Capítulo 12

— Hoy será un día agotador, así que perdóname si llego tarde, me siento muy mal por dejarte sola cariño— mamá dice con cierto tono de preocupación.

— Tranquila mamá, estaré bien— le sonrío mientras termino de empacar mi almuerzo.

Rich se fue tarde anoche, mamá lo tuvo que dejar en la puerta de su casa debido a la hora, ya que era peligroso que se vaya a las 2:00 a.m caminando por el bosque.

Hablamos tantas cosas, como por ejemplo me contaba sobre su abuela materna...la adoraba mucho pero falleció cuando él tenía 14 años.

— Bien, te voy a dejar a la escuela— dice haciendo una señal con la mano para que me apresure.

Cuando estábamos cruzando la sala se escucha la bocina de un automóvil; el de James.

Sonrío para mí y miro a mamá, ella abre la puerta y la imagen de Todos acomodados en el coche me hace reír.

James está parado desde su asiento mirando sobre el techo, Rich está en el asiento copiloto mirándome con una sonrisa, atrás está Adrien y Emma saludando con la mano.

— Me ahorrará tiempo — mamá saluda a los chicos y se va a su coche.

Me subo al automóvil y James arranca hasta la escuela.

— ¿Cómo está Diana?— pregunto a Emma al recordad que ayer la fue a ver al hospital con Adrien.

— está mejor, por lo que hablé con ella por la mañana, ayer estaba con agujas en sus brazos y una cara muy pálida con ojeras — dice Emma con un puchero.

— La pasaré a ver después de la escuela— dice Rich mirando los árboles que pasan por afuera.

— Yo te llevo— se ofrece James.

— Gracias—.

— ¡Hoy nos dan los resultados de nuestra exposición!— Emma dice aceleradamente.

Es cierto, lo había olvidado por completo.

— Sí, espero que saquemos 10 y con los puntos extras— dice Rich.

Al llegar a la escuela esperamos pacientemente al profesor.

— Buenos días chicos— Smith entra por la puerta.

— ¿Ya tiene nuestras calificaciones?— dice una chica de cabello negro al fondo del salón.

— Sí, pero tengo algo serio que contarles— dice en un suspiro, de pronto un poco de suspenso nos invade a todos.

— ¿Qué sucede profesor?— pregunta un chico castaño.

— El alcalde actual me llamó, él estaba conciente de nuestro trabajo ya que le dije para que no los interrumpieran por su exploraciones pero me sorprende mucho de ustedes que invadieran una propiedad privada y robaran una caja con información confidencial del pueblo— dice algo enojado.

¿QUÉ? inconscientemente miro a los chicos, Emma me hace una señal para que vuelva a mirar a delante para no delantarnos.

— Esto que hicieron es ilegal, ahora yo tengo problemas porque fue el trabajo de MI clase, chicos...los conozco desde pequeños a la mayoría y se que no harían algo así...estoy tan sorprendido y enojado, porque la policía me contactó y si esa caja no aparece con toda la información debida, me llevarán detenido, y no puedo entregarles los resultados de sus calificaciones hasta que esa caja aparezca y me saquen de este problema— dice frustrado.

El resto del día de  clases fue muy tranquilo, más de lo normal.

— ¿Y qué vamos a hacer?— pregunta Diana al teléfono.

— Tenemos que devolver la caja...— dice obvia Emma, estamos sentados sobre el césped bajo un árbol hueco.

— Pero no podemos así como así, si la devolvemos a la policía al que llevarán detenido es a mi, por ser mayor de edad— suspira James.

— es cierto...Podríamos dejarla a las afueras del búnker donde la encontramos— comenta Adrien.

— No, cualquiera la puede ver ahí y se la podrían llevar— dice Rich— hay que volver abajo con la caja y dejarla donde estaba— resopla algo frustrado.

— Creo que eso es lo mejor— agrega Emma.

— Hoy es imposible, bueno toda la semana...están todos locos con las votaciones— James hace una señal para que veamos a la plaza en frente; un grupo de muchas personas están escuchando a un postulado.

— Y eso nos va a favorecer, ¿no?— digo aún mirando las personas— Es decir, van a estar todos pendientes de las mismas votaciones y no tanto de una caja, creo— digo volviendo a mirar y los chicos me están mirando.

— Eso tiene algo de sentido— afirma Diana aún al teléfono.

— Bien, luego lo hablamos, iremos al hospital ahora— dice James levantándose junto con Rich.

— Los espero— dice Diana y corta la llamada.

— Bueno yo igual debo ir a casa, mamá me necesita— bufa Adrien.

— Sí, yo debo volver a casa, papá me dejó a cuidado una maqueta que está haciendo y teme que nuestro perro la haga trizas— rueda sus ojos.

Todos se levantan y se despiden, yo me apoyo en el tronco y observo la plaza.

— Porque con mi ayuda van a salir adelante, este pueblo va a hacerse más conocido y...—.

— Agh...¿que le pasa a este señor con que el pueblo se haga más conocido? Estamos bien con las personas que hay— alega Cassie sentándose a mi lado.

— Sí, eso creo— vuelvo mi mirada a ella.

Su cabello rubio está revuelto y lleva una sonrisa de oreja a oreja.

— ¿Cómo estás?— pregunta entusiasmada.

— Bien, eso creo ¿y tú? Te ves contenta— le sonrío.

— Estoy muy bien, y muy feliz— da aplausos.

Me hace reír, Cassie logra transmitir su alegría.

— ¿Qué sucede? Algo debió pasarte que estás así— miro sus ojos verdes que transmiten felicidad.

— Anoche...hablé con mi hermano y está mejor, ¡Beth! Se está recuperando...¡hubieras escuchado su voz! Está volviendo a ser él...la maldita enfermedad ya se está yendo— sonríe y se le humedece la mirada, pero de alegría al parecer

— Que buenas noticias Cassie, me alegro por ti y por él, por tu familia— le soy sincera, como se nota que ama a su hermano.

— Sí, son estupendas...¿quieres celebrar? Es decir...No sé— dice aceleradamente.

— Claro, vamos a mi casa y pedimos una pizza, bebemos algo — me levanto y ella me imita.