Entre Muros Grises

Capítulo 32

 

 

Me recuesto en la pared escuchando las sugerencias de todos sobre qué sector vamos a revisar el día de hoy. Últimamente se ha alborotado el consumo de droga o venta de estupefacientes. Van Wilfrey tenía razón, los involucrados se han dado cuenta de los continuos cambios que éste lugar está presenciando; ahora están mucho más activos que de costumbre solo que de manera más sigilosa. Los robos también han incrementado, Barry ha traído a otro escuadrón de policía en vista de que es mucho lugar que revisar. Pero por ahora, según ordenes de Barry, debemos detenernos en los más preocupantes y ocuparnos de ellos.

No hay que ser tonto para saber que con los más preocupantes Barry se refiere a los agujeros negros. Aquellos de donde sale la droga o la exportan. Pequeñas pandillas, pequeños sectores. Es como si no hubiera un Bronx sino muchos.

El primero en decirlos fue Kyle, no en voz alta, sé que se lo dijo a Barry en tono bajo para que no todo el mundo escuchara. Estuvo metido en líos con la droga, así que sabe cómo y dónde encontrarla. Sin embargo, hay que poner un punto fijo, uno de entre todos esos.

—Avenida Edscans —espeto, la habitación queda en completo silencio con mi intervención. No he salido de mi casa en una semana, decir que extraño a Maxon es poco, pero cuando me contaron del propósito de la reunión no pude pasarlo por alto—. Hay un sector entre la Avenida Edscans, varios callejones para ser sincera. No es un pequeño grupo, es uno grande. Hay mucha clase de personas ahí, podemos empezar por ellos.

Tal vez ahí se encuentren los que mataron a Maxon. Tal vez en esa mierda de lugar se encuentren los grandes hijos de puta que le quitaron la vida a mi perro.

—¿Cómo lo sabes? —cuestiona Lucas, en la otra esquina de la sala.

Me encojo de hombros con desinterés.

—Simplemente lo sé —respondo secamente—. Es un sector amplio, habría que actuar con sigilo porque una persona le dice a la otra y la otra a la otra. Entonces se convertiría en una cadena y en vez de solucionar los problemas armaríamos una revuelta total.

—Podemos mandar uno o dos infiltrados a la zona para que nos digan el largo del sector antes de actuar —sugiere uno de los hombres de la policía.

—Yo también quiero ir —digo. Antes de que Barry o alguien diga algo me limito a arquear una ceja antes de hablar—. No es solo llegar y ya, la avenida Edscans es un sitio solitario, el lugar donde está toda la acción ilegal se encuentra aún más escondido.

—Puede mostrarnos el lugar, luego volver con uno de nosotros al auto mientras recorremos la extensión —indaga el mismo policía que concordó conmigo hace unos minutos—. No sucederá nada. Dentro de unos minutos alistamos todo para ir, volvemos rápido, y después según el largo del lugar vemos si actuamos o no.

—Actuarán —afirmo—, es demasiado grande. Es posible que se exporten los estupefacientes a los otros lugares desde ahí.

—¿Por qué no lo dijiste antes, entonces? —frunce el ceño Duncan, disgustado con la idea de verme a mí en ese lugar.

—Porque es un sitio muy peligroso —respondo, con tranquilidad. Abre la boca para hablar pero su celular suena antes de que él lo haga. Murmura una disculpa saliendo de la sala.

Barry se acerca con el policía para hablar sobre el caso, así mismo lo hace Jules y otros más. En un principio, Lucas parece querer acercarse a mí para darme una cachetada. Le doy gracias interiormente a Kyle por interponerse en su camino.

Salgo del lugar expulsando un suspiro. Me encamino hacia Duncan, que se encuentra de espaldas a mí hablando por celular.

—Si pero... ¿Cómo es posible que Nathan haya devuelto a tu cuenta la mitad del dinero? —cuestiona con preocupación mezclada en su voz—. ¿Vas a hablar con él? No, está bien... Sí, tranquilo. Bien, entonces hablamos luego... Sí, Adiós.

Se da la vuelta encontrándose conmigo. Adentro mis manos dentro de la chaqueta que llevo puesta, caminando con lentitud en su dirección.

—¿Era tu papá?

Asiente. Vacila un momento antes de decir:

—Nathan ha ingresado la mitad del dinero que papá tenía en la cuenta.

—Esas son buenas noticias.

—Lo son —vuelve a asentir—. Solo que no tenemos idea de cómo lo hizo.

—Puede que ya haya encontrado a los criminales ¿no?

Parece pensar mi sugerencia.

—Puede que sí —me regala una sonrisa tan solo por unos momentos—. ¿A qué se debió tu interrupción allá?



#49335 en Novela romántica

En el texto hay: oscuridad, el primer amor, muros

Editado: 24.12.2018

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