No es fácil perdonar

En mi interior estaba mi corazón latiendo demasiado rápido, es qui donde comienzo a darme cuenta de que no importa el tiempo que tienes de conocer a una persona, si no la confianza que te llega a transmitir en ese lapso y es evidente que él está derrumbando los muros que con el tiempo fui construyendo. Muchas de las veces los amigos que llegue a tener solo fueron pasajeros, una situación u otra me hacían y me siguen haciendo alejarme de las personas, la confianza no se llega a generar como me gustaría, porque sigo temiendo.

Crucé la estancia y me dirigí hacia mi habitación, estaba un poco cansada pero aun tenía un par de cosas que hacer. Al entrar a la habitación fui directo hacia el baño para así tomar una ducha antes de seguir con mi trabajo. Después de unos minutos salí del baño, me sentía más en calma. Estaba escuchando música mientras avanzaba mi trabajo, la sesión de fotos de la mañana era de las más importantes con las que habíamos logrado trabajar desde que cree mi estudio de fotografía, estoy muy contenta con el crecimiento que lleva este estudio.

Leía los correos de la empresa y el concepto que tenían y querían transmitir con las fotografías, la sesión es para un grupo de chicas y como siempre me concentre sin prestarle atención a los mensajes que llegaban, después de casi dos horas deje todo y fui a dormir.

Mi mala costumbre de no ver o prestarle atención al teléfono no ha cambiado, recuerdo que cuando estaba en la preparatoria me sucedía lo mismo, por las noches al terminar mis tareas dejaba el teléfono a un lado y no lo veía hasta el día siguiente llegando al salón de clases, ahora me sigue pasando, no veo el teléfono hasta la mañana siguiente pero ahora si lo veo en casa, eso me ha ahorrado michos problemas porque suelo ser un poco distraída.

Caí en un profundo sueño que a la mañana siguiente fue interrumpido por una llamada, tome el teléfono que estaba sobre la pequeña mesita de noche y conteste adormilada.

—¿Hola?

—¿Qué haces? —escuche la voz de Jin al otro lado del teléfono, retire el teléfono de mi oído y en efecto era él.

—Estoy despertando recién, estaba dormida — me senté y traté de entender lo que decía, pero me es muy difícil, el sueño me está ganando es muy temprano, no siquiera ha sonado la alarma.

—¿No habías quedado en algo ayer?

—No que yo recuerde —me tape con la almohada, quería dormir un poco más, realmente soy del tipo de persona que ama dormir, aunque a veces si duermo más de lo que es necesario y eso me preocupa un poco.

—Dijiste que nos avisarías en cuento llegaras

—¿Ho Seok no les dijo nada? No había de que preocuparse, él me trajo ¿Cómo llego él a casa? 

—escuche que tocaron el timbre, otra cosa que me sorprendió, aleje el teléfono de mi oído para ver la hora, era demasiado temprano.

—Él llegó bien ¿quieres salir con nosotros hoy o tienes mucho trabajo? —me mire en el espejo y solo me alise un poco el pelo.

—No estoy segura de poder salir hoy, tengo toda la mañana y parte de la tarde ocupada, pasé varios días sin ir al estudio —dije saliendo de la habitación con rumbo hacia la puerta, la abrí encontrándome con quien menos suponía podría llegar en estos momentos. —Hola, veo que has quitado la llave de donde siempre —dijo Se Ryeon

—Bueno, pero no descartes la idea —me quedé en silencio frente a la puerta sin respondes a Jin o a él. —¿Rory, estas bien?

—Sí, todo bien, te marco luego, no te preocupes, igual lo voy a pensar.

—No hay necesidad de dejarla en ese sitio, no es nada confiable —dije sin interés —¿Qué necesitas a esta hora?

—Quiero saber cómo estas, a pesar de que lo nuestro termino me preocupo por ti, no tiene nada de malo ¿o sí?

—La última vez que hablamos te dije que ya no teníamos nada, no ha pasado una semana como para que lo hayas olvidado.

—Fuimos amigos por muchos años, después de todo no quiero que te pase nada malo, no quiero que vuelvas a caer.

Me quede en silencio debatiéndome entre cerrar la puerta o seguirlo escuchando —No es necesario que te preocupes por mí, la confianza que te ganaste en su momento se esfumo, me costó mucho confiar en ti como en cualquier persona, pero lo arruinaste, tengo cosas que hacer así que es mejor que te vayas.

—No quiero que esto termine mal, por favor entiéndeme.

—Es que ya termino mal, no hay nada que arreglar, saliste con ella, estuvieron juntos, me engañaste, entiende que si las cosas hubieran sido diferentes no hubiese sido así, pero te vi con ella —las lágrimas amenazaban con salir y era lo que menos quería, quería ya superar este mal momento —no me vengas con que quisiste decírmelo y no encontraste las palabras, en el momento en que te sentiste diferente me lo pudiste a ver dicho, pero esperaste mucho tiempo para eso.

—Se que te dolió y que estuve mal, pero me di cuenta muy tarde del mal que te iba a causar, por favor perdóname.

—Dame tiempo, no creo perdonar tan fácil y mucho menos olvidarlo. Pero no me pidas que te deje quedarte cerca, quiero salir de todo esto y verte solo me lastima.

—Esta bien, pero sabes que si necesitas ayuda puedes decirme. —Se dio la vuelta y a paso lento se fue, en silencio cerré la puerta y las lágrimas salieron sin permiso. Me quede ahí sintiéndome mal.