…Nanna abrió los ojos, vio el anaranjado comienzo del amanecer detrás de las montañas alrededor del lago. Se sintió como en aquellas madrugadas en las que despierta sobresaltada después de una pesadilla. Pero lo que había ocurrido no había sido para nada una pesadilla.
Tenía miedo de girar la vista y encararse a sus amigos, dos dormidos, y una igual dormida, pero en un sueño mucho más profundo, del que no despertaría jamás.
Nanna lloró en silencio, hundiendo su rostro contra el césped.
Luego sintió que un par de manos la envolvían por la cintura, y unos labios buscaban su cuello debajo de su corto cabello.
-Nanna. Aquí estoy yo.- susurró Adam a su oído.
-¿Qué haremos con ella?- dijo Nanna con voz entrecortada.
-Pues…No lo sé, no he querido mirar hacia atrás. He estado a tu lado mientras dormías, dormí sólo una hora, luego algo me despertó, y a partir de ese momento no he podido dormir un solo segundo. Tengo mucho miedo de mirar a Mark abrazando a Phoebe…Así.
-¿Qué haré sin ella?- sollozó Nanna.
Permanecieron abrazados un instante, mirando el sol saliendo detrás de las montañas.
-Es hermoso ver el amanecer, es un milagro, y es tan ordinario para nosotros porque es algo tan cotidiano.
Nanna suspiró.
-¿Estás más tranquila?
-Sígueme hablando de cosas. Por favor…
-¿Adam? ¿Nanna?- llamó Mark con voz adormilada, interrumpiendo lo que Adam le decía a Nanna en ese momento.
-¿Qué pasa, Mark?- preguntó Adam, que al sentir el estremecimiento de la chica al escuchar la voz de Mark, la apretó con más fuerza por la cintura, pero ninguno volteó.
-¡Esto es el colmo!- exclamó Mark.
-Debemos voltear.- susurró Adam a Nanna.
-¡No!- exclamó ella, sollozando, apretando los ojos como una niña pequeña haciendo berrinche.
-Estoy contigo. Estoy aquí.- la tranquilizadora voz de Adam le devolvió un hilo de fortaleza.
Ambos se pusieron en pie, y miraron hacia atrás.
Se toparon a un Mark demacrado, lleno de sangre, y a su lado, el vacío que el cuerpo de Phoebe había dejado.
-¿La tiraste al lago?- preguntó Adam, perplejo.
“Nanna”
-¡¿Cómo podría yo tirarla al lago?! ¡¿Quién crees que soy?!
“Nanna”
Nanna dio media vuelta, se acercó a la orilla del lago.
-¿Entonces dónde está?
“Nanna”
Dos focos verdes aparecieron debajo del agua.
“Decías tener algo que yo no, ahora estamos a mano. Yo tengo algo que tú ya no tienes.”
“¿Tienes a Phoebe? ¿Qué quieres que haga? Haré lo que sea.”
Mark escuchó.
“Sabes lo que quiero. Aléjate de Adam.”
Nanna lo miró, era lo que más amaba, pero como ya había pensado unas horas antes, si no hubiera existido ese lazo sentimental entre ambos, jamás habría pasado nada de lo ocurrido aquella noche.
“Aléjate.”
-No, Nanna. No lo hagas.- dijo Mark, que escuchó los pensamientos de la chica.
Nanna lo miró, con terror en los ojos.
Adam se volvió hacia Nanna.
“Hombres hay muchos… Amigas, no tantas…Devuélveme a Phoebe.”
-¿Qué pasa, pequeña?- dijo Adam, girándola por el hombro y envolviéndola en un tierno y fuerte abrazo.
-No, Adam.- interrumpió Nanna, empujándolo lejos de ella.
-Tranquila, mi niña, entiendo que…
-¡Nada! ¡Tú no entiendes nada! ¡Si no te hubiera conocido nunca esto jamás habría pasado!
-Pero… ¿Y todo lo que he hecho por ti?
Nanna se sentía destrozada por dentro, pero la vida de su amiga no era un juego.
-¿Y las vidas que hemos arriesgado por salvar algo nuestro? ¿No vale más una vida que un romance bobo adolescente?
Adam la miró con ojos tristes, llenos de confusión.
-Lo siento.- dijo el chico, derrotado.
-No te disculpes, sólo…Sólo aléjate, que nuestro amor sólo destruye a la gente que amamos.
Mark entonces comprendió que Nanna comenzaba a sentirse igual que él cuando perdió a Suzy.
-Me iré porque tú lo decidiste. Yo te amo, Nanna.
-Sólo no vuelvas a buscarme.- terminó ella.
“Me gusta negociar contigo”
Y las luces verdes se sumergieron en las profundidades del lago…
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Editado: 14.07.2018