Rich Moore, Hill Street
Un año atrás...
—¡Vamos! Se nos hará tarde— repito a mi hermana, quién sigue tomando desayuno.
— ¡Freddy, tienes que darme mi espacio y mi tiempo!— se defiende con una sonrisa.
— ¿No crees que ya te estoy dando mucho espacio y tiempo? Te he dejado salir con ese chico tonto de tu clase...no se que le ves— ruedo mis ojos.
No mentiré que me pone algo celoso el que mi hermana salga con un chico, es raro...pero debe de tener su vida y vivirla.
— Agh...déjalo en paz, después de clases Tom me acompañará a ver unas cosas que quiero comprar para el cumpleaños de Adrien, y ahora quiero ir a la cascada como todos los días— me sonríe.
Sus mejillas están formadas de cierto color rosa en su pálida piel, su cabello largo cae desordenado como siempre sobre sus hombros, y lleva su tonto gorro de lana como todos los días, sus ojos verdosos caen sobre los míos.
— ¡Cómo quieras! Pero no me pidas que te defienda si Donovan te lleva a su oficina— ya me empiezo a frustrar, todos los días es lo mismo, se demora horas en comer un simple emparedado y tomar un vaso de jugo, después nos vamos como siempre a la cascada y llegamos tarde a la escuela, según ellos...los directores, vivimos algo lejos de la escuela.
— ¡Freddy! Vamos, ya terminé, eres un amargado— dice poniéndose de pie y caminando hacia la salida.
— Tú eres la amargada, te levantas de mal humor, oye...y no es por arruinar más tu humor pero, tengo un examen muy importante ahora, y si llego tarde me van a descalificar, y no quiero eso— ruego porque no se enoje.
— ¡agh! ¿Otra vez? Freddy, ya van tres veces que me dejas por tus exámenes— rueda sus ojos.
— sabes que son importantes— hago puchero.
— Lo sé, y está bien...de igual manera quiero estar un tiempo a solas, quiero pensar, iré un momento y me iré a la escuela— sonríe.
—¿Qué? No, es muy peligroso que vayas sola...¡Vamos! Después de clases iré contigo, lo prometo— digo sincero.
— No, no es lo mismo...estaré bien— se pone seria.
— No, ven conmigo...no irás sola— jalo su mano pero la aparta.
No me gusta que esté sola por ahí.
— ¿Que te pasa Freddy? No, quiero ir, déjame ir— dice algo enojada.
¿Se va a enojar por no ir un estúpido día a la cascada?
¿Qué tan importante es esa cascada, que tenemos que ir todos los días?
— Te dije que no, ¿quieres ir a la escuela? Habrá más días para que vayas — suspiro algo frustrado por el tema.
— No, no iré...¿sabes? Adiós — se da media vuelta y se dirije al bosque sin mi.
—¿Te vas? ¡Oye! ¡te estoy hablando! Ven aquí...—hablo pero no hace caso a mis palabras.
Algo me dice que la siga, pero sé que no la haré cambiar de opinión ella es así.
Así que solo vuelvo a mi camino hacia la escuela, es un día soleado, poco visto en nuestro pueblo.
Al llegar a la escuela veo a mis amigos sentados en círculo.
— ¡Holaaaa!— saludo con una sonrisa.
— Holaa, ¿cómo estás?, estábamos pensando en ir este fin de semana a la playa— Emma dice contenta.
— Sí, por mi está genial, de hecho mi madre me acaba de comprar un parlante portátil, podríamos llevarlo para escuchar música y hacer una fiesta allá— doy mi idea que rondaba en mi cabeza los últimos días.
— Sí, eso es muy genial, ¡Ya me emocioné!— chilla Diana.
Yo sonrío.
— ¿Que hay Rich?— saluda James.
— Sí ¿qué pasa? Traes una cara...— comenta Adrien.
Suspiro.
— Mi hermana...quiso ir a la cascada, y yo debía venir para el examen y se enojó porque no la acompañé hoy— me siento al lado de Adrien.
— Oh, respecto a eso...mi madre no vendrá, debe viajar por algo de mi abue, así que no hay examen hoy— dice Adrien.
Oh...¿la dejé ir sola? ¿Por nada?.
Un sentimiento raro me inunda, tengo la necesidad de verla ahora mismo.
— Oh...la iré a buscar— me levanto pero La directora y dos policías entran a la sala de clases, todos están en un ensordecedor silencio.
Donovan busca una mirada en la sala hasta que sus ojos rojos caen en los míos y una lágrima resbala por su mejilla.
Un sentimiento pesado cae en mí, e inmediatamente pienso en ella...
— Rich...Debemos hablar afuera— niego con la cabeza, no ¿qué pasa?.
— ¿Qué pasa?— digo asustado, los policías se sacan su gorro policial.
— Ven conmigo porfavor— ella se me acerca y me abraza del hombro para empujar me hacia la salida.
¿Qué está sucediendo?.
— Friederich Moore ¿cierto?— asiento preocupado.
— ¿Que pasa? ¿Que está sucediendo?— respiro agitado.
Uno de los policías saca una bolsa transparente con un gorro de lana mojado, un gorro de lana morado y celeste con un pompón negro, como el de ella...
— No...,no, no, ¿Que es esto?— tomo la bolsa en mis manos y la aprieto.
— Encontramos a tu hermana en la cascada... aparentemente sin vida— suelta la policía a su lado.
Sin darme cuenta mis rodillas caen al suelo, mi cuerpo pesa y mi vista se torna borrosa para luego sentir mis lágrimas caer en abundancia sobre mis mejillas.
— ¿Qué? DIME QUE NO ES CIERTO— grito con mis fuerzas.
Ella no está muerta, NO ESTÁ MUERTA, ¿POR QUE LO ESTARÍA? ELLA NO ME DEJARÍA, YO NO LA DEJARÍA, yo no la dejaría...y la dejé, sola...La dejé ir.
— Lo lamentamos mucho, de verdad, necesitamos que nos acompañes, tenemos que hablar con tus padres, ¿sabes dónde están?— dice un tercer policía que se acerca sin más.
—ME ACABAN DE DECIR QUE MI HERMANA ESTÁ MUERTA...¿QUE SABRÉ DONDE ESTÁN MIS MALDITOS PADRES?— lloro desesperado.
De la sala de clases salen mis amigos, todos preocupados se acercan a mi corriendo, pero no tengo las fuerzas para levantarme, ellos me rodean y sus brazos también.
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Editado: 26.04.2024