En la oscuridad

¿Has visto un ave enjaulada? ¿Te has sentido algunas atrapada?

Hoy como todas las mañanas me he levantado con la misma rutina de siempre. Veo mi reflejo en el espejo, nada a cambiado, sigo viendo a la misma niña de hace años atrás consumida en lo más profundo de las penumbras.

Algo dentro de mi se remueve inquieta suprimo el dolor que se a formado en mi pecho, por el simple echo de verme a misma atrapada en la oscuridad. Sin darme cuenta me hayo frente a frente a aquella niña con los ojos apagados… sin brillo alguno, ese brillo que los caracteriza a los niños, ese brillo lleno de esperanzas y sueños.

Esto es un sueño.

Digo viéndome a mí misma

Temerosa de misma intento acercarme, el dolor en mi pecho sigue en aumento, sin embargo, por alguna razón me es imposible acercarme a ella, con cada paso que doy se aleja más de mí. Quieta la observo alejarse, me llevo la mano a mi pecho intentando calmar el dolor insoportable que va de aumento.

Espera…

Susurro cayendo de rodillas, mi vista se vuelve borrosa anunciando mis lágrimas. No comprendo que me pasa… solo siento este dolor y miro con impotencia a la niña que por alguna razón no quiero que desaparezca. Intento levantarme, siento mi cuerpo pesado, de a poco lo voy logrando hasta que finalmente lo consigo.

Espera…

Vuelvo a pronunciar con lágrimas en el rostro, pero soy ignorada.

¡lo siento!

Grito, desesperada… no sé el porqué de aquellas palabras, simplemente no lo pensé… solo sentí que debía de decirlo… y funciono.

Pude ver que reaccionó a mis palabras… lloré aún más cuando cruzamos miradas… y luego nada me quedé a obscuras.

Soy despertada por el fuerte estruendo de un rayo, mi respiración esta agitada, mi blusa esta pegada a mi por el sudor que cubre mi cuerpo. Con la vista recorro todo mi cuarto buscando algún indicio de ella… de mí, pero nada. Salgo de mi cama y me siento cerca de la ventana, no se cuanto tiempo me he quedado dormida a anochecido y la lluvia también hace su presencia.

Solo a sido un sueño.