Llegamos hace una media hora, las calles están iluminadas por algunos edificios, coches, semáforos y algunos espectáculos, y a pesar de ser de noche se ve bastante gente en las calles.
— Es tal y como lo imaginaba— Dice Rich mirando a través del parabrisas, en sus ojos se ve que si antes estaba triste o molesto ya ni siquiera hay rastro de ellos, él está feliz.
— Es hermoso— Digo aún mirándolo, aunque no sabría decir si se lo dije a la ciudad o a él.
Siento mi corazón palpitar más de lo normal, no es novedad si digo que él causa cosas en mi, pero no...Rich no me puede gustar. Él es mi amigo, hasta él mismo me ha dicho que quiere ser mi amigo.
— ¿Quieres salir a dar una pequeña vuelta?— Rich me mira con una sonrisa.
— ¿A donde? ¿Y los chicos?— miro como están dormidos.
— Ven — Rich baja del coche y se da la vuelta por delante del Jeep para llegar a mi puerta, él la abre y me toma de la mano para bajar. El rubio cierra la puerta y comienza a correr arrastrándome con él.
—¿A donde vamos? Rich... Nos vamos a extraviar— Digo preocupándome, nunca hemos estado aquí y no conocemos las calles.
— Tranquila...He estudiado cada calle— Dice doblando en una esquina, yo paro para hacer una pequeña pausa y recuperar el aliento.
— Al menos dime a donde vamos— Pregunto agitada, viendo como él se acerca a paso lento.
— Elizabeth...¿Confías en mi?— Dice tendiéndome su mano. Su cabello rubio está desordenado por el viento y sus ojos azules están brillosos.
— Sí Friederich, confío en ti— Digo aceptando su mano y comenzamos a correr nuevamente hasta llegar a una plaza hermosa, donde hay una especie de museo con figuras parecidas a las plantas, con muchos colores y hay un invernadero de cristal gigantesco. Es un hermoso lugar.
Camino lentamente para acercarme más, la gente que hay aquí está en familia, algunas compuestas por una madre un padre e hijos, o solo uno, otras que solo hay una madre y un pequeño, o solo un padre, otros son abuelos con sus nietos, o parejas del mismo genero tanto como de distinto. Se nota que es un ambiente familiar y romántico.
Veo un letrero que dice Chihuly Garden and Glass y la vista del Space Needle es increíble.
— ¿Y? ¿Qué te parece?— Dice a mi lado mirando hacia al frente.
Solo pienso en que este lugar es precioso y que si viviría aquí vendría todos los días.
— Es hermoso este lugar — Digo viendo las distintas figuras que expanden luz.
— Sí que lo es, estoy enamorado...— dice sonriendo mientras se muerde el labio inferior.
— ¿Quién no lo estaría? Este lugar es maravilloso, mira todo lo que hay— Giro en mi lugar para ver a mi alrededor.
Rich solo ríe al verme girar y niega con la cabeza mientras se cruza de brazos.
— Claro, es un lugar maravilloso— sonríe mientras me ve.
— ¿Qué hay de especial en este lugar?— digo siguiendo sus pasos, camina hasta llegar a un asiento de la plaza.
— Nada...solo me agrada, es como cualquier persona quisiera ir a New York, a Londres o a Francia— Dice borrando su sonrisa.
— Claro, pensé que tendrías una razón en especial ya que cuando estábamos planeando el viaje no querías ir a tantos lugares pero Diana nombró este lugar e inmediatamente cambiaste de opinión— me siento a su lado.
Rich niega y da un suspiro.
— Diana sabía que yo quería venir tanto aquí como Emma a La Vegas, de hecho todos los chicos lo sabían— dice y no puedo evitar sentirme mal, como excluida no es primera vez que escucho que dicen que todos los chicos sabían cuando yo no, es como que si a penas los estuviera conociendo, aunque en cierta parte es verdad, aún me falta un montón por conocerlos.
—Entiendo...— Asiento y junto mis manos enredando mis dedos.
Nos quedamos en silencio, observando todo a nuestro alrededor un par de niños pasan frente a nosotros corriendo pero uno tropieza y cae. Rich me asusta al moverse rápidamente hacía el pequeño que está llorando mientras se soba la rodilla.
— Hola pequeño, ¿estás bien?— Dice Rich dulcemente, el niño lo mira y asiente mientras se seca sus lagrimas y se forma un puchero en sus labios. La niña solo observa, parecen de la misma edad, hasta son casi idénticos ha de ser mellizos.—¿Cuál es tu nombre amigo?— El pequeño castaño baja la mirad.
— Bruce— Dice tímido.
—Bien Bruce, ¿Te golpeaste aquí?— Rich apunta su rodilla y Bruce asiente.
— Sí, estábamos jugando y mi hermano se cayó— La niña dice algo asustada.
—Sí, me caí...y me golpeé en mi rodilla aquí— Dice Bruce con la voz temblorosa.
— Mira...— Rich saca del bolsillo delantero de su pantalón una curita— Con esto no te dolerá nada más, serás el niño más fuerte del mundo ¿Lo quieres ser?— Rich le sonríe y Bruce asiente mostrando sus dientes con la ausencia de algunos.
El rubio abre el pequeño parche y lo deja suavemente sobre la piel herida del niño.
— ¿Te sientes mejor?— El pequeño se levanta del suelo y se mira su rodilla.
— Sí, ahora soy el niño más fuerte del mundo— Bruce le muestra su bandita a su hermana.
— Señor...¿Yo también puedo ser la niña más fuerte del mundo?— Dice la pequeña niña con algo de timidez.
Rich sonríe y la mira.
— ¿Cuál es tu nombre linda?— Rich le sonríe.
— Elizabeth— Mis cejas se elevan, tenemos el mismo nombre.
— ¿Sabes? esta chica también se llama Elizabeth y es la mujer más fuerte que conozco — Rich me mira y yo le sonrío.
— Entonces quiero ser cómo tú cuando sea grande— Dice la pequeña. Rich vuelve a sacar otra bandita.
— ¿Dónde la quieres tener? tiene que verse para que todos sepan que eres fuerte— La niña piensa unos segundos.
— Mi gato me rasguñó aquí hace una semana— dice la pequeña mostrando su mano.
Rich abre el sobre y deposita la bandita en su pequeña mano.
— Gracias señor, Gracias Elizabeth— Le sonrío a la pequeña y ella le muestra su bandita a su hermano, ambos están muy contentos.
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Editado: 26.04.2024