Narra Eliana
Después de mi encuentro con Evan regresé a mi hogar en mi forma lobuna, pero realmente no sentía ganas de entrar así que me quedé en el bosque neutral donde la Diosa brilla con mas intensidad y hace que los pétalos de las azucenas brillen con suavidad, siento una enorme paz en este lugar pero también me invade un profundo miedo e inseguridad.
-Esto me trae tantos recuerdos...- Me giro y Azazel me observa desde las sombras acercándose a mi con una sonrisa de suficiencia, regreso a mi forma normal y dejo que se acerque a mi mientras toma mis manos.
-Eliana Marcovich, eres perfecta...toda una diosa lunar.
-Basta! Eres un adulador- Rio con suavidad dejándo que mis pulmones se llenen de ese perfume tan varonil que lo envuelve y que sus brazos se conviertan en mi refugio, son las únicas manos que no detesto.
-Azazel...tu...de verdad me amas...verdad?.
-Pequeña...porque preguntas que sucede?- Él me apega mas a su pecho y oculto mi cara en el.
-Sólo...tengo miedo de que..nos separen...
-Eliana...-Toma mi rostro entre sus manos y hace que lo mire directamente a sus destellantes ojos rojos, no me siento intimidada de su profundo mirar, incluso siento como una cálida sensación me inunda el pecho.
-Jamás dejaré que te alejen de mi de nuevo, porque tu mi hermosa loba, lo eres todo para mi, fuiste y siempre serás lo único que vale la pena proteger en mi vida...jamás dudes de todo lo que te amo.
-Azazel, a veces...hablas como si nos conocieramos de toda una vida...- Enseguida me suelta suavemente y suspira para luego retomar su sonrisa socarrona.
-Hey, cierra tus ojos, tengo algo para ti- Obedezco dvertida y cierro mis ojos hasta que siento que algo frío cae en mi cuello, al abrirlos me fijo en que es un hermoso collar de oro con un pequeño rubí.
-Sé que tal ves es algo exagerado pero...realmente te luce de maravilla.
-No, es perfecto muchas gracias...- Regreso a verlo con amor y nuestros ojos se encuentran en un momento perfecto, poco a poco nuestros labíos se van acercando hasta que finalmente nos fundimos en un beso profundo pero tierno, la pasión queda de lado porque en estos momentos estamos juntos y nada podría arruinar este momento, gran error.
Un fuerte empujón me lleva al suelo separandome bruscamente de Azazel quien al igual que yo esta desconcertado, veo a una joven vampiresa que me mira con odio y muestra sus colmillos de forma amenazadora.
-Maldita zorra!!! Sabia que algo estaba pasando!!! Azazel es mío perra apestosa!!!.
-Que mierda te pasa Adelia??!!- Dijo Azazel dándole la vuelta a aquella rubia que lo miraba a punto de llorar.
-C...como puedes hacerme esto??...Yo soy tu prometida, la futura reina de tu clan y la madre de tus descendientes!!!.
-Y ella es mi alma gemela, y yo soy su mate- Me abrazo por la cintura y me apego a su cuerpo, todo mi cuerpo se tenso de inmediato pues el contacto fisico con hombres que no eran mi padre o mis amigos más cercanos me provocaba náuseas y un deseo irreprimible de escapar, me separe de él de forma brusca ante la mirada estupefacta de Azazel y la satisfacción de la rubia mientras echaba a correr antes de que me diera un ataque de pánico en aquel lugar, Azazel era la última persona a la que deseaba mostrarle esta faceta tan patética y débil de mí, yo lo amaba pero dudaba de su amor hacía mi, ¿Continuaría amándome aún sabiendo que él no iba a ser el primero en intimar conmigo? ¿Aún sentiría lo mismo sabiendo que estaba manchada y sucia?, tantas preguntas sin respuesta me comían la cabeza y solo me hacían imaginarme fantasmas que no estaban ahí, sentía un miedo profundo al imaginarme que cuando lo supiera me rechazaría y aborrecería, no...no podría tolerarlo, me mataría en vida que ya no quisiera saber nada de mi, me mataba el solo hecho de imaginarlo compartiendo tantos momentos con otra mujer que no fuera yo.
-Él continuara amándonos aún sabiendo lo que nos persigue siempre Eli, yo lo se no hay mentira ni engaño en sus palabras, por una vez confía en que esta vez no nos abandonara.
-Yo...yo no lo se...siento tanto miedo...- Corte el link con mi loba y entre en mi hogar, un leve aroma a cigarro se sentía en el aire, Ariadna había vuelto al viejo hábito de fumar cuando se sentía cansada o confundida, le había pedido que lo dejara de lado pero siempre sufre una recaída cuando se trata de él.
-Hola...
-Hola, ¿Donde estabas?
-Fui a despejar mi mente, no podía dormir...
-¿Otra vez las pesadillas?.
-No, solo sentí ganas de tomar aire...pero tu porque estas despierta...y fumando?.
-Un mal hábito no se quita de la noche a la mañana Eli, el cigarrillo me ayuda a calmar mi mente- Succionó un poco mas de humo y luego lo dejó salir lentamente para luego apagarlo y desecharlo.
.Aún estas luchando con esos demonios cierto?- Descanso mi cabeza en el barandal de su balcón mientras ella suspira.
-No...ya me rendí con eso, ahora simplemente lo tomo con calma, además ya tengo un mate y...debo amarlo como él me ama a mi...Esa es una regla entre los nuestros cierto?..
-Si....supongo que sí...pero...las reglas se hicieron para romperse cierto?- Ella regresa a verme con una sonrisa socarrona mientras niega levemente con su cabeza.
-Tu jamás has sido de las que rompen las reglas y yo..pues estoy destinada a seguirlas, después de todo tengo que dar un buen ejemplo a mi manada...pero...cada vez que lo pienso...Entre mas alto vuele mas lejos se siente Evan...y mas lejana me siento yo de mi mate...- Estira su mano hacia la luna llena como si quisiera tomarla y aprisionarla para sí pero simplemente cierra su puño y ahi no hay nada, su expresión es de absoluto dolor y pesar, yo entiendo lo que se siente, muchas veces ella se muestra fría y encierra sus sentimientos en una fortaleza impenetrable...pero solo yo la he visto romperse y renacer de sus cenizas una y otra vez. Me acerco a ella y la abrazo a mi pecho, nunca hemos tenido que luchar solas con nuestros demonios porque nos tenemos la una a la otra y eso nos basta y nos sobra, el peso del mundo se hace ligero porque ante todo nuestro amor de hermanas nos hace mas ligera la carga de ser las hijas del Alpha.