Entre el amor y la muerte.

CAPITULO II - "La cita"

Me paro muy firme, la inusitada energía aún recore mis venas. Nuestros ojos están clavados en los ojos del otro,¡No voy a echarme para atras ahora!

-¿Qué me acabas de decir?

-¡No sabía que eras un actor sordo!

-¡No estoy de humor para juegos!

-Bueno, yo tampoco estaba de humor para ser atropellada.

Me cruzó de brazos, desafiándolo con la mirada. No voy a hacer que se liberé de mí tan fácilmente.

-¿Qué planeas hacer si te llevó a mi casa?

-¡Menos preguntas y más acción! Señor Famoso. O aceptas mi oferta o la llevaré a otra parte, y sabes perfectamente de que hablo.- Su expresión se congela, una parte de mí no se siente bien amenazándolo. ¿Pero qué otra opción tengo en este momento? -Mira, voy a contar hacia atrás para acelerar un poco esto.- Sus ojos se llenan de desesperación. -Cinco ... Cuatro... - continuó hablando, pero el actor me interrumpe.

-¡Está bien!

-¿Ya has decidido?

-Tampoco me has dado muchas opciones.

Puedo sentir una ira intensa en su ronca y sexi voz. No lo culpo. Pero al mismo tiempo, sin embargo, no me siento tan mal. ¿Me siento...viva?
Quizás es porque nunca había hecho esto antes... Caden pasa por mi lado, abriendo la puerta del auto del lado del pasajero.

-Entra antes de que cambie de opinión.

Mantengo una expresión indiferente.

-¡Oh vaya! Que caballero.

-Cierra la boca y métete en el auto.

-¡Hups! No tan caballero, parece.

-Como si me importara la opinión de alguien como tú.

Frunzo el ceño, eso dolió. Abro la boca para hacer algún comentario, pero no lo hago, simplemente me subo al auto.
¡No tiene sentido discutir con alguien como él, de todos modos! Caden se sienta en el asiento del conductor y salimos de ahí de inmediato.

El ambiente es tan incómodo y silencio, que puedo oír fácilmente los latidos de mi corazón. ¡Esta es la cosa más loca que he hecho en mi vida!

-Hemos llegado.

Yo no puedo pretender no estar impresionada, la casa es enorme y es toda una imagen de opulencia. Caden me mira y arquea una ceja,vuelvo a poner una expresión de indiferencia.

-¡Vamos al grano!- Hablo yo, camino hacía el gran sofá negro y me siento. Señalo el sofá de enfrente para que él se siente.

-No, gracias. Prefiero quedarme de pie.

-Muy bien. Para empezar, me quedaré aquí, a partir de ahora.

-¿Y cuánto tiempo piensas quedarte?

-Humm... Supongo que unos cien días.

-¿Por qué unos cien días...? Es un poco específico.

-¿Quién sabe?... Quizas me guste el número cien. Además no estas en condiciones de hacer preguntas.

-Si quieres dinero, simplemente dilo. Puedo pagarte cuánto quieras.

-¡Jajaja! ¿Pero dónde está la diversión en eso?- Me levanto del sofá para acercarme a él. A pesar de su fría expresión, sus ojos revelas sus emociones más profundas. Esta aterrorizado ¡Se siente bien ser un poco mala! -Relajate, no te pediré que hagas ninguna locura. Y no estoy pensando en dinero en este momento.

-¿Entonces qué quieres de mí?

Su voz se endurece, pero la mía permanece tan dulce como siempre.

-Por ahora solo quiero una ducha y una cama  para dormir. Supongo que debes tener esas dos cosas es esta casa tan grande, ¿no?

Caden parece querer discutir todavía más, pero simplemente deja escapar un débil suspiro.

-Sígueme.- lo sigo hasta una habitación - Puedes quedarte en la habitación de invitados.

Otra vez me quedo boquiabierta, ¡La habitación de invitados es impresionante!

-Entonces, para que las cosas queden claras... ¿Si te doy un lugar para quedarte, mantendrás el accidente en secreto?

-¡Oh! Esto es solo la primera parte. Tengo otros planes, pero eso dejemoslo para más tarde. Ahora estoy un poco cansada.- Le sonrió inocentemente, la cara de Caden se contorsiona de fastidio. Entonces, da un paso hacia adelante, acercándose a mí.

-Si no cumples con tu palabra, te arrepentirás.

-¿Por qué no te preocupes de ti mismo Sr. Actor?

-No te lo advertiré una segunda vez. No seas arrogante.

Caden me lanza una mirada gélida, y luego se va. Miro hacia la puerta, en caso de que vuelva, pero no lo hace.
Pronto estoy cómodamente acostada en la cama matrimonial, un suspiro sale de mis labios mientras me relajo.

-Así debe sentirse estar en el cielo...

-¿No te parece que estás exagerando?

-¡Ahh!

De la nada, Noah aparece del otro lado de la cama.

-¿Podrías llamar a la puerta la próxima vez?

-Jajajaja. Perdona. Es un mal hábito que tengo.

-Un momento. ¿Como has entrado aquí...?

-¿Ya te has olvidado que soy un ángel de la muerte, Jane? Atravesar paredes es una habilidad básica de todas las parcas.

Me frotó los ojos para asegurarme de que no estoy imaginando su presencia.

-Esta bien, todo esto esta pasando de verdad... Me atropello un auto, estuve en el más allá y luego reviví nuevamente. ¡Y ahora me estoy quedando en una de las habitaciones más caras de toda la ciudad!

Noah abre la cortina con un movimiento afectado. Me levanto de la cama y veo el impresionante paisaje de la ciudad. Las luces parpadean con tanta belleza que se mezclan con las estrellas nocturnas.

-¡Ahh! ¡No puedo creer lo alto que estamos!

-Jejeje. El mundo puede ser un lugar increíble, ¿no?

Noto sierto optimismo en su rostro.

-Sí, es un lugar increíble... para los dueños de casas como esta. Pero no para las personas pobres como yo.

-Vamos, no seas así. ¡Eso no lo sabemos con certeza!- Apenas logró invocar una pequeña sonrisa, la esperanza no es una sensación que sea exactamente familiar para mí. -No puedes seguir siendo así, Jane. - Noah vuelve a sonríe calidamente. -La vida es un misterio. Nunca se sabe a dónde te llevará mañana, Jane.

-Hablando de eso...¿Alguna idea de lo qué se supone que debo hacer ahora? Quiero decir, ahora que sé que solo estare viva por los próximos cien días... ¿Cual es mi plan...?



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En el texto hay: amor, muerte, amistad

Editado: 03.08.2020

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