Dominik no sabía cuánto tiempo había pasado cuando abrió los ojos, soltó un gruñido y observó a su alrededor. Estaba encadenado a la pared y tres personas lo estaban mirando a través de una ventana.
─El objeto se ha despertado─ Dominik escuchó y les gruño, jaló de las cadenas intentando soltarse. Pero era imposible, estaba casi inmóvil. Y de repente algo vino a su mente.
Arleth, su respiración se aceleró y buscó nuevamente por toda la habitación. Ella no estaba, soltó un grito furioso y sintió sus uñas crecer. Quería ver a su compañera y saber que estaba bien.
─¡Quiero ver a mi compañera! ─jalo las cadenas con fuerza, la pared vibró y las tres personas abrieron los ojos sorprendidos. Volvió a jalar las cadenas y esta vez volteó a ver a la pared, las cadenas estaban pegadas a ellas y a cada jalón se iban desprendiendo poco a poco.
─¡Tiene los ojos rojos! ─Dominik rugió con todas sus fuerzas y su mano derecha quedo libre─. ¡Activen el protocolo de emergencia! ─Dominik volvió a rugir con todas sus fuerzas y justo se desprendió la cadena de su otra mano.
39 HORAS ANTES...
Arleth observó a su alrededor, estaba en una pequeña habitación de color hueso. Paso una mano por su cabello y parpadeo rápidamente, su respiración comenzó a acelerarse. No sabía dónde estaba, se levantó de donde estaba y camino rápidamente hacia la puerta.
─¡Sáquenme de aquí! ─golpeó repetidamente en la puerta hasta que esta se abrió, Arleth dio un paso para atrás y subió la mirada. Una señora estaba parada con un traje de color amarillo─. Quiero irme.
─Cállate niña─ Arleth iba a contestar pero aquella señora agarro su brazo y sacó una jeringa se su traje, Arleth soltó un gritó. La señora le dio una sonrisa malévola─. Te sacare sangre─ ella negó con la cabeza pero eso no impidió que la señora pusiera la jeringa en su brazo y le sacara sangre.
Se sintió mareada cuando se fue esa mujer, cayó de espaldas al piso y sintió todo el cuarto dar vueltas. Quería estar con Dominik, no quería estar en aquella habitación sola. Cerró los ojos y con una pequeña sonrisa se dejó llevar.
+++
Sintió que alguien la movía y soltó un gemido de dolor, abrió los ojos lentamente y se encontró con unos ojos azules.
─Soy Loan─ se estaba moviendo, se incorporó y se dio cuenta de que estaba en una especie de cama rodante.
─¿A dónde me llevan?
─No te van a hacer nada, solo no hagas algo de lo que te puedas arrepentir─ Arleth no entendió nada, pero aquel hombre le daba confianza.
─¿Dónde está mi compañero? ─Loan frunció el ceño.
─¿Ese hombre con el que estabas?
─Si.
─Es algo mayor para ti─ Arleth se encogió de hombros y miró con cautela el lugar, todavía no había dejado de moverse. No sabía dónde la llevaban y tenía miedo de preguntar.
─Pero es mi compañero, estamos destinados a estar juntos. Y es muy lindo─ Loan la miró con los ojos entrecerrados, la niña estaba sonrojada y veía a la nada, como si estuviera esperando a ver en cualquier momento a aquel hombre.
─Lo veras luego─ él sabía que no sería así, probablemente experimentarían con el y después lo matarían. Llegaron a un laboratorio y la joven miró a todos lados con los ojos abiertos─. Lo siento mucho─ Arleth intento gritar pero algo se lo impidió, le habían puesto una máscara y se estaba quedando dormida. Intento luchar contra ellos pero no pudo, finalmente cerró los ojos y lo último que vio fue como era golpeado aquel muchacho.
Loan fue obligo a ver lo que le hacían a la niña, cuando cerraba los ojos recibía un golpe en la espalda. Odiaba a su madre por haberse acostado con un exterior, soltó un gritó cuando recibió otro golpe en la espalda. Habían comparado los órganos de Arleth con los de un humano y había muy pocas diferencias, eso les había gustado a los doctores. Loan cerró los ojos y sintió que algo cambiaba dentro de él, abrió los ojos de golpe. Escuchaba los corazones de los doctores latir, escuchaba sus respiraciones, el paso de su sangre. Miro sus brazos y se dio cuenta de que estaba creciendo demasiado pelo, quería rugir, como si fuera un lobo. Pero de seguro, lo iban a mandar a las salas de experimentación. Respiro profundamente y todo lo anterior desapareció, vio nuevamente sus brazos y estos estaban bien, ya no escuchaba el latir de los corazones ni tampoco tenía las ansias de matarlos.
Cuando lo dejaron libre, camino directo a la habitación donde estaba Dominik. Antes de entrar verificó que nadie lo estaba observando, desactivo las cámaras y entró rápidamente. Tenía el tiempo contado, no podía tardar más de 5 minutos porque si no se darían cuenta de que algo malo estaba pasando. Cuando encontró lo que necesitaba se lo inyecto a Dominik y luego sonrió.
Dominik levanto la mirada y vio al muchacho, Joan dio un paso para atrás asustado.
─Eres de los nuestros─ Dominik ladeo la cabeza y respiro profundamente─ ¿Por qué nos encerraste? ─Loan miró su reloj y miró a su alrededor nervioso.
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Editado: 09.08.2018