Capítulo 3. Kim – La actualidad (16/08/2022).
El protocolo requería que tanto el contenido como la caja fueran enviados directamente a criminalística, donde debían aguardar un tiempo antes de obtener alguna pista o indicio útil. Inicialmente, Kim pidió que se investigara si había huellas dactilares o restos de ADN que pudiesen ayudar a identificar a algún sospechoso y que se siguieran los procedimientos lo más rápido posible. Aunque la situación fue un poco incomoda y no había forma de pensar en algo diferente que no fuera le paquete y su muy extrañado contenido, Kim decidido confiar en su compañero y revelarle la verdad de porque había regresado esa noche de descanso a la estación. Por esta razón, antes de abandonar la comisaría por segunda vez esa noche, se dirigieron al centro de informática y explicó la urgencia de rastrear dichos mensajes.
A la mañana siguiente, Kim había vuelto a citar a Erick muy temprano, esperando que alguno de los departamentos a los que habían solicitado información la noche anterior tuviera un informe con el que pudieran comenzar. Mientras esperaba a su compañero, disfrutaba de una taza de café y se deleitaba con una dona glaseada, de esas que solo con verlas ya te hacen sentir culpable. En ese momento, uno de los investigadores a cargo del área de informática se acercó a ella con una sonrisa que iba de una oreja a la otra. Este gesto hizo que la detective se ilusionara con la idea de que el caso podría tener un desenlace más sencillo de lo esperado, ya que rara vez los resultados de los exámenes eran tan rápidos, y mucho menos en tan pocas horas como este en particular.
- Detective, buenos días. Estuvimos trabajando toda la noche analizando los mensajes enviados a su teléfono. Es nuestro deber informarle que el número desconocido fue cifrado y las redes VPN utilizadas estaban encriptadas en un país al sur del Líbano. Sin embargo, logramos identificar una similitud entre la red utilizada y un número de teléfono. Aún no hemos logrado determinar quién es el propietario o si se trata de una línea prepagada comercial. Según el indicativo y el prefijo, podemos confirmar que este mensaje fue enviado desde Colombia – Expresó un hombre de baja estatura y complexión robusta. Este individuo tenía la apariencia típica de alguien que pasaba mucho tiempo frente a una computadora y, sin duda, era partidario de la teoría de que toda nuestra existencia es una simulación, considerando esta como la teoría más válida de los multiversos.
- ¿Está completamente seguro de eso? ¿Hay alguna posibilidad de que podamos encontrar un nombre asociado a ese número, alguien a quien podamos traer aquí y preguntar acerca de los mensajes? ¿Cómo encontraron mi número y por qué me los enviaban precisamente a mí? – Kim comenzaba a albergar sospechas. Recordaba la misteriosa desaparición de su padre y cómo el descubrimiento de un cadáver desfigurado había generado confusión, ya que algunas pruebas sugerían que aquel hombre era su padre, pero la certeza nunca se había alcanzado por completo. Además, nunca había abierto las cenizas de su padre, lo que le generaba nuevas inseguridades sobre si ese pequeño recipiente de maceta cerca del Cementerio Local de Phoenix realmente contenía los restos de él.
- Detective, haremos todo lo posible para identificar a algún sospechoso lo más rápido que podamos. Lo que si le puedo comentar es que estamos seguros de la información que le hemos proporcionado, y esperamos que sea útil para establecer alguna conexión. Sabemos que usted pasó parte de su infancia en ese país, por lo que no es tan sorprendente que él o ellos se hayan comunicado con usted – Dijo el extraño individuo de corpulencia notable antes de despedirse y dejar a Kim con su desayuno improvisado nuevamente en su escritorio, a la espera de la llegada de su compañero.
Erick, como era habitual, llegó unos minutos después de la hora en la que Kim lo había citado. Observó que la detective parecía un tanto nerviosa, y, como buen oficial de policía, dedujo acertadamente que ella tenía nueva información relacionada con alguno de los casos que los había llevado a la oficina ese día.
- El número que encontraron, aunque todavía no han logrado identificar al propietario o responsable, fue enviado desde Colombia – Explicó Kim a su compañero mientras él tomaba asiento frente a su escritorio.
- No creo que debas preocuparte por eso. Seguro que tus mensajes son simplemente una coincidencia con lo que realmente nos interesa – Objetó Erick con la intención de aligerar el ambiente y reducir un poco el suspense que Kim seguramente tenía en mente. - Mira, este asunto del paquete misterioso y la foto en la que supuestamente tu hermana está viva, y peor aún, en la que tu padre parece saberlo, es lo que debería ser el enfoque principal de nuestra investigación. Dejemos de lado al individuo que envía los mensajes terroristas por un tiempo.
- Creo que tienes razón – Asevero Kim, segura de que ese supuesto loco estaba completamente relacionado con el empaque y peor aún con una historia que al parecer no conocía de su familia.
- Deberías hablar con tu madre. Podría ser una pista valiosa. Tal vez ella pueda explicarte lo de la foto. En realidad, durante los últimos años en los que tu padre aún estaba vivo, ella fue la única que estuvo con él. Seguro puede contarte algo sobre esa foto sospechosa - Sugirió Erick.
- Creo que tienes razón – Asintió Kim con la cabeza mientras dejaba sobre su escritorio una servilleta llena de crema chantilly producto de un mordisco desmedido de la dona que hace un tiempo estaba consumiendo.