El día después Sindy se levantó temprano como siempre y Sander le trajo el desayuno a la cama Sindy fue al pequeño balcón de la casa vio a el barrio moverse en las mejores circunstancias, las personas venían del trabajo nocturno y otras iban al trabaja diurno, era una ciudad que nunca descansaba. Sander con buen ánimo decidió hacerle el desayuno, ella en poca ropa y con una camisa de Sander que usaba como bata poco después se quedó sentada en los escalones viendo pasar a las personas mientras tomaba una taza de café. Sander llego por detrás y después abrazo a Sindy le dijo que entrara a comer, cosa que hizo sin dilación, Sindy estaba llena de alegría. Cosa que debía hacer Sander cumplirlo al pie de la letra antes de que ella cayera en una depresión por los hechos de la fiesta, más tarde buscaron los parchís para pasar las tardes jugando para no aburrirse, cuando llegaba la tarde ambos se sentaban en una tumbona a ver el atardecer por la parte oeste del Madrid, casi todas las tardes lo hicieron con parsimonia nunca faltando a su fecha en el calendario de hacerse feliz mutuamente.
Al cuarto día ellos hicieron un pacto para convivir en aquella casa, Sindy no iba limpiar el desorden de Sander y aunque podían contratar a una chica para limpiar no lo hacían, ya que había importantes diseños que Sander debía mandar a su socio. Y la chica de la limpieza podría confundirla con basura y tirarlos eliminando el esfuerzo de Sander. Para eso Sindy pido que recogiera de la sala todo el desorden establecido. Además la ropa sucia la iba a dejar en una cesta que iba estar en el baño para que nunca se confundiera con la ropa limpia y también un pequeño que le fastidiaba a la chica, el cigarrillo, Sander mientras diseñaba acostumbraba a fumarse una caja de cigarrillos de menta, cosa que dejo de hacer para estar viviendo con Sindy. Además hizo que en menos de cinco días la casa estuviera reluciente y brillara, compro nuevos electrodomésticos porque a base de pizza no vive nadie, y algunas decoraciones para la sala de estar.
Una semana después de su linda convivencia siguieron queriéndose como si no hubiera pasado nada, aunque los salarios de la chicas que trabajaban en la tienda de Sindy no se retrasaron tampoco la tienda se volvió a abrir mientras pasaba un lapso de tiempo. Ahora bien las cosas entre la pareja iban de bien en mejor, ya se besaban con más intensidad y hasta una noche de frio y fuego de la chimenea entre sabanas durmieron juntos. Después de eso Sindy tomo mucha más confianza con Sander y estaba comprometido a hacerla feliz así pasaron su primera semana de noviazgo. Sander estaba feliz pasaba el tiempo pensando que la chica era lo mejor que le había pasado en si vida, aunque tardo en llegar y para que la llama de la pasión jamás se apagara pensó en que cada día debía llevarla a un lugar distinto de la ciudad cosa que hizo con disimulo y con antelación preparando planes que siempre salían bien.
Primero fueron a una piscina y luego a un club de golf aunque Sindy no tenía ni más remota idea de eso, luego fueron a el parque donde le dieron comida a los patos que se acercaban al puente del estanque y así un par de semanas completas y aunque el sueño de Sander se había cumplido y la fantasía de Sindy se había convertido en una realidad no en una eterna búsqueda, tenían un último problema que afrontar, sus padres.
—Sindy aunque creo que hay algo que pasar, una última cosa que hacer.—Explico con el ceño fruncido.
—¿Qué es?—La chica vio a Sander con aquella interrogación en su mente.
—Tus padres.
—Verdad—Dijo sorprendida.
Se había olvidado de sus padres el verano estaba por terminar, aunque por lo que pensaba las cosas no eran lo mismo, antes fingirían ser novios, ahora lo eran no tenían nada de qué preocuparse para la fiesta de verano, Sindy ahora no tenía nada que temer.
—No te preocupes, ya que somos novios no hace falta que finjamos nada, vayamos allá y lidiemos con mis padres.
—Como tú digas Sindy.—Sander se acercó por detrás de ella abrazándole la barriga y después la beso.
Pasaron unos días más en la casa de Sander, después de que Sindy volvió a el centro comercial a ver su as, que nunca dejaba de vigilar, después de que lo hizo regreso a casa de Sander, para su sorpresa su hermana estaba allí, le impresiono como había encontrado la dirección, pero Sander se la había dicho, Vera solo venia para entregar las invitaciones de la fiesta, cosa que hizo e inmediatamente se marchó, ambos miraron la carta era bonita con detalles en ella, muchos detalles que la hacía ver muy elegante. Sander pensó que los padres de Sindy era gente de categoría.
Sander miro a Sindy y ella le animo con una sonrisa, abrieron la carta y miraron la fecha, la próxima semana seria la reunión, ese mismo día fue el punto de salida de ambos. Sander fue a comprar ropa y Sindy a acomodar su maleta, para el largo vuelo a Marruecos.
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Editado: 24.06.2020