Narra Ariadna
Después de que hable con Edén tuve que convencer a Mer para que saliera con él, ellos dos ni siquiera son mates pero mi primo la ha pretendido desde hace meses, ella me ha dicho que no es su tipo pero que por mí sería capaz de salir incluso con un vampiro, ella es muy tierna tiene en su mirar una calidez que te llega al alma, es muy bonita y su ternura te llega tanto al corazón que te dan ganas de guardarla en una bolita de cristal.
-Gracias por lo que estás haciendo por mi Mer, en serio.
-No te preocupes, sé qué harías lo mismo por mí- Dice con su voz cristalina mientras riega las flores de su jardín, en el hay de todo gardenias, rosas, violetas, lilas, jazmines y un sin número más de especies, también hay dos árboles de glicinias que son sus favoritos.
-Sé que Edén no es tu tipo, he tratado de convencerlo de que deje de pretenderte pero…ya sabes, la necedad es cosa de familia.
-Jeje descuida, sé que cuando Edén encuentre a su mate me dejara en paz, además sirve que también te acompaño a esa dichosa fiesta.
-Me parece de lo más genial!!! Gracias Mer!!!- Ambas nos abrazamos con fuerzas y yo me despedí de ella para dejarla hacer los arreglos florales, su familia tiene una floristería famosa en la manada, según mi padre sus flores decoraron su boda con mi madre y también su coronación, es un negocio que ha pasado de generación en generación y ahora ella lo cuida junto con su madre y su hermano.
Al llegar a casa y entrar veo la espalda ancha del hombre que amo, mi corazón se acelera y mis mejillas se inundan de un fuego que quema hasta mi alma, Evan está ahí hablando con mi padre sobre los asuntos de seguridad, mientras me acerco a él lentamente.
-E-Evan…que bueno verte por aquí- Él se gira brindándome una sonrisa resplandeciente y que hace que mis días se iluminen.
-Ari, que bueno verte jeje justamente estábamos hablando de ti.
-E-enserio? Bueno…espero que haya sido para decir algo bueno- les sigo el juego a ambos, mientras mis ojos se cruzan con los de él, sus bellos ojos verdes me marean, cuando noto que trae un ramillete de flores, mi corazón salta de alegría al pensar que son para mí, pero esa dulce fantasía se rompe cuando mi hermana baja y Evan desvía rápidamente su mirada hacia ella, veo como sus ojos la recorren con ternura, no puedo evitar sentir una punzada de dolor cada vez que hace eso, ella le da una sonrisa amable.
-Evan, que bueno tenerte aquí…
-E-Eliana…yo umm t-te traje un humilde regalo- El extendió el ramo hacia ella y encantada lo recibió, me cruzo de brazos sintiéndome realmente mal, desearía ser yo a quien Evan le ponga tanta atención pero eso simplemente no pasa, para el no existe otra que mi hermana Eliana.
-Muchas gracias son muy lindas, iré por un florero- Finalmente la chica de los ojos zafiro se retira dejándome a solas con mi amado, él la observa marchar y luego gira sus ojos hacia mí.
-Ari, vas a ir a la fiesta de este sábado?
-Si claro, sabes que nunca me pierdo una fiesta- Desvio mi mirada sin tener tantas ganas de hablar ya que de repente un peso que me impide respirar empieza a adueñarse de mi pecho. Su mano roza la piel de mi mejilla mientras acomoda un mechón de mi cabello detrás de mí oreja, su solo toque hace que mi piel se estremezca y en mi interior maldiga a la diosa luna por no darme a este hombre como mate, siento celos de la chica que lo tenga para ella sola.
-Bien entonces me voy por cierto ten, esto es para ti- Me extiende una cajita pequeña y luego se retira dejándome en el lugar donde estoy parada, deseo y anhelo a Evan con mi alma, no quiero tener a otro hombre que no sea el conmigo, aprieto la cajita contra mi pecho corriendo a mi habitación, al abrir la cajita unos pendientes de estrellas de oro blanco se hacen presentes junto con una notita.
“Felicidades por pasar tu examen de química, te quiere tu mejor amigo”
Me tiro en mi cama mientras veo el techo, sin darme cuenta la lluvia se hace presente en mis ojos nublando mi visión, el sigue viéndome como su mejor amiga, y yo no lo culpo…Siempre fuimos como hermanos desde niños y esa diferencia de sentimientos es casi dolorosa.