Entre dos corazones

Capitulo 31

Pedro

No se que mierda me pasa con Adrielis, es como si estuviese hechizado, eso no me había pasado, osea sentirme dueño de una persona... Nunca me había pasado antes.

Manejo hacia un parque que esta a unas cuantas cuadras del instituto, para desestresarme... En realidad lo necesito. Siento como me corre el enojo por todo mi cuerpo y mas por las palabras que me dijo Adrielis.
No la amo, no la quiero pero siento que me atrae y mucho, eso tiene que terminar.

***

Aparco frente al parque que mas bien es una área verde con un pequeño lago en medio y unos cuantos arboles a su alrededor.
Salgo del auto cerrando de un portazo y me acerco a los arboles, hecho una furia me acerco a uno de ellos y empiezo a sacar mi furia con el. Doy patadas y trompadas certeras, la furia me enceguece, y me hace no sentir dolor, doy 1...2...3...10 trompadas de izquierda a derecha. el tiempo va pasando mientras siento la sangre correr por mis brazos pero aun así sigo golpeando el árbol o mejor dicho golpeándome a mi hasta que escucho a alguien gritar mientras se va acercando...

—¡Pedro basta por favor te vas a romper algo! —gritaba la voz. La voz que pude reconocer como la de Estefani, la amiga de Adrielis.

—¡Largate, ¿que haces aquí? ¿Acaso me estabas siguiendo?! —le grite de la misma forma, siendo consciente de que ya se encontraba a mi lado agarrándome de los hombros.

—No te estaba siguiendo, solo vine a recrearme. Siempre me a gustado la naturaleza. Y ¡no! No me voy a ir, al menos no hasta que te ayude con tus manos —me respondió agarrando mis manos y guiándome al lago. Estaba tan cansado que me dejé ayudar por ella. Se postró a orillas del lago llevándome a mi junto a ella, saco un pequeño pañuelo de su bolsillo trasero y lo mojó con agua para luego limpiarme las heridas lentamente con el...

—¿Cómo supiste que era yo que estaba aquí? —le pregunto mas calmado o eso creía yo hasta que sentí las manos de Estefani limpiarme lo que parece que eran lágrimas de las mejillas.

—Fácil, miré hacia donde estabas dando golpes como loco a un árbol, y me quede observando un rato hasta que te reconocí y hay fue donde te grité que pararas —me dijo ella.
Y no se que me pasó, pero me tiré a sus brazos a llorar como un niño pequeño, y no solo por lo que pasó con Adrielis, sino por todos estos años en lo que no derramaba una lágrima.

Solo escuchaba mis sollozos y el tutum del corazón de ella cada vez mas acelerado. Ella me rodea con uno de sus brazos mientras que con el otro acaricia mi cabello, para luego susurrar cosas diciendo  que estaré bien, que saque todo, que no es bueno tener el corazón lleno de odio y rencor, que llore que eso me dará paz, y con escuchar eso lloro mas y mas.

Poco a poco ha llegado el atardecer osea que pronto oscurecerá y aun sigo en la misma posición con Estefani...
Siento que ella me mueve y poco a poco me voy levantando mientras me limpio la cara. Se que he parecido un idiota por llorar así delante de ella... Continuo limpiando algunas gotas de lágrimas que aun salen.

—Pedro ya esta bueno, has llorado bastante así que...

No se que hice pero necesitaba hacer esto, en realidad necesitaba hacerlo.
Sus labios son bastante suaves ella no se mueve, se queda estática sin mover ni un dedo... Estaba por despegarme porque parecía un imbécil moviendo mis labios sobre los suyos y ella no me respondía, cuando de repente siento que los mueve al compás de los mios, eso me da valor para acercarla mas a mi, ella me rodea el cuello con sus manos y yo la acerco mas poniendo una de mis manos en su nuca. La sigo besando lentamente mientras paso mi lengua por sus labios para que ella le de acceso y lo hace, empezamos una batalla de lenguas una saboreando a la otra. El beso se vuelve mas apasionado. Acerco mi otra mano que descansaba en la tierra y la pongo en su cintura mientras la sigo besando, ella me acaricia el pelo con devoción y siento que quiero mas de ella hasta que se separa desconcertada.

—¿Que he hecho? ¡Dios! —se pregunta Estefani agarrando su cabeza y alejándose de mi.

—¡Espera Estefani! Disculpame, no debí besarte —le dije.

—La culpa no es solo tuya yo también te lo seguí, y me siento horrible por eso ¿que va a pensar mi amiga de mi? ¿Como pude hacerle eso? —decía ella mientras empezaba a salir lágrimas de sus ojos.

—Ella y yo nunca tuvimos nada, así que no dirá nada —le aclaré.

—Aun así esta mal lo que hicimos, aparte tienes novia, así que mejor me voy —dijo para luego marcharse.
Tome impulso y agarré uno de sus brazos y la apegue a mí para luego besarla de nuevo con mas devoción, ahora estamos de pié y puedo sentir su calor apegarse a mi piel y me encanta esta sensación que siento al besarla es algo inigualable podría durar horas besándola y no me cansaría... Me aparto un poco de ella para decirle:

—No tengo novia y Adrielis ya eligió a Scott, ella no me quiere —le respondo.

—Aun así, me encanto poder ayudarte y todo pero no seré tu pasatiempo, ni el plato de segunda mesa ni tuyo ni de nadie —me responde. Y eso me dolió aun mas que lo que me dijo Adrielis horas atrás.



#13058 en Joven Adulto

En el texto hay: accidente, pleitos, dos amores

Editado: 30.10.2020

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