|C A P Í T U L O: C A T O R C E|
MARATÓN: 2/4
Continuación...
Después de aquel acercamiento tan íntimo, me separé tras haberme recuperado pero sabía que mis ojos que seguramente estarían llorosos por lo que intenté ocultarlos agachando la cabeza para que no me vieras en tal estado. Yo que siempre había sido reactivo a demostrar mi debilidad ante nadie y venías tú... y no te importa lo minado que estuviera alrededor para decirme aquello y hacer que estalle por dentro.
Me levantaste el mentón haciendo que sostuviera la mirada, pero estaba tan sensible que no iba a poder, me pondría llorar de nuevo como magdalena y eso era lo que menos quería. ¿Qué ibas a pensar de mí? Seguro que con ninguna persona que habías quedado, te habría pasado a lo que yo te orillaba por no aguantar el peso de mis emociones. Un ligero apretón de tus dedos me regresaron a ti y supe que ya no podía evadirte más porque tus labios estaban alzándose y eso quería decir que ibas a hablar:
—¿Sabes? No sé si te lo han dicho alguna vez... pero ni llorando, dejas de verte tan hermoso, Dad —Tu aliento lo dominaba un fuerte olor a carne y ni eso me importó para sentir como me perdía en tu voz—. Necesitaré que me pases el truco, después. ¿Qué dices?
Entendiste que me encontraba afectado, por lo que una sonrisa de mi parte te bastó para sentirte satisfecho.
—¡Mierda, ya es tarde! —reclamaste al darle fugaz un vistazo al reloj que llevabas en tu muñeca para checar el tiempo, percatándote de lo tarde que al parecer era. Hice lo mismo pero esta vez sacando mi celular para verificar. ¡Y mierda sí que era tarde! ¡Me iban a matar en mi casa por llegar a tal hora!
¿Qué ocurría con el tiempo? No me percaté de lo precisamente rápido que pasó estando a tu lado. O sería el famosísimo síntoma que tanto había escuchado y leído por ahí. No era el momento para ponerme a darle rienda suelta a mi inquieta cabeza... Sin embargo ¿esa no era la reacción que provocaba estar enamorado de alguien? Que el tiempo se escurriera como si fuera agua de nuestras manos.
Maldije por dentro, habiendo preferido que no lo hicieras... Que le sacáramos el dedo de en medio al tiempo que se mostraba como la alarma insistente de la mañana obligándote a despertar. Es que lo menos quería era que todo lo que pasó entre nosotros, fuera un recuerdo de una noche. Que la vida real en su perpetuo masoquismo me lanzara burlándose de mí el recuerdo de un momento que ni con brujería devolvería. Tu compañía me brindó en toda la noche: bienestar y confort, cosas que no siempre obtenías de alguien en tu primera cita.
Llegó ese momento que menos quise, que traté de retrasar desde que lo supe. Ese policial momento que detendría nuestra cita, conduciéndonos a la despedida. Cuando nos encontrábamos en la mesa dispuesto a pagar el servicio ofertado, me ofrecí a pagar todo pero te negaste, recomedándome que estaría equilibrado que cada uno pagara lo suyo. En lo que sí congeniamos fue en dejarle una buena propina repartida al mesero.
—Te dejamos una buena propina, mesero, para que no te quejes de nosotros, ¿okey? —dijiste moviendo la cabeza mientras hablabas con un timbre cantarín, poniéndote de pie para irnos de aquel lugar que sería fiel "testigo" y confidente de tantas revelaciones en una noche, en un día.
—Claro que no, bom-bones hermosos, no lo haría... Y gracias, fue un placer tenerlos por acá, esperamos verlo pronto de nuevo "juntos" —nos comunicó amable e irónico a ambos.
"Gracias", dijimos al unísono, dejándolo en su labor de despejar la mesa de todo lo utilizado por nosotros.
Íbamos como a dos mesas con destino a abandonar el local, cuando volteaste de imprevisto a su dirección, atrayendo mi atención con tu voz alborotada retumbando.
—¡Meserooo! —vociferaste arrastrando miradas de algunos presentes, cuando tuviste su mirada hablaste—: Que no se te olvide lo de incluir el platillo que te dije para la próxima -gritaste en broma.
—Claro que no, lo verás cuando regreses de nuevo... —Te siguió la corriente para voltearse negando sonriendo por tu ocurrencia.
La barriga comenzó a revolvérseme y una sensación de desagrado y mal humor me invadía. ¿Me habrá caído mal lo que comí?
Continuará...
***
Preguntita 2/4 del día:
¿Han sentido celos por alguien que les gusta sin ser nada? Cuéntenmeee, que el chisme es mi pasión. Espero sus respuestas desesperado.
Iba a decir que no recordaba una situación específica que me confirmara sostener con alguna prueba lo que dijera, pero me vino a la mente unas, y fueron por un niño con el que tuve mi primer beso de pico por detrás de mi casa. ¡Es que su sola presencia me provoca! Si me diera la oportunidad, lo secuestraría y lo haría mío, joder. *se arrepiente tanto de no hacerle caso cuando pudo*
Editado: 02.08.2020