Equilibrio : la luz

XLVII

LUISA 

Han pasado ya dos meses desde que me enteré de mi estado, he realizado mis trabajos pendientes con Bianca y su esposo, ellos hacen una pareja excelente en lo sentimental por lo que se ve cuando están cerca, tienen una conexión que no se necesita hablar para saber que piensa, siente o decide el otro, pero sin duda en combate son un complemento fenomenal y pude notarlo en el último encuentro que tuvimos, estábamos tras la pista de la blanca que todavía tienen el descaro de copiarme, no sabemos las intenciones pero ya todos los que conocen mi identidad están atentos para cuando aparezca y no caer, el caso es que estábamos en una propiedad antigua y en ruinas, cuando ella llegó con dos enviados de Zeto. 

Que estuvieran listos para emboscarnos, nos dio a entender que estamos por el camino correcto y la información que obtuvimos nos sirvió para luego entrar a uno de sus cuarteles, encontramos un sistema de cómputo con cámaras cerca a la empresa y al pent-house de Ael, lo que nos alarmó fue que tenían la casa de Bianca vigilada y por seguridad de su hija están viviendo conmigo, claro que yo de vez en cuando vengo por qué me incomoda ver a José que ahora pasa más acá que con su esposa, decir eso todavía me oprime mezclado con  rabia o tristeza no podría describirlo.

Acaricio el vientre que todavía no se nota y siento el movimiento que hace, sonrió por inercia al imaginarlo entre mis brazos ¿De qué color serán sus ojos? ¿Desarrollará dones o será humano por completo? A veces deseo que pase rápido el tiempo y otras quisiera devolverlo para golpear a José cómo se lo merece - quisiera matarlo - digo en medio del suspiro recordando esa noche, agitó mi cabeza para dejar de pensar y sigo revisando los documentos que trajo Bianca del trabajo, la empresa requiere de mucho tiempo por las negociaciones que mantienen los terrenos donde manejamos las guarniciones por alguna eventualidad, también mantienen protegidos los túneles que conectan las casas que ocuparemos si todo sale mal.

  • Ya debes terminar y dormir un poco - dice entrando Su-ji - no quiero que te desgastes y prefiero evitar cualquier malestar en general - toma asiento frente al escritorio cruzando sus piernas
  • Esto es importante ¿A q hora llegaste? - me recuesto en la silla
  • No fuiste ayer a que te revisara Donora, entonces ¿cómo no venir a buscarte? - sujeta mi mano - me encargaste ver que el bebé este bien y eso es lo que hago
  • ¿Como es que estás embarazada? - entra Bianca con cara de espanto - ¿Y de este?  Enserio no lo puedo creer - siempre lo ha odiado

Ellos se enfrascan ahora en una pequeña discusión, desde que tengo razón no se toleran y hasta pensé que terminarían juntos, pero que presentimiento más herrado - ya cállense - les digo cansada de lo mismo, es que son peores que Elena y Ael al principio. 

  • No mencionen eso de nuevo - me coloco de pie molesta - nadie sabe y por ahora es mejor de esa manera, además ... Las cosas por ahora están bien - camino hasta el librero y me recuesto mirándola- Bianca nadie debe enterarse
  • No podrás ocultarlo y él sentirá la energía que lo atraerá cada vez más - lo mira nuevamente y le dice - menos mal no tendrá tu cara
  • Si así fuese - sonríe con insuficiencia - sería una braza ardiente en este mundo - Bianca gira los ojos con fastidio
  • Tenemos un año para que eso pase, ya luego vemos qué hacemos - siento que se acerca - cambiemos por ahora de tema

Les digo señalando la puerta con la cabeza y ellos entienden, al minuto entra José con los planos que necesitamos para revisar los terrenos nuevamente, es una tarea que se toma muy enserio, Su-ji se retira diciendo que esos temas no le interesan por ahora y que me verá en la habitación en media hora, por ese comentario lo miro como si ya estuviera mi espada clavada en algún lado de su cuerpo y generándole mucho dolor, Bianca no disimula la risa y José dice que comencemos a trabajar lanzando los planos en el escritorio. 

Nos quedamos debatiendo de un nuevo paso que vimos para la propiedad que adquirimos más alejada de las demás y en terreno alto para tener más ventaja, las cosas se sienten incómodas con la actitud de José tan agresiva y claro la mía no se queda atrás, tanto es que Bianca no tolera más por el nivel de sensibilidad que ella maneja y decide irse por un rato, el silencio ahora  es protagonista en estas cuatro paredes donde apenas se escucha el movimiento que hace el lápiz cuando trazo cada línea del diseño, siento de vez en cuando su mirada sobre cada movimiento que hago y la sensación de nervios regresa, maldigo interiormente por la traición que genera mi cuerpo hacia la razón que constantemente me recuerda mi memoria, cansada decido irme o Su-ji seguro vendrá con sus comentarios fuera de lugar.

  • Ahora estás con él - afirma

Cuando estoy a punto de contestarle me llama la atención una carta que tiene sobre la mesa y parece que las cosa no están bien en casa por lo que alcanzo a leer antes de que la cubra 

  • No - le digo viéndole a la cara - pero es algo ya no te incumbe
  • Siempre me importaras - se levanta y cuando quiero refutar levanta su mano - las cosas no siempre son lo que parecen y yo ...  pero ya no vale dar explicaciones por qué tú también tomaste una decisión ¿Verdad?
  • No tienes derecho a decirme eso - digo molesta colocándome al frente - yo decidí darte paso, decidí después de tantos siglos decir que si y me demostraste que no te mereces mi lealtad - mis hormonas me traicionan haciendo rodar una lágrima que retiró antes de que me toque - tienes razón en que ya no importa la explicación y me hubiera gustado saber las cosas antes para ...
  • Para no estar conmigo
  • Para escucharte y entender por qué decidiste casarte cuando una vez dijiste que no iba a pasar de nuevo - su cara es de desconcierto - aunque no lo creas te hubiera escuchado para saber si ... - no puedo sostenerle más la mirada y me alejo para evitar tentaciones
  • ¿Por qué te alejaste? - susurra luego de unos minutos
  • Se lo que buscas y sería repetir lo mismo en tu caso - acarició mi vientre sin que lo note - jamás desearía que revivieras tu pasado - me gira y su mirada es extraña - por eso no volví y sin embargo cedí sin saber que yo viviría el mío




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