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Ha pasado cuatro meses desde que Ivanov se fue, en la universidad tuve días duros, para empezar, perdí mi primer puesto y baje como segunda, fue algo que me pego mucho, no me había pasado antes. Como una vez escuche, en el mundo siempre hay mejores que tú, que ánimos me doy, pero bueno, así que mis días han sido de la universidad a la biblioteca y luego al departamento.
Por la tarde viene Leah, el primer puesto, sí, tenemos un trabajo en equipo. Él es el chico que me ganó, ah, sí, aunque tiene un nombre algo femenino, en realidad es un chico, me sorprendió también, en américa no es muy común este tipo de cosas, los nombres siempre marcan bien el género, que puedo decir, así de estereotipados somos.
Estuve molesta, no lo puedo negar, al perder mi puesto vi a Leah como mi objetivo competente la primera semana, pero eso se fue al abismo, él fue muy amable e increíble conmigo que finalmente terminó robando esta vez, mi corazón, no sé cómo pasó, solo sé que no podía dejar de pensar en él…cuando empezamos con pequeñas salidas nos dimos cuenta que compartíamos muchas cosas en común, platicamos tanto de todo «obviando lo vampírico, pensaba decirle, pero aun no era momento» que las horas pasaban en un abrir y cerrar de ojos.
Lizzie también hizo amigos, muchos amigos, incluso sale con alguien de la universidad. Es un tipo genial, y sobre todo muy pelirrojo. En la noche con él iremos de fiesta, nuevamente al BoomDay, será doble cita.
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Después de ordenar la sala y preparar algunos aperitivos, suena el timbre, y sé que mi invitado ya llegó.
—Hola ricitos. —dice, sonriendo pícaramente.
—Leah…mi estilero favorito, sé bienvenido. Hago ademán con las manos para que pase. Me mira sonriente, se acerca y deposita un tierno beso en mis labios.
Entra observando todo a su alrededor, cierro la puerta y lo miro curiosa.
— ¿Qué tanto vez? —le digo, sonriendo y recostando mi espalda en la puerta.
—Es la primera vez que conozco tu departamento, las otras veces nos hemos encontrado en la biblioteca, cafeterías, el cine, creo que puedo seguir enumerando dice divertido...
—Me gusta tomar las cosas con calma cariño solo eso… ¿Y te gusta? —le pregunto, alzando mis cejas.
—No está mal, la universidad sí que se lució. Voltea sonriente, mientras se acerca seductoramente a mí. Leah es la clase de chico que al verlo sientes que todo está bien, que todo está en orden, tiene un aura que hace que te sientas feliz. Además es muy simpático, tiene el cabello rubio que bajo la luz del sol parece blanco, unos enormes ojos verdes y unas pestañas larguísimas, tiene un físico muy bien trabajado y un maldito buen estilo con su ropa. Él es perfecto, y me siento perfecta a su lado.
Apoya una de sus manos en la puerta mientras que con la otra sujeta mi mejilla acariciándola con las yemas de sus dedos, mirándome con esos ojos verdes que traspasan y derriten mi ser.
—Mi mundo solo brilla por ti, Aislinn. —susurra, muy cerca de mis labios para luego besarme, me aferro a su torso atrayéndolo a mí, su beso se intensifica presionando mi cuerpo contra la puerta, mordisquea mi labio inferior y su rostro viaja hacia mi cuello donde deposita besos y pequeños mordiscos, «siento como la parte baja de mi abdomen se contrae en un fuerte calor», sus labios suben hasta detrás del lóbulo de mi oreja donde besa y luego tira de este, haciéndome soltar pequeños gemidos de placer, si sus manos no estuvieran en mi cintura, sujetándome, ya me hubiera desplomado, «él conoce mis puntos sensibles», su rostro viaja nuevamente a la parte baja de mi cuello, besando y subiendo hasta mi mentón, siento contra mi piel su respiración entrecortada, sus labios suben y se apodera de los míos, su beso se vuelve exigente y le doy pase a su lengua mientras sus manos suben hasta mis pechos presionándolos y suelto un gemido en sus labios, nos alejamos lo suficiente para respirar…
—Ya quieres tomarte las cosas con calma, dice alzando una ceja y respirando con pesadez. —Solo cállate y sigue besándome. —exijo, con mi respiración hecha un desastre.
Me mira sonriente—Sigo tus órdenes. —dice, y vuelve a besarme con más intensidad, nos separamos un poco y pega su frente a la mía, me mira para luego cargarme, mis piernas rodean su cuerpo y sin bajarme nos posicionados en el mueble, yo sobre su regazo, sujeto con mis manos su rostro y sus ojos cambian a un verde oscuro intenso, «esta excitado», me acerco a sus labios apoderándome de él, presiona mi caderas con las suyas, sintiendo su erección y un leve jadeo sale de mis labios.
Sus manos irrumpen por debajo de mi blusa acariciando mi cuerpo, y rápidamente se deshace de ella lanzándolo a un lado, copio su acción y tiro de sus prendas superiores, beso su cuello y mi mirada viaja hasta el medio de sus pectorales, —mi nombre. —Digo, en un susurro entrecortado, levanto la vista en busca de sus ojos que me miran con intensidad y deseo, —mi alma te pertenece, todo mi ser es tuyo. —Susurra, mientras mis dedos trazan mi nombre tatuado en tinta blanca sobre su piel, sigo mi trazo nuevamente hasta su cuello, —Te amo Leah Lux, yo delirio de amor por ti. —le respondo, cerca de sus labios, sujeta mi rostro y me besa desenfrenadamente, mis dedos bajan a su abdomen, acariciando, sintiendo su trabajado cuerpo.
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Editado: 11.01.2021