Entre Mí Camino

Capítulo.

(1)

Flor:

¿Y sí la capacidad de mí cerebro se llena y no pueda seguir estudiando?.

¿Y sí en pleno exámen se me olvida todo por los nervios?.

¿Y sí el profesor me dice: “De dónde es tú fuente?... Y tenga que decirle; “Porque cuándo lo sabes, lo sabes”.

¿Y sí me muero por tanto estrés?, aunque ya eso no es problema, porque uno nace para morir. Pero no es la idea morir por estrés causado por las tareas.

¿Y sí dejo de estudiar y me pongo a vender en plena calle?.

¿Y sí más bien dejo de decir estupideces?.

—¡Flor! —Vuelvo a la vida por el grito—.

—¿Qué decías? —Pregunto cómo si nada—.

—¿Ya terminaste de darle la vuelta a Saturno? —Indaga—.

—A Saturno y otros planetas más —Comento y sonríe—.

—Hija, cómo te decía… —Se es interrumpido por la noticia que transmiten en la pantalla plana—.

Taylor Nobéli, o mejor dicho; Él Heredero De La Jerarquía Empresarial “Nobéli”. Con tan solo 26 años el joven es considerado uno de los mejores empresarios que puede haber en ésta vida, multimillonario desde nacimiento…

Mí papá apaga la TV haciendo que la noticia quede a medias.

—De eso te estaba hablando —Comenta—.

—¿Qué pasa con los Nobéli? —Hago una mueca de confusión con mí boca—.

—Nos vamos asociar con ellos.

—Ah ya, qué bueno entonces —Asiento—.

Él suspira al ver que sigo caída de la mata todavía.

—Los dos, hija. Mis empresas son tus empresas…

—¿Qué con la universidad?.

—Hablé para que hagas la pasantía en éste negocio que se viene —<<Me interesa más aún>>—.

—Oh, acepto —Vuelve a sonreír—. No veo el problema, aunque ese tal “Taylor” —Dibujo comillas al aire—. Se vé como un idiota.

—Es un idiota —Afirma—. Pero bueno, es con él y su familia que vamos hacer varios negocios así que hay que aguantarnos y estar preparados para lo que se viene.

—¿Y cuáles son los productos con los que vamos a negociar?.

Me levanto de mí sitio para buscar la agenda el cuál tiene un candado de seguridad, muchas cosas importantes tengo aquí.

—Productos deportivos —Lo veo—. Adidas, Nike, Puma, Jordan…

—¿Trabajaremos con las centrales de cada una o los establecimientos que están en cada continente?, ya sabes por parte de los Nobéli es en Europa, y por nosotros en Latinoamérica.

—Con establecimientos. Las centrales estarán al tanto de todo, cómo debe ser —Asiento terminando de anotar todo—. Entonces, prepara tú equipaje que dentro de unas horas nos vamos a Italia.

¿Italia?.

—¿Por qué Italia?.

—Acuérdate que los Nobéli son Italianos también y es allí dónde daremos inicio al negocio.

Se levanta de la mesa para atender una llamada que le entró en éste mismo instante.

Ok, cálmate Flor… Tranquila que no la vas a cagar, tranquila.

Taylor:

Estoy harto de ésta mierda.

Las voces de los vejetes que tengo en cada lugar de la sala retumban en mí cabeza.

<<Necesito un respiro, maldita sea>>.

Pero al parecer el hombre que se hace llamar mí padre no lo entiende.

—¿Y qué dice Sr. Nobéli? —Un señor me pregunta, veo a mí padre quién asiente—.

Qué más toca, no presté ni una pisca de atención en lo que decían.

—Sí.

—¿Acepta el negocio? —Pregunta otro—.

—¿Qué no escuchó? —Me obstino—.

No dicen más nada, todos empiezan a salir de la sala, algunos se despiden pero yo tengo mí cabeza en otro lugar.

—¡Taylor! —La llamada de atención hace eco en mí cabeza—.

—¿Pero qué necesidad hay de gritarme?.

—Deja de comportarte cómo un niño y has las cosas cómo deben ser, ¡Por el amor a Cristo! —Se exaspera—.

—Denzel, sí sabes cómo soy —Me levanto para irme a la barra de vinos y demás bebidas—.

—Deja de ser tan inmaduro —Espeta—.

Echo whisky en mí copa hasta el punto en dónde no quepa más el líquido.

—Y deja de ser tan alcohólico…

Sigo escuchando sus reclamos pero todo lo que dice me resbala.

—¿Me estás escuchando? —Llega hasta mí lado—.

—¿Qué quieres?.

—¡La loca con la que te acuestas me dijo que está embarazada!.

Me arrebata la bebida mientras yo suelto la carcajada del año.

—¿Me puedes decir cuál de tantas? —Puedo ver cómo su mandíbula se endurece—.

—Grace… Es, Grace.

—Bueno sí el significado de su nombre es “Gracia”, pues con razón. Porque me da mucha gracia lo que te dijo.

Esa mujer cada día está más loca.

—Entonces, ¿No es verdad?.

—¿Cómo carajos le vas a creer?, yo no soy tú que puso semillas en el florero, así sin más.

—Estás consiente que esas semillas eres tú y el florero es tú madre.

—¿Te lo tengo que agradecer o…? —Me llevo el whisky a la boca cuándo lo vuelvo a tomar—.

—Contigo nunca se puede hablar. Estás buscando que ésta empresa no llegue a ser tuya.

—¿Por qué, volviste a echar semillas en otro florero por querer? —Medio alzo la voz cuándo ya está en la puerta—.

No sé da la vuelta, se vá de la sala dejándome solo.

<<Mejor>>.

La poca de paz que tenía se esfuma al ver el otro dolor de cabeza que tengo siempre al igual que Denzel.

—¡Amigo! —Llega tan sonriente con un papel en la mano—.

No le hago caso, le paso por al lado para irme a mí oficina.

—¿Qué te tiene tan enojado, amiguito mío? —Me sigue—.

—Señor… —Mí secretaria sale desde su puesto—.

—Mí agenda ya está cerrada por hoy —La corto rápido mientras me adentro a la oficina—.

—Taylor…

—¿Qué demonios quieres, Farrell?.

—Vengo en son de paz —Levanta sus manos—. Solo venía a traerte ésto y ver cómo está mí amigo.

Lanza una revista en mí escritorio, una mujer.

—¿Quién es ésta? —Le pregunto mientras la detallo—.

—Es la hija de Alexander, Alexander De Mayo —Empieza—. Estará con nosotros en el nuevo negocio.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.