Narra Ariadna
-Entonces no iras a la fiesta del sábado?- Pregunta Summer, mi mejor amiga del colegio mientras juego con un mechón de mi rizado cabello recostada en mi cama.
-No creo que vaya a poder ir…Si le pido permiso a mamá de seguro me dirá que ya fui a una fiesta la semana pasada y blah blah blah, se pone muy pesada con ese tema.
-Ay, es una pena Evan iba a estar ahí…- Ella conoce mi punto débil, como si una fuerza mayor me empujara bruscamente lejos de mi cama, me levantó con rapidez mientras mi corazón late con fuerzas, Evan Rangel es el chico del que siempre he estado enamorada desde que él y yo éramos unos cachorros, su padre y el mío son buenos amigos desde que su padre ayudo a mi madre cuando los rogues la capturaron y estuvieron a punto de asesinarla como sacrificio, es una historia que al señor Connor le gusta contar casi frecuentemente.
-E-En ese caso…intentaré hablar con mi padre, él no se puede negar! Te llamo en cuanto tenga el permiso.
-Está bien, avísame antes del viernes para hablar con Tyler, adiós- Summer colgó y yo salí de mi habitación primero para pasar por donde mi bisabuela que yace enferma desde hace algunos días y se encuentra guardando reposo, como la encuentro dormida mejor voy donde mi padre que al parecer está trabajando en un proyecto para abrir una sucursal de su empresa en Reino Unido, no me molesto en tocar así que solo entro con mi mejor sonrisa.
-Hola papá que tal el trabajo?- Le pregunto sentándome en uno de los sillones de su oficina, el solo levanta la mirada y me sonríe de forma dulce, cuando lo hace se parece mucho a Eliana.
-Ari, creí que estarías en tu habitación enojada después de que te gane en la carrera por el bosque- Que ni crea que ya lo olvide, la revancha aún está pendiente.
-Es competencia sana no es así? Además…vine porque quería pedirte algo que es muy importante para mí.
-Quieres ir a una fiesta no es así?- Deja los papeles de lado y me mira con su rostro serio y su ceja alzada.
-A ti solo te falta el gorrito de brujo papi jeje, sip en efecto es así.
-Entonces, creo que ya conoces mi respuesta Ariadna- Sabría qué diría eso pero no daré mi brazo a torcer.
-Vamos déjame ir a esa fiesta- Pongo mi mejor puchero y ojitos de cachorrito para convencerlo.
-Ari, el que ya tengas 17 años no significa que debas ir a cada fiesta a la que te invitan, fuiste a una la semana pasada.
-Sí, pero esa fue en casa de Opal, esta será en el arroyo cerca de las fronteras además ni siquiera estaré sola, Dakarí y Evan estarán ahí- Mi padre suelta una leve risa ya que cuando se trata de ese lobo tonto de Evan no soy muy discreta con mis sentimientos ni con mi sonrojo.
-Bueno, te dejo ir solo si Edén te acompaña.
-Pero papá!!! El primo Edén siempre se la pasa entrenando, a veces pienso que en esa cabeza suya no hay más que músculos y testosterona- Él se ríe más fuerte dejando sus lentes de lado.
-Bueno, ese será tu desafío si logras que Edén te acompañe te dejo ir si no, entonces te quedas a ayudarme con el papeleo, ok?- Nunca le digo que no a un buen desafío así que asiento y salgo corriendo de su oficina para ir al campo de entrenamiento, mi abuelita Helena y Eliana están juntas bordando, aunque seamos mellizas nuestras personalidades son tan diferentes, ella disfruta de estar en casa todo el día leyendo o bordando o simplemente tocando el piano de mi fallecido abuelo, a mi sinceramente me aburre estar ahí sentada el único uso que le veo a los sillones es como una segunda cama, aunque Eli y yo no concordemos en muchas cosas nos llevamos bien y son muy pocas veces la que peleamos, al salir choco con mi madre que tiene una maceta con retoños de violetas en sus manos.
-Wow con cuidado pequeña cachorra, ¿A dónde vas con tanta prisa?- Pregunta mi amada madre sonriéndome.
-Ah hola mami, iba al campo de entrenamiento, ya sabes a pulir mis habilidades y así, y tu seguramente ibas a tu jardín cierto?- Las cosas que pregunto cuando estoy nerviosa.
-Ah sí, ya sabes que estar en la casa no me gusta mucho así que prefiero algo de actividad al aire libre, en fin no te quito más tiempo suerte en tu entrenamiento mi niña- Besa mi mejilla con dulzura y yo retomo mi camino hacia el campo de entrenamiento, como dije mi tonto primo Edén está ahí golpeando un árbol con sus puños, esta sudado y se detiene cuando carraspeo.
-Princesa Ari que haces aquí? No deberías estar haciéndote la manicure?- Maldito tonto me toma como si fuera una niña fresa.
-Ay ya cállate y no me llames princesa que sabes que te puedo vencer en un combate cuerpo a cuerpo.
-Si claro, bien y que te trae por aquí? Tus rutinas son los lunes y los jueves.
-Necesito pedirte un favor…es que este sábado hay una fiesta donde va a estar Evan y…
-Y quieres que te acompañe cierto?- Se sienta en el suelo y toma una botella de agua empezando a beber el líquido vital.
-Si…mi padre me lo puso como condición para dejarme ir.
-Hum…pues bien te acompañare.
-Enserio??!! Entonces si lo harás??!!.
-Sí, pero con una condición- Sabía que era demasiado bueno para ser verdad.
-Consígueme una cita con tu amiga Meredith y tal vez te acompañe- Chantajista.
-Bien, hablare con ella, gracias por nada chantajista.
-De nada, vuelva pronto- Él se ríe y sigue con su entrenamiento, aunque deba mover medio mundo, iré a esa fiesta ya que el ser que a mi corazón tanto llama estará ahí. Aún así no debo descuidar las enseñanzas de mi padre, ya que estoy mas que dispuesta a ser la futura Alpha de la manada aun debo seguir entrenandome en cuerpo y alma, no estoy dispuesta a ser la Luna de nadie ya que yo sola puedo destacar sin la necesidad de opacar a nadie, son enseñanzas básicas que mi padre se ha encargado de inculcarmelas desde que era pequeña ya que no solo soy una chica que puede valerse por si misma sino que también tengo el defecto de tener un ego sumamente alto volviendome arrogante y orgullosa, quiza se me vuelvo más fuerte entonces podré estar cerca de Evan...El corazón sabe lo que quiere, y el mio quiere a Evan.