Gianna
Leonardo siempre me ganaba planeando, tenía la jugada para el momento indicado de alguna manera siempre sacaba un as debajo de la manga. Como el plan que tenía dándole vuelta de una manera increíble, por alguna razón es mi enemigo, pero ahora estamos en un contrato prenupcial en el que tenemos tiempo hasta pasado de mañana para casarnos oficialmente. Moví contactos antiguos para deshacerlo, el problema es que aún no encontré la solución. Afortunadamente después de no dormir casi encontré al indicado pero el desgraciado contacto tomó ventaja de mí sabiendo que estoy en una situación complicada, pidiéndome cosas a cambio, cosas difíciles de obtener, pero es el único entre ellos que realmente puede darme la solución real de resolver el problema que cree ,debo obtener un preciado objeto, nada importante solo una joya diminuta que se exhibe en una vitrina, de una acaudalada familia importante, por ello me tome el trabajo de reunir a la "banda", los más leales de entre todos y lo único que me queda.
Siete y Simone me miraban curiosos
—Bien, el día de mañana asistiremos a una fiesta para robar una joya, más bien un zafiro, sé exhibe como premio en la entrada, sí, oyeron bien, y sea estúpido o no, nos perjudica porque en ese lugar habrían guardias protegiéndolo sin mencionar los invitados que pasaran por ahí y la seguridad de todo el perímetro, sumando las cámaras a la hora de salir con el diamante.—Simone, quién tenía la piel color oliva, balanceó su cabellera larga y negra mientras me observaba divertida con sus ojos verdes, Siete que no perdió de vista su movimiento trago fuerte, al parecer había algo ahí pero hoy no había tiempo para distracciones—Chicos, por favor, no se distraigan.
Siete me miró enojado
—¿Celosa de que no te presto atención?
—Para nada —mi respuesta le provoco más enojo, y aunque era de los más leales me perjudicaba que sintiera algo por mí
No me gustaba jugar con sus sentimientos, pero él se acercó a mi cuando Máximo me dejó, él sabía que iba a salir perdiendo y aun así lo hiso. No voy a seguir con él, eso solo sería peor porque sabemos que no terminará bien.
Podía ver cómo le resaltaban las venas mientras apretó los puños mientras intentaba controlarse
—Siempre fuiste así, apenas me miraste cuando Máximo se fue, pero te consolé como un idiota, ustedes siempre elijen al peor...—hiso una pausa para mirarme dolorido, sentí un pinchazo en el pecho por la culpa—Y ahora quieres que robé por ti, ¿qué más quieres de mí cuando ya lo tienes todo? —Mientras se desahogaba podía ver cómo iba aflojando los puños y se relajaba
No sabía que decir, o mejor dicho no había nada que pudiera hacer para que se sintiera mejor.
—Yo...lo siento, siento haber jugado con tus sentimientos y no tienes que hacer nada que no quieras, pero mañana se hará el robo, vallas o no— lo único que podía hacer ahora era darle libertad cosa que no ha tenido en mucho tiempo
Simone nos miraba, de uno en uno mientras tamborileaba con los dedos haciendo un ruido melodioso sobre la mesa.
—No dije que no lo haría, solo te pido que después me dejes tomarme unas vacaciones, necesito estar lejos...—no termino la frase porque ya sabíamos lo que venía, él quería estar lejos de mí, porque siempre era así envenenando a los que están a mí al rededor, terminan alejándose, no tenía el derecho de impedírselo
—Bien, apenas salgamos de allí, serás libre— le dije mientras le sonreí un poco para bajar el aire espeso que se había formado en la sala
—Al fin, me estaban deprimiendo—Simone suspiro pesadamente.
—Volviendo al plan, la fiesta es a las ocho y la invitación no es problema porque estamos en la lista
—No me digas, algún pobre hombre cayó atrapado por ti
—En realidad, esa parte se la encargué a Simone—le dirigí la mirada y ella me guiñó en complicidad.
Simone era buena hackeando, por no decir la mejor, por eso está en mi equipo. La verdad es que mi parte favorita siempre fue manejar las cosas desde las sombras, sabían que era mujer, pero solo eso, pero cuando iba subiendo ya no podía seguir pasando de ser percibida y hoy día todos saben mi nombre, causando terror y admiración a la vez, como siempre digo no se llega a la cima sin ensuciarse un poco.
—Entiendo, entiendo a veces siento que ustedes están demasiado avanzados inclusive para esta época
—Eso es por que nosotras somos y seremos el futuro—le guiñe el ojo
—Eso no lo dudo, si separadas son una bomba, juntas serían un cataclismo
El silencio se esparció como humo, no lo había pensado, pero Simone era lo opuesto a mí y sin embargo la unión entre ambas se dio sola, y hoy día es un pilar importante para mí. Es una de los pocos amigos que permaneció ahí, cuando ya casi no tenía lujos y eso nunca lo olvidare.
Acordamos cada detalle como si robáramos todos los días y al final se quedaron a dormir en casa, en la hora de dormir fui a mi cuarto, me gustaba porque era mi lugar de tantos. Aunque mis padres no estaban en casa, porque se fueron de viaje y se quedaron a vivir en una pequeña isla caribeña hace años, me siento sola y abandonada. Él haber recuperado esta mansión solo fue el primer paso de mi venganza, así para cuando papá y mamá vuelvan todo va a estar igual que antes. Nuestra comunicación es escasa, pero no puedo dejar que los demás me vuelvan a quitar lo que es nuestro por derecho.
Al otro día, para la hora de la fiesta estábamos todos listos, tenía un vestido negro de lentejuelas super brillante, sin mangas, pero con tiritas en la parte superior y un escote en v. Me las ingenie para esconder mis preciadas espadas pequeñas en la zona del muslo, aunque tenía que tener cuidado si me sentaba por que el vestido no era muy largo y si se subía podría notarse, por suerte son más sencillas que esconder que un arma, con lo que están teniendo problemas, Simone y Siete.