Capítulo 37. El juicio

Pase más de ocho horas encerrada en la oficina de Cristopher leyendo y marcando las páginas más importantes del libro de diez mil páginas. Logre armar un excelente plan para justificar las faltas de Alonso. Nunca me había esforzado tanto en algo, ni cuando iba a la escuela. Solo pude leer la mitad de la mitad de ese libro, es inmenso y lo hace difícil las letras pequeñas. Algún día tengo que leerlo completo.

Lo menos cansado fue ver la nube. Martín me ayudo a sacar los videos para la evidencia, los dos terminamos llorando. La historia de Alonso es más dolorosa de lo que pensaba.

La sala está repleta de ángeles que apoyan a Alonso, mi abuela está aquí y eso me tranquiliza un poco, tantas alas me están mareando.

Antes de entrar le prometí a los abuelos de Alonso que lucharía por traerlo de regreso y les voy a cumplir contra viento y marea. Estudie todo el día, pero no está de más darle una última repasada a mis notas, quiero que todo salga como lo planee. No estoy nerviosa, sino al contrario, me siento muy segura de mi misma.

Esto es por Alonso, porque merece una segunda oportunidad.

El silencio se hace presente cuando el comité de ángeles sube al estrado. Está conformado por una mujer y dos hombres. Cristopher me hablo un poco de ellos, en pocas palabras son los que se encargan de que todo esté en orden en la Terminal. Son los ángeles más asombrosos que he visto, se les nota el gran poder que tienen. Los tres visten con una toga blanca, sus alas son muy grandes y de color coral.

─El día de hoy estamos aquí reunidos para resolver el caso: Ángel Caído por parte del ángel guardián Alonso Miller con el número 161422 ─habla Sandra, la principal del comité. Cristopher me dijo que era la más poderosa de los tres─. Este será llevado a cabo por su ángel, Ana Evans.

─El ángel guardián fue expulsado de nuestra Terminal tras el incumplimiento de cuatro reglas ─explica el ángel sentado a la derecha─. Sumando que el ángel guardián Bryan Hale, presento una demanda en su contra al poner en peligro la vida de su ángel y de entrometerse en su futuro ─los murmullos se hacen presentes. Lo que menos quiero es que se rompa la buena imagen que algunos tienen de Alonso─. Ángel Ana, a partir de este momento le concedemos la palabra. Estamos ansiosos de escuchar sus motivos para regresar a su ángel guardián.

Llego la hora.

Con seguridad me pongo de pie y con la cara en alto me acerco al frente. Delante de ellos me siento muy pequeña, como si no tuviera ningún valor. Sandra me intimida un poco con esa mirada que dice más de mil palabras. No pasa nada, todo va a salir muy bien. Lo hago por Alonso.

─Muchas gracias su señoría ─hago una pequeña reverencia. El respeto antes que todo─. Mi trabajo fue guiado por su libro de las diez páginas, con lo escrito digo con seguridad que de las cuatro reglas, solo se rompió una, la número cuatro. En pocas palabras es en dónde se dice que el ángel guardián debe de alejar o evitar la muerte de su ángel. Alonso confeso que no quiso salvarme de ese accidente.

─¿Cuáles fueron los motivos por los cuales el ángel guardián no quiso salvarla? ─cuestiona el ángel de la izquierda.

Cristopher me explico que ese ángel es el encargado de hacer las preguntas y que de los tres es el que suele ser más comprensivo. Su nombre es Oscar.

─Él quería que yo estuviera a su lado.

─Si la quería a su lado, ¿por qué le consiguió una segunda oportunidad?

─Me gustaría que lo escucharan por la voz de Alonso.

Martín se encarga de reproducir una de las conversaciones que Alonso tuvo con Cristopher. En el video se ve lo devastado y lo arrepentido que se sentía por no haber intervenido en el accidente. Me cuesta verlo, la primera vez fue muy doloroso.

─Puede continuar ─indica Oscar con un tono serio.

─La segunda regla es la número ocho, dónde no se puede cambiar o revelar el futuro del ángel. Alonso solo menciono que tengo tres futuros posibles, al igual de que él se encuentra en uno de ellos. En el video se puede escuchar como Alonso hablo de un futuro, pero en ningún momento revelo el nombre esa persona.

Martín pone el siguiente video.

“Con él siempre serás muy feliz y vivirás todo lo que has soñado. Te casaras, tendrás hijos y esa hermosa casa que tanto anhelas. En el Cielo solo me tendrás a mí y a millones de ángeles. Yo nunca podré darte ni la mitad de lo que él te dará”

─En el libro se menciona que esta regla se rompe cuando se revelan nombres, fechas o se muestra algún video del futuro. Alonso no hizo ninguna de esas tres cosas. Él solo mencionó que formaba parte de uno, pero no dio detalles relevantes de cómo sería ese futuro.

Solo quedan dos reglas, puedo hacerlo.

─La siguiente regla es la nueve, dónde se menciona que se deberá usar correctamente sus dones y no perjudicar a nadie físicamente o mentalmente. Alonso en ningún momento utilizo sus dones para atentar con la vida de Juan Pablo. La propuesta de la carrera de motocicletas fue aceptada por él, Alonso propuso eso para evitar llegar a los golpes. Al final ninguno de los dos se puso a pensar en los riesgos que eso los llevaría.

Martín muestra el video de la carrera de motocicletas. Se ve perfectamente como Alonso no utilizo algún don o magia, los dos subieron a las motocicletas por su voluntad. Solo de recordarlo me hace reventar del coraje, lo peor de todo es que ninguno de los dos traía casco.