Entre mi cielo y tu infierno

Capítulo 4

UN GIRO INESPERADO 
 


Ya son las 10:16PM y estoy muy nerviosa, no estoy segura de salir así vestida, sin embargo la vida es un constante cambio y este cambio es para mejor, me dije a mi misma mirándome al espejo, no me veía tan mal, pero si vamos a hacer un cambio hay que hacerlo significativamente, me solté mi largo cabello, me había tomado un buen tiempo dejarlo crecer, ya que es rizado y cada vez que me lo cortaban con el cabello húmedo, se enrollaba, cuando me di cuenta de eso, decidí no volver a cortarmelo; pero no sólo basta con soltarme el cabello, recordé cómo se pintaba Emma la cara y traté de imitarla lo mejor que pude, ella lo veía como una obra de arte y yo como una perdida de tiempo, cuando llevaba una ceja pintada sonó el timbre de la casa, bajé corriendo las escaleras ignorando lo mal que se veía mi rostro.

-Hola- Dije tapandome la cara con mis manos.

-Ehh..¿Ocurre algo?- Preguntó Kyle con una pizca de confusión en su voz.

-No, digo sí, agh.

-Está bien, entonces vamos- Anunció mirándome aún confundido.

-En un momento, es que intenté maquillarme, pero fallé con toda- Le confesé apenada.

-No te preocupes, no debe estar tan mal..- Interrumpió al ver mi cara al descubierto- ¿Tienes toallas con aceite?

-Sí, pasa- Contesté dejándolo entrar a mi casa.

Subí las escaleras y me dirigí a el baño del pasillo por las toallas con aceite, no sé qué pretende hacer, pero de igual manera las necesitaba para reparar el desastre de mi cara, tomé una cuántas toallas y bajé en carrera, no podía dejar mucho tiempo sólo en mi casa a un "casi extraño".

-Toma ¿Para qué las quieres?- Dije al tiempo que largaba las toallas.

-Ven, siéntate.

Lo que hizo me tomó totalmente por sorpresa, ante la dulzura con la que me miraba, tomó mi mentón con su mano izquierda, mientras con la otra me quitaba el maquillaje regado y mal puesto que tenía esparcido a parches por todo mi rostro.

-Eres preciosa- Dijo haciendo que mis mejillas se pusieran rojas.

-Gracias ¿nos vamos ya?- Me apresuré a decir.

-No quise incomodarte.

-No lo hiciste, pero no he olvidado que me debes demasiadas respuestas- Dije entre cruzando los brazos.

-No empecemos la noche así, algún día sabrás toda la verdad.

Lo miré a los ojos sin decir ni una sola palabra, sé que no voy a conseguir nada insistiendole, asentí con la cabeza.

-Toma, esta es la dirección- Anuncié entregandole el trozo de papel que me había dado Asher hace un par de horas.

En el instante en el que tuvo el papel en sus manos, su cuerpo se tensó, a pesar de ello, decidí hacer como si no lo hubiera notado.

1 Hora después..

-No creas que no he notado que le has dado dos vueltas a la ciudad ya- Dije observando su rostro detalladamente- ¿Qué pasa?

-Nada, sólo..estoy perdido- Mencionó casi en un susurro.

-Entonces yo manejo.

-No- Dijo él sin quitar la vista de en frente.

-Para el auto.

-¿Qué vas a hacer?- Preguntó finalmente haciendo que sus ojos se encontraran con los míos.

-Llevame a la fiesta o me iré yo misma caminando si es necesario.

Ni siquiera se volteó para mirarme. Tomé mi celular y busqué en el directorio el número de Asher, por suerte había guardado su contacto antes de darle el trozo de papel a Kyle, antes de que pudiera escuchar el segundo tono de espera Kyle tomó mi celular y colgó la llamada.

-¡Hey! ¿Qué te pasa?- Pregunté mirándolo con los ojos bien abiertos.

-No puedes estar cerca de él- Mencionó con un tono gélido.

-¡¿Por qué no?!- Grité exaltada, aunque en vez de alguna respuesta, hubo silencio absoluto, me bajé del auto dando un portazo. Él no dijo nada que me hiciera detener o quedarme dentro del auto.

Caminé algunas cuadras sin tener ni la menor idea de a donde iba. Después de caminar 10 minutos sin rumbo fijo, apareció una camioneta, la persona que iba manejando se bajó del auto.

Era Asher.

-¡Alessa!- Gritó acercándose a mí- ¿Qué haces por aquí?

-Un imbécil me dejo aquí, pero te devuelvo la pregunta ¿No deberías estar en la fiesta?

-Deberíamos ¿Quieres ir conmigo a la fiesta?- Me preguntó con una gran sonrisa.

-Está bien- Respondí, quizá no era la respuesta que él quería escuchar o de la manera en la que gustaría, sin embargo no estaba de humor para cordialidades.

Avanzamos hacía la camioneta, tal vez no era la noche que esperaba, pero no estaba mal, llegamos a la puerta del copiloto, Asher se me adelantó y abrió la puerta para que me subiera. Todo iba marchando de maravilla, pero en la medida en que avanzábamos, me comencé a sentir adormecida.

No recuerdo cómo llegué a mi habitación, lo primero que apareció en mi campo de visión fue a Kyle sentado con la cara entre sus manos, en el sofa azul aguamarina que hay en frente de mi cama, en cuanto recobré la conciencia me levanté inmediatamente llamando así la atención de él.

-¿Por qué estamos aquí? ¿Dónde está Asher?- Pregunté angustiada.

-Alejate de él- Dijó casi en un susurro.

-No lo voy a hacer ¿De cuándo acá me dices que hacer?

-No lo repetiré de nuevo.

Antes de que pudiera responder algo, un ruido estruendoso sonó en el primer piso de la casa, alguien estaba golpeando la puerta principal, cómo si estuviera desesperado por entrar, bajé corriendo por las escaleras, abrí la puerta y ahí estaba.
Asher entró a la casa y me tomó del brazo con mucha fuerza, estaba segura que me dejaría los dedos marcados, no pasó ni un segundo, cuando vi a Kyle estampando a Asher contra la pared de la cocina.

-Sube a tu habitación- Kyle lanzó un grito colérico. No pude reaccionar, estaba paralizada- ¡Que subas!

En cuanto pegó el segundo grito, éste logró hacerme reaccionar, subí lo más rápido que pude, entré a mi habitación corriendo y cerré la puerta, sin percatarme que había alguien más dentro de ella, no vi su cara, sólo la sombra de un hombre, grité hasta donde cedió mi garganta, el tipo se acerco a taparme la boca con un trapo, con cada segundo que pasaba sentía que perdía la conciencia.




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