrió los ojos por completo e intento pedir disculpas miles de veces por quedarse dormida. Se veía tan inocente...
Romain deja de pensar en eso, recuerda que tienes novia.
- Espero que duermas bien. – Dije a modo de despedida.
- Igualmente... - respondió cortésmente, ella ladeó la cabeza y me miró tan fijo que por un momento me perdí en sus ojos, sus pupilas estaban dilatadas. Sin contar que su cabello era un desastre. Pero eso no me importó, su belleza seguía intacta. Dios, ahora que estoy pensando.
- Romain – hizo una pausa - ¿cómo sabías donde quedaba mi casa?
Su pregunta me confundió un poco, no tanto. ¿Acaso ella no recuerda cuando me lo dijo?
- Soy adivino, dormilona – Traté de sonreír seductoramente y eso provocó que Levina rodara los ojos. Sé que tengo novia pero me da risa cómo Davis se esforzaba en repetirlo cada vez que le "coqueteaba".
- ¡Adiós! – Rápidamente me dio un beso en la mejilla que me dejó medio desconcertado, se bajó del carro dando un saltito y empezó a caminar hasta el umbral de su casa, introdujo la llave y se perdió de mi vista.
Me quedé un buen rato contemplando la casa, esta era de un piso, era de color rojo y se podía visualizar apenas cuatro ventanas. A ser sincero era muy hogareña; y yo no estaba acostumbrado a ese tipo de casas. Soy humilde de corazón y no me importa la condición de las personas pero no era mi culpa que sentía una simple curiosidad ya que yo siempre he vivido lleno de lujos, aquí en Londres así como también en Austria. Espero que alguna vez Levina me haga pasar a su hogar y vea cuantas cosas nuevas y únicas podía tener allí.
...
12 de enero del 2017
Me desperté debido a que mi alarma sonó, solo tenía media hora para alistarme e ir al gimnasio. Estiré mi brazo para callar el aparato y agarrar el celular, tenía como costumbre después de levantarme revisar mis notificaciones y eso que tenía muchas, por ello Claudia, mi representante, se encargaba de Instagram y Twitter. Abrí mi gmail y tenía un mensaje de Martín en donde decía que ahí estaba el guion y ya a partir de febrero empezaríamos a grabar las escenas, abrí el documento y rápidamente empecé a leerlas. Estas escenas estaban... calientes. Tenía que hablar con Levina. Por cierto ¿cómo habrá amanecido? Salí de gmail y abrí Whatsap.
Romain: Buenos días dormilona, ¿cómo amaneciste?
Escribí rápidamente el mensaje y salí de la conversación y me di cuenta que Carly me había escrito.
Mi novia sexy: ¿Podemos hablar? ¿Puedo ir a tu casa ahora?
Su mensaje me dejó confundido.
Mi novio ardiente: Claro, ¿puedes venir en media hora?
Escribí, si ella aceptaba la oferta tendría media hora para acomodar un poco mi departamento. Carly respondió rápidamente.