Narra Niclous
Nuestros labios se juntaron, en un beso apasionado quise profundizarlo, la quería solo para mí y a mi merced, y al parecer fue una mala idea, los recuerdos borrosos y sus sentimientos fueron transmitidos hacia mi mente y mi corazón, fue como naufragar en un mar violento y por veces calmado, pero de todos los recuerdos que pude observar hay uno en especial que me hizo sentir otra vez inútil, destruido, ese vacío en el pecho que te parte el corazón te lo destruyen por mil pedazos, fue como que te arrebataron todo de tus manos y solo te dejaron ahí tirado sin nadie, moribundo, y perdido en la miserable vida, fue cuando el recuerdo de Theresa fue más claro, Estaba el investigador Eric y solo se repetían esas malditas palabras que a Thea le hacían sufrir como yo sufrí una vez, “Señorita Theresa hermosa como siempre , estuve investigando sobre su madre Amelia, bueno ella-suspiro- está muerta” .
Separamos nuestros labios, necesitábamos aire, sentí como mis mejillas estaban húmedas y mis ojos cristalizados, inconscientemente estaba llorando, así mismo con Thea, estaba agitada, sollozando y ahogándose en un vaso de agua como lo solía hacer, me limpie las mejillas y me acerque a ella, cuando mis brazos la rodearon ella se derrumbó, estamos en mitad de la habitación y solo se escuchaban los sollozos de Thea por todo el lugar, estábamos acorrucados, no sabía que hacer ya que me sentía inútil al ver a Thea de esa forma débil, desprotegida, frágil pero pensando por lo horrible que tuvo que a ver pasado me recordé de las palabras que un día me dijo una de mis hermanas al verme de esta forma.
-Recuerda estas palabras Theresa, “Podremos amar mucho a alguien, pero jamás le amaremos tanto como le podremos extrañar, si lo llegamos a perder algún día.
Dicen que no hay mal que por bien no venga, pero a veces nos rompemos la cabeza pensando cual será el bien, después de haber perdido algo que era muy importante y valioso para nosotros.
Solo me queda el consuelo de pensar, que alguien que ahora está en el cielo, vela por mí”.- me acomode al frente de ella y tome sus mejillas con cuidado y empecé a limpiar cada rastro de lágrimas que habían en sus mejillas y una sincera y delicada sonrisa recibí por parte de ella, fue como un cálido beso en mi corazón.
-Gracias Niclous, no quería que me vieras de esta forma me da hasta vergüenza al saber que tan débil puedo ser e inútil de paso- le di una son sonrisa burlona y ella me dio una mirada de curiosidad.
-Theresa tu eres mi torpe e inútil como tú quieras decirlo, pero solamente mía, ya que somos una pareja debemos salir de esta como sea pero juntos si tu lloras yo seré tu almohada para tus sollozos, si tú quieres desahogarte seré esa persona que querrá escucharte las veces necesarias para que te sientas mejor ¿sí?-le di un beso en su frente y le ayude a pararse.
-¿Por qué eres tan cursi?
-¿Por qué siempre la cagas?-esto de estar arruinado los momentos más románticos se está siendo una maldita costumbre, mire como Thea sonreía al saber que era verdad.
-voy a bañarme, no me espíes Niclous- levante mis brazos e hice una cara de inocencia al escuchar eso.
-¿Cómo crees que soy capaz de espiarte?-lo dije en tono sarcástico-eres una niña mala, acusando a este pobre ángel- le di una mirada coqueta al ver que rodeaba los ojos al escuchar tal comentario.
-Ángel no sé de donde- dicho eso cerró la puerta del baño y yo me acomode en la cama y agarre mi celular tenía varias llamadas perdidas de Darren y Emma al parecer estaban preocupados, llame a Darren,
-Niclous donde has estado, sabes lo preocupado que estábamos-y aquí vino la regañona de Darren.
-mira estamos bien, estamos en un hotel cerca de la casa, no te preocupes más tarde llegaremos-escuche susurros por la otra línea debe de ser Emma que esta adormitada aun.
-pobre Thea tuvo que sufrir de tu calentura- Se burló de mí, y todavía ni le he hecho nada a Theresa, que mal pensado eres Darren.
-Yo no he hecho nada Darren deja de ser tan perverso, me ofendes-escuche risotadas por parte de Darren y al parecer Emma escucho también.
-Entonces no viste la hermosa lancería blanca que le regale a Thea-era Emma quien me hablaba ahora, pero en solo recordar su hermoso cuerpo con esa lancería, me despierta de una manera irracional, mi miembro se levanta en solo pensar en su culo redondo y respingado.
-Emma tu eres muy traviesa, que tipo de regalo es ese, le tengo que decir a Darren que te de un castigo por ello-escuche como soltaba un suspiro y de lejos escuche –Otra vez-y las carcajadas de Darren y las mías eran toda una felicidad, miré como Theresa salía del baño con la toalla a su alrededor, su cuerpo húmedo con algunas gotas de agua en sus hombros eso hizo que mi miembro tomara tamaño, me removí en mi puesto y me puse la sabana encima, tengo que dejar de pensar en el cuerpo de Theresa.
-Darren te miro luego- no espere a que me contestara no quería saber nada más, tenía que hacer algo para desaparecer mi erección.
-¿Qué pasa Niclous?-lo que pasa es que quiero hacerte mía y escuchar tus gemidos y entre cada uno escuchar mi nombre, eso es lo pasa.