Una triste verdad

Abro los ojos y todo esta obscuro, mis manos están atadas al igual que mis pies a mi mente vienen las últimas palabras que alcance a escuchar y caigo en cuenta de que fue lo que paso pero me niego a creer que una persona a la que quise tanto fue capaz de lastimar a alguien solo por egoísmo, me niego a creer que Alex intento matar a Jean, simplemente no puedo aceptar algo tan doloroso, mi corazón se esta cayendo a pedazos cada vez más...

-Ya era hora de que despertaras hermosa
-Alex, por favor dime que no fuiste tu quien le disparo a Jean, dime que no estas feliz por que el esta en esa cama de hospital al borde de la muerte. 
-Moon, mi hermosa Moon, deseo más que nada en el mundo que ese hijo de perra nunca despierte y si lo hace ten por seguro que tu ya no estarás para el, eso lo juró.

En ese justo momento las lágrimas y el coraje me pusieron un nudo en la garganta, ya todo estaba confirmado el había sido el culpable de que Jean estuviera a punto de morir y eso nunca lo iba a perdonar.

-Eres un maldito egoísta no soportaste el hecho de que yo amará a Jean y no a ti y es más que clara la razón, siempre ha sido el amor de mi vida, lo supe desde el momento en que lo volvía ver, el es con quien quiero estar el resto de mi vida y no lo vas a impedir a menos de que me mates, haslo para que al final del día pueda volver a encontrarme con el.

-Te daré una sola oportunidad, continuaré pagando por el cuidado de Jean y juró nunca volver a tocarlo si te vas conmigo a España para nunca más regresar y si te niegas uno de  mis hombres se encargará de matar a Jean, solo esta esperando mi llamada así que decide amor...

-Acepto, solo no toques a Jean nunca más, ahora desatame y mañana mismo nos vamos a España.

El comenzó a desatarme y continuó diciendo..

-Sabía que eras inteligente y tomaste una excelente decisión sin embargo no llamaré a mi hombre hasta que estemos en el aeropuerto por la mañana.

-Esta bien, solo dejame despedirme de Jean una ultima vez, es justo ya que nunca más lo volveré a ver.

-Solo serán unos minutos, pero tendrás que esperar a mañana, ahora vamos a la cama, hoy seras mía una vez más...

Mientras Alex utiliza mi cuerpo de la peor manera posible, no puedo evitar llorar de rabia y de impotencia, me preguntaba el porque se interponían tanto entre nosotros, Yo solo deseaba ser feliz con el hombre que había sido el amor de mi vida, tan malo era eso, las lágrimas no dejaron de caer en toda la noche pues mi destino ya estaba sellado con las letras de "INFELICIDAD"...