"Dazed & Confused" Ruel

Hay algo en tus ojos... que no me dejan caminar recto, estoy bajo tu influencia, estoy perdido y confundido...

     Segundo año de universidad, y si, llevo dos años observandote desde los asientos de atrás, no entiendo... llevo dos años sin una maldita idea del porqué no puedo dejar de observarte. Cada mañana que llegas, cuando ajustas tus anteojos, cuando acomodas tu cabello detrás de tu oreja, detrás de pilas de libros en la biblioteca, ¿Porqué? Cuantas veces me he perdido al verte sonreír a pesar de que los demás me ven, no soporto más. 

     Era tarde, de seguro quedábamos tan pocos en la que podía contarnos con los dedos, me acerqué a ti y tu comenzaste a alejarte cada vez más, aligere el paso y anteponiendo el brazo sobre la pared logré detenerte, estabas asustada y confundida, buscabas protección sujetando cada vez más fuerte los libros que llevabas. Empuñe la mano y golpe la pared, me temias, y ahora más, cerraste los ojos al golpe y solo me quedo alejarme. Para muchos era el buscapleitos, el rudo y fuck boy de la escuela, mi característica chaqueta de cuero y las cadenas que colgaban del cinturón no me ayudaban pero ese era yo, y tu la tierna chica de los anteojos. 

     Buscaba refugiarme en la piscina y nadar un poco, escuché que había alguien pero de todas formas entre, cuando me viste acercarme cada vez más, nadaste a la orilla y abandonaste la piscina. La sangre de mi cuerpo herbia, solo podía conformarme con verte en el salón sin acercarme o hablarte. 

     Una nueva semana inició, y al final de las clases me acerque a la piscina,  ahora sabía que tu llegabas ahí. Desde afuera vi como un grupo de chicas te molestaban y no soporte verlo, corrí y me antepuse entre las chicas y tu para protegerte, al verme ellas no entendian lo que pasaba y se marcharon. Me partió el corazón ver como te derrumbaste y llorabas mientra contemplabas tus anteojos rotos. 

     Me acerqué y con la mano limpie unas lágrimas de tu mejilla, levantaste la vista y preguntaste porqué. 

-No puedo evitar actuar si se trata de ti- Respondi viéndote a los ojos. -Vamos, no dejaré que esto se quede así- Te mencione ayudándote a ponerte de pie. 

     Era la primera vez que te veía tan de cerca y en traje de baño, tu piel al descubierto y la ropa que dejaba ver tu figura, me dejaron boquiabierto, lo notaste y tus mejillas se volvieron roja. -No me veas así...- Mencionaste intentando cubrir con los brazos tu cuerpo. 

    Aparte la cabeza de tu figura y me quite la camiseta para ofrecertela. -Ponte esto y salgamos de aquí.

     Te cubriste y nos dirigimos a los vestidores, sentia caminar sobre nubes, no estaba en mis cinco sentidos y entre contigo al baño de chicas pero me detuviste. -¡¿Que haces, estas loco?!  Espera afuera... 

     Me quedé en la puerta pero la impaciencia me inundó, y luego de golpearme la cabeza sobre la pared por un tiempo entre, pero no estabas a la vista. Comencé a buscarte al escuchar un sollozo, estabas en el último espacio, de un golpe logré abrir la puerta y sin pensarlo me lance al piso para abrazarte, volviste a cuestionarme, no entendías.

-¿Porqué? ¿Porqué haces esto?... 

-Me da rabia verte llorar, no dejaré que una solo lagrima se derrame por tu mejilla, quiero cuidarte hasta com mi vida...- Te tome de la barbilla y eleve tu rostro. -Tus caderas me tienen hecho un loco, no soportare una noche más imaginandomelas encima de mi, quitándome las ganas...- Te bese y correspondiste, tu mano recorrió mi pecho hasta posarse en mi abdomen, nos pusimos de pie y te lleve hasta la pared, continúe besandote y cada vez los besos sabía mejor, repose mi mano sobre tu cadera y con mi rodillame abrí paso entre tus piernas, se te escapo un ligero gemido y te pedí no te contuviera. 

-¿Vamos a tener sexo aquí?...- Cuestionaste. 

-No se por cuanto más podre contener mis ganas, pero aun no quiero romper esto tan delicado que al fin mis manos pueden tocar... déjate la ropa y no te contengas... 

     Amar no es solo cuestión de cuerpos desnudos. No alcanzo a ver bien, estoy hiperbentilando, mis rodillas comienzan a tambalear, cortaste mis frenos y pise el acelerador. Mis manos recorrieron tu cuerpo sobre tu ropa, te sentías bien, llegue a tu zona noble y tu cuerpo se vencio sobre mi, luego de presionar me por un rato hacia ti, tus manos aflojaron mi cinturón y mis pantalones, comenzaste a masajear por encima de mis boxers y ahogaste mi gemido con un beso, eso fue solo el comienzo  y todas esas noches imaginadote encima de mi se volvieron realidad, así como sonreírme cada mañana y poder ser yo quien ajustará tu cabello. 

     Si he perdido la cabeza y lo volvería hacer...