Equinoccio

Pelea justa


Arianna

Pelea justa
 


Unas horas antes...

Las cosas han pasado demasiado rápido últimamente, algo pasa con Levanna, mi abuela dice que está perdiendo el control, que todo esto incluida la noticia sobre qué pasará con nuestra coronación han sido golpes importantes para su estabilidad.

Por otro lado Rognak, el fiel compañero, amigo y guardia de mi padre ha vuelto del viaje que se le encomendó al reino del oeste, su semblante es diferente, recuerdo que mi padre solía decirle que su aspecto era temible, aquella piel oscura y su gran barba blanca le daban un toque atemorizante, pero ahora sus ojos grises ya no emanan simpatía ni fuerza, su ceño esta fruncido y sé que se lamenta no haber estado aquí cuando las cosas se salieron de control.

─Lamento mucho haber llegado hasta ahora ─murmura cuando me separo de él, al verlo entrar por mi puerta no dudé ni un segundo en correr y abrazarlo, todo él me recuerda a mi padre y aquella sensación me agrada─, el viaje de regreso...

─Lo sé ─lo interrumpo─, no tienes que decir nada.

Sé muy bien que el viaje desde allá es largo.

─Escuché las noticias ─me invita a salir hacia el balcón─. No recordaba aquellas leyes, tu padre debió anticiparlas.

─Si ─se me revuelve el estomago al recordar aquello─, él estaba seguro de que ambas podríamos reinar Lyra.

─Tal vez sea mejor así.

─ ¿Qué?

─No creo que el reino esté listo para dos princesas.

─Lo está ─lo enfrento─. Mi padre lo sabía.

─Tu padre sabía de aquellas leyes Aria ─susurra─, a una de ustedes les mintió.

─Estoy segura de que algo tenía planeado.

─ ¿Te has puesto a pensar por qué nunca había salido a la luz aquella ley? ─enarca una ceja─. ¿Alguna vez la leíste? ¿O tan solo la escuchaste? ─niega sin dejarme hablar antes─. Yo veo dos opciones; o tu padre tenía un plan, o les mintió. De cualquier manera les oculto aquella cuestión y no pueden hacer nada al respecto, el reino no está listo y no quieren a dos gobernantes.

─Es ridículo ─espeto molesta─. Piden que alguna se case pero no quieren dos gobernantes.

─Es diferente ─vuelve su vista al horizonte─, ante sus ojos, la unión de dos reinos es poder, harán invencible a tu familia y es justo eso lo que se necesita. No podemos dejar que lo que sucedió con tu padre vuelva a ocurrir.

»Amaba a tu padre como si fuéramos de la misma sangre, era como un hermano para mí, me cuido y acogió cuando perdí a mis padres, y solo me quedaba mi abuela para sobrevivir. ─su voz se carga de enojo, incluso puedo ver como su mandíbula se tensa─. Aria, te prometo que yo mismo daré con las personas que se atrevieron a quitarle la vida a tu padre. No dejaré que su muerte levante la esperanza de nadie, porque lo único que ha de levantar será la furia de la familia Carden. Si tu madre me lo permite yo mismo me encargaré de la seguridad del castillo. Esto no volverá a suceder te lo prometo.

─Sé que siempre le fuiste fiel a mi padre, y te prometo que en cuanto asuma la corona tendrás todo mi apoyo, y no dudo que el de mi hermana también.

─Estoy seguro de que sí. ─me toma una mano y la lleva hasta sus labios─. Pero si fuera tú, no me preocuparía mucho por buscar una solución a las leyes establecidas, estás no cambiarán.

─ ¿De qué hablas? ─pregunto confundida.

Esta por hablar pero la puerta se abre anunciando la presencia de mi abuela.

─Rognak. ─le sonríe─. Qué bueno tenerte de vuelta pensé que llegabas hasta mañana.

─Decidí usar un transporte más rápido cuando llegamos a Tylam. ─se inclina un poco en forma de saludo.

─Me alegra verte. ─mi abuela se acerca a él y lo abraza olvidándose de las formalidades.

─Igualmente Sima ─le devuelve el abrazo con la misma euforia─, no sabe cuánto lamento la muerte de su hijo.

─Gracias Rognak.

─Supongo que está aquí por una razón, así que no atraso más lo que vino a hacer ─se despide de nosotras con una leve inclinación y sale de la habitación.

─Necesito hablar contigo ─habla cuando nos quedamos solas.

─ ¿Ocurre algo?

Ella se acerca lentamente y me pone una mano en el hombro antes de hablar.

─ ¿Has pensado en lo que harás las próximas semanas?

Me tomo un momento para contestar pues no entiendo que quiere decir con eso.

─No entiendo, ¿A qué te refieres?

─A que debes planear como ganarte a tu pueblo.

─ ¿Ganarme al pueblo? ─intento reírme pero el rostro de mi abuela se ha vuelto tan serio que mi sonrisa se borra de inmediato─. ¿Por qué tendría que hacer eso?

─ Por qué tienes que ser tú la que reine ─me mira decidida y su seguridad me saca un momento de mi zona.

─No ─me alejo molesta─, tenemos que ser las dos. No solo yo.

─Aria ─suspira─. Tu hermana no está lista para esa carga tan grande, la has visto esta fuera de control, sus emociones le están jugando mal, su sombra ya ni siquiera la obedece.

─Estará bien, solo es una etapa ─la ansiedad está empezando a consumirme─. Tú nunca has confiado en ella, pero mi padre si, él quería que las dos reináramos y así será. ─La miro directamente tratando de hacerle ver que no estoy dudando acerca de esta decisión.

─Tu padre sabía que solo una podría reinar ─alza la voz─. Solo aumentó las esperanzas para ambas. Tú serás la que reine, no puedes cambiar eso.

─Pues no estoy de acuerdo ─camino hacia la puerta decidida a terminar con esta ridícula platica─. No haré esto sin ella, vamos a hacerlo juntas y ya está.

•••
 


La mayoría de las clases programadas para hoy consisten en materias básicas, la tensión en cada hora que paso junto a mi hermana y el príncipe menor es demasiada. Cuando por fin acabaron las clases teóricas, nos preparamos para el entrenamiento, Yeray se une a nosotros en esta parte cosa que me pone nerviosa.

─Bien como veo ─Tini llama nuestra atención─, tenemos a dos personas más el día de hoy.



#12769 en Fantasía
#2787 en Magia

En el texto hay: reinos, guerras, princesa

Editado: 16.07.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.