Entre luces y sombras: Los olvidados.

Capítulo 23. Kim – La actualidad (17/08/2022).

El sol apenas estaba saliendo. Kim entro seguida por Erick, mientras observaban de un lado a otro, sin repartir improperios ni gritar todo lo que tenían en mente con respecto a su responsabilidad con la ciudadanía y los deberes de cada individuo de presentarse a la autoridad. 

 

La entrada daba a una instancia grande que comprendía un comedor y la sala. A cambio de un sofá se encontraba una cama bien arreglada y un nochero pequeño, como si ahí se quedara alguien a dormir y las habitaciones no fueran las suficientes. A mano derecha al frente del comedor se encontraba la cocina, con un piso tan brillante que ambos detectives vieron su reflejo al entrar escoltados por sus armas preparados para cualquier novedad. Hacía el otro lado, un pasillo pequeño conectaba con tres puertas, la primera que daba a un baño cuyo piso tenía las mismas características del de la cocina, y otras dos a los únicos cuartos de la estancia. El cuarto de la izquierda era el más amplio y por ambos asumieron que era el principal. La cama estaba tendida y sin una arruga, lo único que podría llamar la atención era que la luz mantenía prendida.

 

La otra habitación se encontraba igual, solo que esta ves tenía un ventanal enorme que daba a una especie de balcón, amplio donde seguro cabría un cuarto extra. En efecto, no había nada, todo estaba super normal, tanto que en realidad parecía demasiado sospechoso. En estos casos tanto Kim, como Erick, y seguro el lector esperarían la escena grotesca de una especie de asesinato o algún indicio de que las cosas han salido mal.

 

Ni ella, ni él, tenían permitido estar ahí y lo único que parecía estar desordenado era el reguero de astillas debajo de la puerta producto del golpe que del arma con la cerradura. Habían violado una de las normas más básicas de cualquier clase de tipo de sociedad, respetar el espacio privado. Estaban ahí por razones que desconocían y nadie sabía de eso.

 

Cuando has bajado tanto llega un momento en que no hay forma de subir, y por no quedarte quieto decides continuar descendiendo. Es un mecanismo de defensa equivocarse y seguirlo haciendo, intentando enmendar el error original. Eso es en realidad la teoría del porque Kim y Erick siguieron esculcando rincón por rincón de aquella vivienda, en vez de llamar a alguien y pedir perdón por su confianza exagerada.   

 

En menos de una hora, en la que no se escuchaba nada; Kim y Erick habían despotricado la casa, lo que antes era un mar de armonía y perfección se convirtió en colchones mal puestos, ropa tirada por todo lado, un piso casi reluciente lleno de ollas, cubiertos y cocas de alimentos. Y nada, no había nada, ni un papel, ni un registro, ni dinero, joyas o cosas que valieran la pena.

 

Existen muchos acertijos en internet, demasiados dirían yo, algunos incluso se han sacado de libros ya antiguos de los que no queda rastro físico. Lo bueno de aquellos acertijos o problemas mentales es que las nimiedades, las pequeñas cosas y las observaciones vagas tienen demasiado sentido. Pasaron minutos sentados en lo que debería ser las mesas del comedor cuando a Kim se le ocurrió la solución a aquel pluzle, en todas las cosas que habían sacado no había ni una sola prenda que fuera de mujer.

 

De forma desesperada la detective comenzó a buscar por toda la casa, y ahora no solo era que no hubiera rastro de alguien en aquel apartamento, si no que no había rastro de que la tal Jessica hubiese vivido ahí en algún momento. Seguro si aquella mujer tuviera ciertas características relacionadas con la identificación de genero y le gustara vestir como hombre con corbatas, y trajes elegantes aquel guarda de seguridad que cuidaba el edificio algo hubiera nombrado, y aunque fuera una especulación, es difícil creer que una mujer no tengo al menos una prenda de ropa interior femenina que se acomode a sus necesidades, o un paquete te toallas, o tampones.  

 

  • Algo raro sucede aquí – Dijo Erick mientras veía como su compañera acachada de cuclillas tiraba ropa por aquí y por allá.
  • Sabes, la posibilidad de que Jessica estuviera aquí al menos para mí era grande, lo que piense era que ella estaba aquí encerrada con un montón de latas de comida, para conservarlas y no dar pistas, como si se estuviera escondiendo, pero cuando llegue esa idea se esfumo, además de que también estaba la posibilidad de encontrarla muerta. O lo que seguro creímos ambos que había escapado a algún otro lugar.
  • ¿Qué propones?
  • Que alguien más vive aquí, alguien del que no se sospecha nada. Y para que eso sea cierto ese alguien debe haber vivido aquí desde antes de que Jessica desapareciera. Me entiendes. Si ella hubiera salido un día cualquier y no hubiera regresado y a cambio de ella viniera alguien más, a ese alguien lo debían conocer para dejarlo entrar.
  • ¿Y si era un amigo o familiar de ella que venía mucho y por eso lo dejaron pasar?  
  • Habría podido venir uno o dos días ¿pero seguir viniendo tan seguido como para mantener esto limpio?
  • ¿Y si hay algún vecino que se encargue del aseo?
  • ¿Y si hay algún vecino que este escondiendo a Jessica? Eso tendría más sentido, ella nunca ha salido de aquí y ha vivido en otro apartamento durante mucho tiempo, lo que indicaría porque no la ha visto salir y aquí no hay indicio de nada raro. También estaba un poco enredada con la posibilidad de que ella estuviera muerta y nadie se hubiera enterado, algún olor raro, o que los inquilinos notaran su ausencia y no hicieran algún cuestionamiento.
  • Eso quiere decir entonces que los inquilinos son cómplices de lo que quiera que ella haga.
  • ¿No te has preguntado por qué el guarda no ha venido a preguntarnos qué hacemos, él sabe que no hay nadie aquí, y que no teníamos una orden para entrar? Además, está el tema de la luz, por qué dejaría la luz prendida, qué sentido tiene eso, no era más simple solo abandonar la casa y ya; eso solo llama la atención.
  • Ni tanto, mira que desde hace mucho esa situación de la luz se venía dando, según lo que nos dijo el guarda, eso quiere decir que no era algo tan dramático. ¿O sí?
  • Pero a nosotros nos llamo la atención, si no fuera por eso no estaríamos aquí.
  • ¿Y si eso era exactamente lo que querían que sucediera?




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