Entre el amor y la guerra

Prólogo

El sonido de tacones resonó por los pasillos hasta detenerse frente a una puerta, está se abrió con sonido chirriante y apareció una figura femenina llevaba un conjunto elegante de pantalón y blusa negro acompañados de un tapado azul, el cabello rojo suelto lo llevaba por la cintura.Paso su vista por toda la habitación hasta hacer contacto con el hombre que la miraba desde la silla, su silla. 

Él tenía el cabello rapado y una mirada sorprendida  

—Les dije que me vengaría— Sonrió mientras sus labios de color bordo le iluminaban el rostro pese a la poca luz que había en la habitación. 

—Estas...viva—La voz de hombre parecía encontrar dificultad al hablar, tanto por la sorpresa como por lo deslumbrante que lucía la mujer. 

Avanzo unos pasos y apoyo las manos en su escritorio  

El percibió su perfume y lo golpeo antes de que pudiera articular palabra 

—Estoy más viva que nunca mi amor—Le volvió a sonreír, pero esta vez con malicia, buscó algo en su cintura y lo desfundo, mientras silbaba por lo bajo le mostraba una reluciente y pequeña espada—Es mi bebe 

El hombre se quedó sin aliento 

—Yo no tuve nada que ver, sabes que...— No lo dejó terminar—Dime donde esta él y puede que sea piadosa—La advertencia le provocó un temblor en las manos seguidas a continuación de las piernas hasta extenderse por el resto del cuerpo. 

Ahora le apuntaba con la espada, todos sabían que era una excelente lanzadora, desde cualquier distancia y rara vez se equivocaba. 

—N-o-lo sé—tartamudeó y eso fue una señal para ella, esta se sentó en el escritorio y se giró, quedando enfrentados mientras le deslizaba el filo de la espada por el cuello del hombre en movimientos peligrosos. 

—¿Quizás necesitas que te recorte un poco para que lo recuerdes?,vamos, son amigos ¿cómo podrías no saberlo? —Lo miraba directamente a los ojos igual que un cazador a su presa. 

—Está en el hotel Esmeralda, habitación 22— dicho esto esta se alejó enseguida y el hombre suspiro de alivio 

—Siete— dijo la mujer antes de dejar la habitación y el hombre se paró de golpe de la silla—No, no, por favor Dama Acónito—Sin embargo, ese nombre no le agradaba, sé lo habían puesto los demás, así era como la llamaban a sus espaldas era el nombre otorgado después de llegar a la sima de su imperio, aunque también solían llamarla reina azul, como su sequito de seguidores, pero ahora gracias a una traición en la que perdió casi todo, sólo algunas lealtades permanecieron 

Siete quien era un hombre alto y silencioso que siempre llevaba ropa negra apareció en el marco de la puerta, era leal y ella sabía muy bien que era su punto débil y estaba segura que nunca podría traicionarla. Así que mientras se acomodaba el cabello colocándolo detrás de su oreja tomo su espada y la lanzo sin mirar para atrás. Él otro hombre quedo paralizado, le había dado en el costado izquierdo, se acercó tranquila mientras tomo la espada por el mango y la tiró con fuerza  

—Espero que no pienses en volver a traicionarme, si sobrevives— dijo mientras dejaba un frasco pequeño en el escritorio — solo por esta vez seré piadosa — se marchó de la habitación y salió de la mansión sin mirar atrás, el guardaespaldas la acompaño en todo momento hasta el Mustang negro del 67, su auto favorito y una de las pocas cosas que no le habían arrebatado. 

Se subió y suspiró con pesar 

—Necesito una ducha, rayos, extraño mi yacusi con burbujas 

—¿Vamos a ir al hotel hoy sin refuerzos? 

—La venganza no puede esperar—aunque su voz sonó segura por dentro se sentía inquieta, hacia un tiempo desde la última vez que lo veía y no quería perder el control, porque él era el único que la hacía enloquecer. Antes de arrancar el auto tomo el brazo de su copiloto y lo tiro hacia ella y lo beso, él le correspondió a gusto después de unos minutos se detuvieron. 

—Bien, vamos a la guerra 

—Odio cuando haces eso 

Ella le sonrió de la manera que suele hacer, y todos sin excepción caen en la trampa presos de sus ojos y la traviesa comisura de sus labios. 

En cuanto llegaron al hotel la luna llena se encontraba en lo más alto, ella se bajó tranquilamente y dirigió hacia la entrada, o al menos eso aparentaba. Él la acompañaba unos pasos detrás sin perderle de vista, no había nadie más sigiloso ni letal. Entraron y siguieron de largo ignorando a la recepcionista que se les quedo viendo sorprendida sin embargo nadie en su sano juicio le detendría después de ver su tapado ni siquiera los guardias de seguridad. Mientras tomaban el ascensor, en la miro mientras ella se peinaba el cabello con la mano nerviosamente, se veía bien no era necesario peinarse de manera paranoica. Decidió permanecer en silencio ignorando la puntada de celos que había comenzado a sentir desde que descubrieron a quien iban a ver, sabía que ese día llegaría tarde o temprano, aunque no pudiera evitarlo. Sin previo aviso la tomo por la cintura y quedaron enfrentados ella le sonrió y él le correspondió nuevamente, la beso de nuevo, quería disfrutar esos momentos en los que solo eran ellos, y no podía dejar de extrañarla cuando estaba fuera de su vista. Ella le deslizo la mano por el pecho bien formado de él, a lo que el suspiro sin embargo el timbre del ascensor sonó e interrumpió la diversión arruinando el momento. Ella acomodó su ropa y salió majestuosamente como solo podía salirle a ella, ocultando el nerviosismo y luciendo bien, le siguió perdido en ella, veía su larga cabellera roja y quería acariciarla, ella volteo por un segundo y le guiñó y en ese momento su corazón volvió a latir acelerado, al menos hasta que llegaron a la puerta con número veintidós. 

Ella golpeo ligeramente y no paso mucho tiempo hasta que esta se abrió y un chico alto con cabello negro desaliñado y ojos verdes la veían con intensidad, sería un reencuentro mágico si no fuera por la realidad de la situación, le golpeo las pelotas antes de que alguien reaccionara, el chico atino a agarrarse mientras perdía el equilibrio y quedaba agachado en el suelo, ella lo siguió y se agacho, lo tomo del cabello con fuerza 



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En el texto hay: mafia, lobo, matrimonio

Editado: 08.07.2022

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