T R E I N T A

|C A P Í T U L O: T R E I N T A|

Continuación...

—¿QUÉ ME HICISTE, IMBÉCIIIL?! —me reclamó Pablo con su inconfundible tono rasposo y quejumbroso. Tras dedicarle una mirada curioso ante su reprimenda, vi que se observaba en el enorme espejo que no podía pasar desapercibido por su gran cristal reflector.

De pronto en un arranque, quiso venir para donde estaba, ni corto ni muchísimo menos perezoso levanté levemente mis piernas antes desplomadas en el suelo en su espera; planificando cómo podría defenderme de nuevo y salir ganando. Su otro amigo alias "seguridad" (que había dejado fuera) entró abriendo la puerta de un portazo, que descompuso el picaporte del impacto; con la velocidad que iba no pudo evitar frenar yéndose arriba de Pablo que no pudo sostener el peso de su amigo que se le fue arriba contra la pared. ¡Pobre, ya valió madres por la culpa de su propio amigo!, reflexioné horrorizado.

Habiéndose puesto de pie como magdalena quejándose, no intentó seguir pesado queriendo insistir con su plan anterior. Sabía que no le convenía continuar metiéndose conmigo cuando lo había dejado en tales condiciones... Si no hubiese echado a su otro amigo, que ahora hacía acto de presencia, fuera, los muy cobardes me hubieran agarrado haciéndome papilla definitivamente... y contando con este último, otra historia diferente había sido para contar...

—¡POCO PARA LO QUE TE MERECÍAS, MALDITA ESCORIA! —respondí retomando la conversación sintiéndome todavía desfallecer de tanto enojo que tenía contenido.

¡Y pensaba que lo había drenado! Me equivocaba porque su proposición solo despertó aún ese sentimiento de no haber aprovechado como debí la oportunidad que tuve de darle verdaderamente su merecido a ese canalla. ¿Dónde quedaba lo que él y sus amigos habían intentado hacerte? ¡Lo que tuvieron a punto de no llegar de seguirte haciendo quién sabe por cuánto!

La última palabra parece que lo enfureció, porque un agarre le hizo barrera para llegar a mí. Las miradas que me dedicaban sus secuaces eran de auténtico terror, seguro por cómo de mal dejé a su amigo tenían miedo de que pudiera dejarlo mucho peor de lo que por sí ya estaba... Me imagino que eso es lo que no se esperan los bullys que uno reaccione en su contra, porque en el fondo son todos unos cobardes que solo son buenos con todo lo que nos dicen para manejarnos y que le tengamos miedo. Haberlo dejado tan afectado como lo hice, era la prueba fehaciente de que yo sabía defenderme y defenderte como todo un hombre.

—Vámonos... que un señor de fuera dijo que iba a buscar ayuda y seguro ya está por venir —Pablo seguía mirándome como si con su mirada me diera la paliza que no pudo—.Pablo, ¿acaso no oyes, joder?... no ves cómo te dejaron, hombre... —le aconsejaba insistente su amigo el protector, quien le recriminaba señalándole al espejo.

Un bufido fue lo que obtuvo como respuesta. Encima le están diciendo la puta verdad en su cara y así es cómo reacciona. Yo si fuera quién sea de los dos me fugara dejándolo para salvar mi propio pellejo. Escuchar que el señor que antes intervino cuando estuve forcejeando no se quedó de brazos y fue por ayuda, hizo que estuviera al tanto de que estos cobardes se iban a escapar librándose de las consecuencias de lo que habían hecho...

—¡NO, ESTE IDIOTA TIENE QUE PAGAR POR ESTO QUE ME HIZO! —me amenazó con un tono de alguien que estaba dispuesto a hacer lo que sea para que lo que decía así se cumpliera—. ¡DE AQUÍ NO NOS VAMOS HASTA QUE ESTE IMBÉCIL LO HAGA! —Me apuntó repartiendo su campo de visión para sus cómplices—. ¿Okey?

(continuará)

***

NOTA DE AUTOR: ¡Holaaa, mi fiel y estimado ejército lector de Booknet! ¿Qué tal, gente? Espero, como siempre, que estén muy bien sobrellevando todo lo actual lo mejor que les sea posible, recordando en todo momento seguir las "medidas sanitarias" pertinentes impuestas. Yo estoy muy contento y agradecido de tenerlos otra oportunidad más conmigo acompañándome. También, no lo voy a negar… ando un poco “bajoneado” debido a lo que les conté en el aviso del cap. anterior (que espero hayan leído, almas lectoras, recuerden que los estoy vigilando entre las sombras 0-0). Aunque descuiden, solo será cuestión de tiempo para acostumbrarme, ya cuando lo haga esta sensación de vacío pasará a la historia siendo un recuerdo.

¡¿Adivinen?! Sí, ¡HEMOS LLEGADO A LAS 500 LECTURAS! Graciasss por finalmente alcanzar la meta que les propuse, mis criaturas. Gracias por seguirme sorprendiendo cuando creo que ya lo estoy de ustedes, personitas. Hacen que me sienta tan pero tan afortunado (no se lo alcanza a imaginar de verdad) de haber iniciado esta hermosa aventura en este lugar en el que prácticamente no cuento con una base de seguidores establecida como en Wattpad, que me confirmara que tal vez pueda leer lo que publicara. Ustedes me han demostrado que los “seguidores” son solo eso, que no asegurarán si tu historia va a tener el alcance que esperas que tendrá. Me pasaría aquí haciendo párrafos que demuestran lo agradecido que me siento, pero no serían suficientes… Solo puedo decir: “gracias por creer en mí y en la historia de nuestro shippeo favorito”.