Entre Dos Mundos: El Destino De Aria

CAPÍTULO 9: MALENTENDIDO

Aria se encontraba con las piernas recogidas, mirando por la ventana. Eran las tres de la madrugada y ella era la única despierta debido a que no podía conciliar el sueño. Sentía un gran arrepentimiento por lo que había hecho. Cada vez que recordaba las palabras que le había dicho a Han, su corazón dolía mucho, era como si miles de cuchillos estuvieran siendo enterrados en él. Su corazón estaba roto y no tenía ninguna idea de cómo arreglarlo. Tomó aire y exhaló lentamente, para tratar de serenarse un poco. Le recordó a sí mismo que esto estaba bien, todo estaba bien, todo estaría bien. No tenía mucha opción más que adaptarse y seguir adelante, como siempre, pero sabía que no podría. 

Desde que finalizó esa relación, todo tomó un giro incómodo, especialmente con Lara, quien se enfadó tanto que dejó de dirigirle la palabra. Los gemelos y Aiden intentaron hablar con ella, pero sus esfuerzos fueron en vano. Lara estaba demasiado enfadada para querer dialogar. Aria se sentía molesta por la intervención de terceros en su asunto, ya que la relación sólo concernía a Han y a ella.

Cuando estaba por meterse en su cama, una carta dorada apareció en el centro de la cama. Aria se sentó y tomó la carta que tenía el escudo de la academia en el centro. La abrió y comenzó a leer.

“¡Estimados estudiantes de noveno y décimo grado!

Nos alegra informarles que la tan anticipada excursión de la academia está programada para el 15 de junio. Estamos entusiasmados por este evento y esperamos compartir un día lleno de diversión y aventuras juntos.

Detalles de la excursión:

- Lugar: [Campamento De Magia Aureum]

- Salida: [2:30 PM del 7 de diciembre]

- Regreso: [2:30 PM del 17 de diciembre]

Esta será una oportunidad para fortalecer lazos, aprender y explorar nuevos lugares. ¡No podemos esperar para disfrutar de este increíble día con todos ustedes!

Asegúrense de llegar puntualmente y llevar lo necesario para disfrutar de un día maravilloso. Si tienen preguntas o necesitan más información, no duden en contactarnos.

¡Nos vemos en la excursión!

Saludos cordiales,

La Dirección Escolar”

Aria frunció el ceño al terminar de leer la circular. Esa madrugada, el catorce de junio, Aria permaneció despierta en su habitación, perdida en sus pensamientos. No podía tomar una decisión, y la ansiedad, el estrés y la agitación mental la abrumaban. A medianoche, suspiró profundamente y se levantó para organizar algunas cosas necesarias para el viaje. Fue entonces cuando, por primera vez desde su llegada a la academia, tomó nuevamente su varita. Era hermosa sin lugar a duda y, aunque no había visto muchas en la academia, ya que algunos estudiantes usaban otros objetos mágicos como espejos y libros en lugar de varitas, de las pocas que había visto, ninguna se comparaba.

Aria, al guardar su varita en el bolso, se sorprendió al encontrarse con el libro mágico de hechizos de Jannie. Sabía que aquel libro en las manos equivocadas podría ser peligroso, ya que contenía conjuros y maldiciones difíciles de deshacer. Jannie había recibido el libro cuando tenía solo cinco años y desde entonces había estudiado todos los hechizos y maldiciones en él, ganando un poder considerable. Aunque Jannie trataba de ocultar su habilidad para evitar ser juzgada como una bruja, la idea la asustaba.

Al día siguiente, Aria agarró su bolso y se dirigió hacia la puerta, acompañada por la emocionada Jannie. El hada y la sirena emergieron de la puerta en forma de espectro y se situaron al lado de sus compañeras humanas. Frente a ellas, un portal se materializó, y una figura extraña de color negro se presentó ante ellas. Vestía una túnica negra y llevaba una máscara que ocultaba sus ojos, creando la impresión de agujeros oscuros. Jannie mostró una expresión de horror cuando vio a aquel ente. No era la primera vez que veía uno de ellos, pero de igual manera, no le agradaba su aspecto. 

— Hola señoritas de Aureum, soy La Sombra. Seré su guía y conductor. La Dirección Estudiantil ha ordenado específicamente que las lleve hasta la isla donde ustedes ya tomaran su rumbo al campamento. 

— ¿Entraremos por ese portal? —preguntó Jannie, mostrando curiosidad.

— Sí. Este portal las llevará fuera de la academia, hasta la entrada, donde se subirán a un automóvil que yo conduciré.

— Pero... no tienes manos —señaló Jannie, con temor—. ¿Cómo planeas llevarnos?

— No necesito manos para conducir. Es una habilidad natural que tengo. Podré llevarlas sin problemas. Dejen de preguntar y avancen — dijo La Sombra, impaciente. Jannie notó que la mano de Aria le temblaba.

— No te preocupes Aria. Todo estará bien. Vamos —La Sombra se apartó a un lado, permitiendo que Jannie pasara primero y luego Aria. 

Cuando alcanzaron las afueras de la academia, observaron a los alumnos de noveno y décimo grado saliendo de los portales y adentrándose en los autos que desaparecieron en una esfera de humo grisáceo. Aria divisó a Han salir de un portal acompañado de Hiro. Sus miradas se cruzaron por unos instantes antes de que ambos chicos se dirigieran hacia el auto y desaparecieran. Un nudo se formó en el pecho de Aria mientras se acomodaba en el vehículo junto a Jannie, donde La Sombra ya ocupaba el asiento del conductor. La ventanilla se cerró y Jannie observó por la ventana cómo el humo envolvía el exterior del automóvil. A lo lejos, el cielo cerrado adoptaba un tono gris metálico, entre gris y plateado.




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